Camino al distrito 13

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Haymitch despertó. Estaba tumbado en una camilla. Enfrente suyo se encontraba Beetee, que tenia algunos tubos saliendo de su cuerpo, que le estaban suministrando algunas sustancias. También estaba conectado a algunas maquinas para medir sus pulsaciones y diferentes cosas que no entendía. Parecía que lo estaban manteniendo con vida. El no parecía estar conectado a nada, y tampoco lo necesitaba. Tan solo tenia una venda rodeandole el brazo izquierdo, para cubrir la herida que le hizo Finnick para sacarle el rastreador. De lo ultimo que recuerda, esta haber matado a Wade con su propia arma con ayuda de Mizar; que apareció para ayudarle; y luego le cayo algo en la cabeza que lo desmayo, un trozo del campo de fuerza de la arena. Recuerda también que lo mato para proteger a Effie, ya que él intento matarla. ¡Effie! ¿Donde esta?¿Donde están los demás?¿Donde esta él? Habrá salido bien el plan y los habrán sacado a todos, o habrán tenido que hacer sacrificios. Quedaban 7 con vida, a lo mejor demasiados para salvarlos a todos. Tan solo esperaba que Effie estuviera a salvo, por lo menos ella, aunque fuera a precio de él mismo. Plutarch lo habrá hecho bien, habrá salvado a los necesarios, o habrá salvado a los que él creía necesarios. Lo habrá salvado a él o lo habrá capturado el capitolio. Necesitaba averiguarlo ya. Se levanto de la camilla y se dirigió hacia la puerta de la sala. La abrió despacio y se asomo al pasillo. No había nadie. Camino lentamente esperando que no saliese nadie, por si acaso, y llego a la puerta al final del pasillo. Se coloco al lado de ella, pero sin abrirla, para escuchar la conversación que se daba dentro. Se escuchaban las voces de dos hombres y una mujer. Una de las voces masculinas la reconoció rápidamente; era Mizar; y la otra no tenia ni idea. Podía ser la Plutarch. Total no lo había escuchado nunca, y este le había informado de la rebelión; como a todos los demás; mediante una carta que había enviado con Trepadora. Entonces la otra voz grito, y la reconoció al instante, lo había visto antes. Ya sabia hacia donde se dirigía.

La puerta se abrió de repente, permitiendole entrar. Dentro había dos hombres y una mujer hablando en torno a una mesa. Uno de los hombres y la mujer tenían vendas alrededor de su brazo izquierdo, al igual que ella. De pronto, los tres se dieron cuenta de su presencia y giraron para verla.

—¡Effie! Parece que ya te has despertado. —le dijo el hambre que no tenia ninguna venda en el brazo.

—Plutarch. ¿Que haces aquí? ¿Que esta pasando?¿Donde estamos? —pregunto confusa con la situación.

—Por favor Effie, siéntate, relájate y deja que te expliquemos. —le dijo Finnick mientras le ofrecía una silla.

Ella hizo caso y se sentó. Le explicaron sobre la rebelión que se estaba llevando a cabo, sobre el plan para sacarla a ella junto con Hymitch; que sabía de todo el plan; de la arena para ayudar a su sinsajo; que era Katnnis; que la mitad de los distritos estaban al tanto de esto, que Johanna le había quitado el rastreador a ella y Finnick a Haymitch. También le dijeron que tanto Plutarch como Mizar, pertenecían a una organización para derrocar al Capitolio. Mizar tenía que conseguir que Trepadora fuera a los juegos, para que juntos pudieran vigilarlos y protegerlos, y que ella pudiera llevar a cabo todo el plan de reventar la arena junto con Beetee. Ahora había cosas que empezaban a encajar. Recordó el momento en el que Finnick en el primer día decidió salir corriendo así como si, o cuando vio como un fruto seco le avisaba del campo de fuerza, o la rápido aparición de Trepadora para salvarla cuando tropezó cuando huía de las grietas. Todo eso habían sido cosa de Trepadora. Posiblemente Mizar estuviera vigilando al otro grupo (Johanna, Beetee y Fawn).

Plutarch por su parte se encargó de que el alambre estuviera en la cornucopia, que la propia Trepadora pudiera estar en los juegos; convenciendo al presidente Snow de no matarla antes de llegar a estos; y ayudando ha mandar todo lo necesario, sea lo que sea. El pan que recibían en la arena era un código para el momento del rescate. El distrito del que salía el pan indicaba el día: tres. El número de panecillos indicaba la hora: veinticuatro. Acabaron diciéndole que se dirigían hacia el distrito 13. Effie se empezaba ha sentir mareada por tanta información. Le costó algo asimilarlo, y cuando lo hizo.

Mentor y escolta en la arenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora