Sam y Steve habían estado hablando con él, para tratar de conseguir desenredar el misterio que rodeaba a nuestro ex Soldado de Invierno. Mientras tanto, Lara y yo estábamos sentadas en el suelo de la habitación continua, ella dejaba que le cortara el pelo con un cuchillo que guardaba siempre bajo la pernera del pantalón. Con mucho cuidado, había cortado su larga melena rubia, dejándola como una corta melena rizada. Al terminar, dejé el cuchillo en una pequeña mesa, acariciándole el cabello a la pequeña. Ella cerró los ojos, tranquila, sacándome una sonrisa al verla en tal estado.
Ambas nos sobresaltamos al escuchar como alguien llamaba a la puerta, de modo que dije un suave "Adelante" y la puerta se abrió, mostrando la figura de Bucky, con su camiseta roja y los pantalones vaqueros. Nos miró a ambas, seguramente descubriendo la mirada de la niña llena de curiosidad.
-Steve me ha dicho que tenéis algo que decirme.
Me puse en pie, sabía que era a lo que se estaba refiriendo con eso. Decidí respirar hondo, tomar a la niña en mis brazos y acercarme. Debía decírselo, no era algo que debía de seguir ocultándole.
-Es importante...- dejé a Lara delante de mí, ella lo miraba algo tímida, en silencio- Sobre Lara.
Él miró a la niña, acercándose unos pasos mientras nos miraba, como escéptico. Respiré hondo, tratando de buscar la mejor manera de decírselo. Había imaginado esa situación cientos de veces, sin embargo, ahora que estaba ocurriendo no se me ocurría nada que decir.
-¿Recuerdas lo que ocurrió antes de que fueras al campo de batalla?- traté de empezar con algo sencillo para recordar- Esa noche.
-Lo recuerdo, recuerdo la noche en la que...- se detuvo, frunciendo el ceño, para después mirar a la niña- Dijimos que tú y yo... La niña...
Lara dio un paso hacia delante, mirándolo fijamente. Ella le tendió su manita sin duda alguna, mientras este la tomaba con su mano humana, acercándola un poco.
-Papá...- ella dibujó una pequeña sonrisa, al fin podía decirlo abiertamente.
Él se mordió un poco el labio, con algo de cuidado acarició el cabello rizado de la niña, agachándose para estar a su altura. Acarició su mejilla con el pulgar en un gesto completamente natural. En cuanto quise darme cuenta, la pequeña estaba abrazada a él, escondiendo la cabeza en su cuello algo de puntillas. Tardó unos segundos en devolver el abrazo, sin embargo, en cuanto lo devolvió la acercó con cuidado mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios.
-Hola pequeña. -susurró acariciando su espalda.
Me mordí la cara interior de la mejilla, sin querer interrumpir su momento, pues sabía lo mucho que significaba esto para Lara. Sin embargo...
Él alzó la mirada hacia mí y sonrió teniéndome la mano, me conocía demasiado bien.
-Kira, sé que también quieres.
En cuanto lo escuché me acerqué todo lo rápido que pude y los abracé a ambos con fuerza. Cerré los ojos, ambos me estaban rodeando también, me sentía segura después de tanto tiempo. Estaba con mi famila, estaba en casa.
. . .
-Así que... Puedes mover cosas con la mente, ¿eh, pequeña?
Los tres estábamos sentados en una especie de banco algo maltrecho, la niña acurrucada entre nosotros dos. Él sonreía como no le había visto hacerlo en años, las únicas veces que le había visto sonreír fueron en las que nos decíamos "Te quiero". Sabía que Lara era el motivo de esa sonrisa, la niña era como un rayo de sol en un día lluvioso. Era capaz de alegrarle el día a cualquiera. Estaba orgullosa de ella, de lo que era y en lo que sería capaz de convertirse.
-Sip- ella asintió para darle énfasis- Y leer la mente para saber lo que piensas sobre mí.- ella rió, divertida al ver su expresión- Pero no lo hice.
-Si lo hubieras hecho habrías leído lo que me enorgullece tenerte.- acarició su cabello- Y lo mucho que me alegra teneros a las dos.
Sus ojos azules coincidieron con los míos, mientras dibujaba una sonrisa. Tomó mi mano, dejando que Lara se recostara a su lado, por lo que después de un rato se quedó dormida.
-Es una niña muy buena- susurró entrelazando nuestras manos- Estoy muy orgulloso de ella... Y de ti.
Con mucho cuidado me puse en pie, dejando tumbada a Lara con delicadeza. Su mirada estaba fija en mi, en cada uno de mis movimientos. Tiré un poco de él, quien se levantó y me rodeó con los brazos.
-Yo...- susurré, sus dedos tomaron mi mentón con cuidado- Te he echado de menos.
-Lo sé, Kira. - se acercó hasta que pude sentir prácticamente su aliento sobre el mío- Lo sé.
Poco a poco, permití que sus labios tocaran los míos. Me besaba con tal delicadeza, que pensé que al menor movimiento, uno de nosotros se rompería en pedazos. Llevábamos tanto tiempo sin estar juntos que sentía que podría perderlo en aquel momento, un movimiento en falso y él desaparecería de mis brazos. No quería abrir los ojos, puesto que tenía miedo de que aquello fuera tan solo una fantasía fabricada por mi cerebro para que no me volviera loca.
Rodeé su cuello con los brazos, acercándome a el para sentirlo más cerca, para sentir su presencia. Aunque el beso era lento, sabía que, por la forma en la que me acercaba, tenía tantas ganas de tenerme como yo a él. Que me había echado tanto de menos como yo a él, que el tiempo y la distancia solo habían hecho que quisierámos estar más cerca.
-Buck...-susurré juntando mi frente con la suya, aún con los cerrados.- En estos últimos días... He tenido miedo, de perderte y no poder volver a verte. Quería que conocieras a Lara porque es nuestra hija y...
-Kira, mírame, por favor- tomó mis mejillas, haciendo pequeñas caricias con los pulgares. Abrí los ojos, encontrando su mirada fija en la mía. – Cuando todo esto termine, los tres buscaremos un lugar donde vivir, sin nada que nos separe. Te lo prometo.
Sonreí muy levemente, tomando sus manos en mis mejillas. Asentí dejando que me besara cortamente, para después abrazarme, con sus brazos rodeando mi cintura y su cabeza apoyada en la mía. De modo que al fin cerré los ojos, me sentía segura con él, como hacía mucho tiempo que no me sentía.
Había vuelto a casa.
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The Time We Lost
FanficLegado, ¿qué es un legado? Es plantar una semilla en un jardín que nunca llegarás a ver crecer. El legado de Kira va a ser completamente diferente, la guerra va a quedarse con parte del suyo, pero va a tener la oportunidad de, no conocer el suyo...