Era pronto por la mañana cuando salimos de aquel viejo taller en un coche pequeño y algo maltrecho. Steve conducía el coche mientras que Sam estaba sentado de copiloto. Una especie de máquina entre la parte de enfrente de los asientos delanteros salía música, una música que, según Sam, era lo mejor que tenía el siglo XXI.
Bucky, Lara y yo, estábamos apretujados en la parte de atrás del coche, la pequeña balanceando las piernas mientras trataba de seguir la letra de la canción. El viaje iba a ser largo, por lo que pasaríamos unas cuantas horas de viaje. Según el teléfono móvil de Sam, la ruta de Bucarest a Leipzig sería de unas diecisiete horas. Allí nos esperaría Clint con Wanda y otro apoyo que según Sam nos vendría muy bien.
–¿No hay una música mejor que esa?– Bucky rompió el silencio, la música era demasiado machista para mi gusto.
–Hay menores delante, Sam.– señaló mi hermano, refiriéndose a Lara– No creo que debamos dejarle puesta esa música.
–¿Erais así de aburridos en vuestra época?– rodó los ojos cambiando la cadena de la música a una de pop.
–En nuestra época nosotros teníamos una música completamente diferente– sonreí de lado– Nuestra música era más instrumental y menos... Electrónica. Mucho más fácil de bailar y menos repetitiva.
–Oh, sí, señores abuelos. Se me olvidó que bailabais el Woogie Woogie y esas cosas.
–Si tú supieras...
Una canción que había escuchado varias veces a mucha gente había comenzado a sonar, según Sam, era de una cantante que se llamaba Katy Perry. Ese nombre me parecía muy extraño para alguien, aunque fuera un nombre artístico en mi mente sonaba muy extraño.
–"Do you ever feel like a plastic bag, drifting through the wind, wanting to start again."– Lara había comenzado a cantar la canción, con los ojos cerrados.
–Bueno, parece que a alguien sí que le gusta vuestra música.– Bucky dejó de mirar por la ventana para sonreír y mirar a la niña.
Desde el primer momento en el que la pequeña había sido libre, Steve me había contado como había empezado a escuchar la música y que había comenzado a cantar. Su voz era suave y dulce, siempre capaz de calmar a todo el mundo. Ella dejó de cantar cuando acabó la canción y nos miró, al estar sentada entre nosotros, nos tomó las manos a los dos.
–Cantas como un ángel, cariño.
–¿D-de verdad?– tartamudeó un poco al haber escuchado mis palabras, no estaba muy acostumbrada a que se la hablara de esa forma.
–Sí, deberías cantar más a menudo, alguien estaría de mejor humor– intervino Sam, mirando por el retrovisor a Bucky, quien se encontraba tras él.
–Muy gracioso Wilson.
–Nunca he entendido por qué vosotros dos discutís tanto.– dijo Steve, entrando en un área de servicio, para que todos pudiéramos descansar un poco.
Todos nosotros salimos del coche, al fin siendo capaces de estirar las piernas tras unas nueve horas de viaje. Me apoyé en el coche, estirándome con un pequeño bostezo mientras la pequeña Lara corría hasta un pequeño parque en el que saltó a un columpio, comenzando a balancearse. Sonreí al verla reír, acercándome. Me detuve al sentir una mano tomando la mano.
–Kira, ¿por qué no comemos algo?– cuando le miré, me acercó un poco– Seguro que a Lara le apetece algo de chocolate.
–Claro, iré a por ello a la gasolinera, tú quédate aquí con ella, ¿vale?
Él asintió, dando un leve apretón a mi mano. No quería que él entrara en la gasolinera por seguridad, si alguien le reconocía tendríamos un problema, no quería que volviera a pasar como en Rumanía.
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The Time We Lost
FanfictionLegado, ¿qué es un legado? Es plantar una semilla en un jardín que nunca llegarás a ver crecer. El legado de Kira va a ser completamente diferente, la guerra va a quedarse con parte del suyo, pero va a tener la oportunidad de, no conocer el suyo...