Tensión

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Los cañonazos que marcaban el final de baño de sangre cesaron de sonar hace algún rato ya. Desde ese momento no habían parado de avanzar selva adentro. Finnick iba delante, abriendo camino con un machete y apartando del medio todo tipo de maleza que se encontraban. Tras él, las dos mujeres del grupo una detrás de otra, primero Koralia y Effie después. El grupo era cerrado por Haymitch que se encargaba de proteger la retaguardia y asegurarse de que nadie ni nada les atacara por detrás. El paso de los cuatro cada vez se reducía mas, causa del cansancio y la desidratación que empezaban a sentir, aunque apenas habían pasado algunas horas. Las dos chicas del grupo lo sentían mas que los otros dos. Finnick miro hacia atrás un momento y se dio cuenta de la situación. Cruzo una mirada cómplice con Haymitch, y este, que le había entendido, asintió.

—Podríamos parar un rato para descansar. —dijo el mas joven en voz alta mientras se paraba y se sentaba en la cuesta. Los demás no tardaron demasiado en seguirle —Deveriamos pensar en lo que vamos ha hacer.

—Tomar chicas, uno para cada una. —le dijo enseñándoles un par de cuchillos de supervivencia que había cogido de la cornocopia. Cada una agarro uno —Poneoslo en el cinturón. Puede que no podáis matar a alguien con ellos, pero si que podéis usarlos para defenderlos. —y tras esto hicieron lo que les dijo.

—Sinceramente, alguno de vosotros encontró agua o sabe donde encontrarla. —pregunto Effie a los dos chicos, ya que habían sido los únicos que habían podido ir a la cornucopia —Si no he entendido mal de las clases que dimos antes de venir aquí se puede morir de desidratación si no se bebe.

—Cierto, pero desgraciadamente no había botellas de agua, y si había alguna estaría en las mochilas pero no pudimos coger ninguna para comprobarlo. Por lo que encontrar agua seria una buena idea para empezar. Buena idea Effie. —le felicito con una pequeña sonrisa Haymitch —Aunque también diré que no he visto ningún rió por el camino y el agua de la cornocopia es salada así que tampoco sirve.

—¿Y alguien ha visto algo para cazar o recolectar? —pregunto Koralia que se había mantenido callada hasta ese momento.

—Parece que de eso tampoco abunda en est.... —y de repente se callo, como si se hubiera quedado mudo de golpe y las palabras no pudieran salir por su boca. Justo antes de que se callara, le pareció percibir como si algo se hubiera caído desde el árbol que tenían justo arriba y le daba al hombro del muchacho, pero seguidamente creyó que fue su imaginación. Finnick de repente volvió a decir algo —Levantaos y vallamonos. Oigo como llega alguien. —y recogió el tridente que había dejado en el suelo cuando se sentó.

—Yo no oigo nada. —le contesto Koralia, algo sorprendida.

—Deveriamos irnos. —insistió esta vez Haymitch empezando a andar hacia delante cogiendo el machete que su compañero había utilizado minutos antes y colocándose primero cortando.

Effie y Koralia se miraron sorprendidas por la reciente insistencia de ellos sobre marcharse del lugar rápidamente. Pero aun así salieron tras el que se había adelantado. Esta vez el grupo lo cerro Finnick.

Siguieron avanzando a paso rápido por mitad de la maleza, huyendo de algo que tan solo los chicos parecían haber visto. Cuando sintieron que habían estaban lo suficientemente lejos de lo que se supone que les perseguía, aminoraron la marcha, pero no se detuvieron. No paso mucho rato hasta que Effie pudo notar algo raro unos metros mas adelante pero no pudo identificar lo que era. No fue hasta que vio como un fruto seco, venido de no se donde, revoto en la nada que le vino a la cabeza lo que era. Iba ha avisar para que se detuvieran, pero ya era demasiado tarde. El machete había impactado de lleno en el campo de fuerza expulsando hacia atrás a su portador. Ahora este yacía en el suelo inmóvil, sin respirar y posiblemente con el corazón parado. A la que seguro que se le paro el corazón fue a Effie. No podía creer lo que estaba viendo. Su compañero, su amigo, tirado en el suelo sin mover un musculo, inerte en el suelo. Poco le falto para salir corriendo para intentar hacer que despertara a base de zarandearlo, pero Koralia no le dejo, agarrándola y sujetándola para que no se acercar, ya que Finnick ya estaba haciéndole la reanimación y no es bueno que haya mucha gente encima. Por cada segundo que pasaba mas desesperación tenia. Las lagrimas empezaron a salir por sus ojos, cada vez tenia menos esperanzas de que despertara. Desde la sala de control de mentores, Katniss y Peeta que estaban junto con Mags, que al igual que sus tributos ellos también estaban haciendo una alianza para conseguir mejores cosas juntando el dinero de los patrocinadores de ambos, estaban experimentando por primera vez lo que podría ser perder a uno de sus tributos, en este caso a Haymitch. Mags, que estaba sentada justo al lado de Peeta también pendiente de lo que pasaba, le acaricio el brazo y les miro a ambos con una mirada que intentaba consolarlos aunque sin mucho éxito. Habian pasado un par de minutos desde que se le había parado el corazón y la tensión se cortaba con un cuchillo. Tras este tiempo Finnick se separa del cuerpo, creyendo que no puede hacer nada mas. En la sala de control ya estaban preparando un cayon para anunciar su muerte. Pero como si de arte de magia se tratase, Haymitch cogió una gran bocanada de aire y volvio a despertar. Effie por fin pudo zafarse del agarre de Koralia y se agacho para abrazarle con fuerza, abrazo que fue correspondido.

—Tiene gracia que teniendo en cuenta que gane mis juegos usando un campo de fuerza, casi me mate uno.

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Tras el incidente del campo de fuerza, siguieron avanzando aunque mas lento que antes y Effie ayudando a caminar a Haymitch, por las secuelas que le había dejado el shock de antes. No habían encontrado agua, y la humedad y el calor no ayudaban nada. Ya estaban cansados y agotados de tanto caminar, ya no aguantaban mas. Se acabo, tenían que parar, dormir y recuperar fuerzas, y así hicieron. Effie ayudo a Haymitch a sentarse en el suelo y posteriormente sentarse ella al lado. Koralia no tardo mucho mas en hacerlo también. Al contrario que ellos tres Finnick fue a buscar agua y algo de comida, y solo volviendo con lo segundo: una especie de mamífero que ninguno de los cuatro había visto antes, que después de despellejarlo, Finnick lo lanzo contra el campo de fuerza para cocinarlo y después poder comérselo. Ya se había hecho de noche pero el cielo se estaba iluminado con una proyección del sello de Panem, y el silencio se rompió con el himno del país. Se mostraron las imágenes de los caídos del día, que tan solo habían sido los del baño de sangre:

Marrow Westler - Tributo masculino escolta distrito 5

Gliese Dugold - Tributo femenino distrito 5

Ivo Lockhearst - Tributo masculino escolta distrito 6

Eero Nitya - Tributo masculino escolta distrito 7

Woof Casino -Tributo masculino distrito 8

Phoxer Yule - Tributo masculino escolta distrito 10

Thifanny Waxler - Tributo femenino distrito 10

Iris Fallstreak - Tributo femenino escolta distrito 11

Ocho fueron las caras que salieron esa noche en el cielo. Volvió a salir el sello de Panem y el Hinmo termino. Los cuatro miraron al cielo y se quedaron con una mirada de resignación. Decidieron dormir por turnos. Finnick se ofreció ha hacer la primera guardia. Se quedo durante un buen rato solo, inmerso en sus pensamientos pero atento a cualquier cosa que pudiera pasar, mirando el interior de el departamento secreto que poseía su brazalete, posiblemente con una foto de Annie, y deseando estar de nuevo junto con ella. Pero lo saco de sus pensamientos. Un ruido, un gran estruendo. El sonido de unos rayos cayendo encima de un gran árbol a lo lejos, justo enfrente de donde estaban. Estaba tan concentrado mirando de donde venia que no pudo contar cuantos habían sido. Y como si le leyera la mente alguien le contesto.

—Son doce, doce rayos. —le dijo Effie.

—¿Por que crees que serán? —le pregunto.

—No se. Doce rayos por los doce distritos.

—O a lo mejor son las doce de la noche.

—¿Quien sabe?

Mentor y escolta en la arenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora