"¡Ayuda Haymiiiitch! ¡Por favoooor!"
Solo cuatro palabras. Solo esas cuatro palabras podrían erizarle mas la piel. Todos se sorprendieron de lo que habían oído, todos miraban hacia la selva buscando el origen del grito, pero no lo encontraban.
"¡Ayudameeeeee!"
Volvió a gritar la selva. No podía quedarse quieto, tenia que hacer algo. Saco el cuchillo que tenia metido en su cinturón, y sin pensárselo dos veces se adentro en la jungla para encontrarla, para rescatarla de lo que sea que le este atacando. No iba ha perdonarle lo que le estuviera haciendo, y tampoco se perdonaría a si mismo si la dejaba morir.
—¡Espera Haymitch! —le grito Mizar para posteriormente coger su espada y salir en su persecución. Él sabia que si le estaban haciendo algo a Effie, a Trepadora era muy probable que también, si no se lo habían echo ya y estaba a punto de morir. No podía dejarla morir, era su compañera, y en cierta manera amiga, y prometió protegerla y mantenerla con vida.
—Voy con ellos. Necesitaran mi ayuda. Johanna quédate con ellos dos. —dijo Finnick señalando a Beetee y a Fawn, para luego adentrarse en la selva con su tridente en mano. Los otros dos habían entrado con unos segundos de diferencia, pero él era mas rápido y no tardo mucho en colocarse casi a su altura. No conseguía ponerse completamente a su altura, a causa de que a diferencia de ellos dos, el no tenia motivo para correr hacia el interior de la selva, más que el de ayudarles a derrotar a lo que demonios las estuviese atacando.
Haymitch seguía en cabeza, abriendo camino con su cuchillo, corriendo a toda velocidad. Los gritos cada vez estaban mas cerca, cada vez parecía tenerlos mas a su lado. De repente paro, los oía al lado suyo, pero no veía nada ni a nadie. Donde estaba, donde estaban él o los que le estaban haciendo daño a ella. Su odio creció a cada momento que pasaba. Los gritos de auxilio no bajaban la intensidad, pero tampoco aumentaban. Se estaba volviendo loco a cada segundo. No parecían parar y de repente, ¡BOOOM!, un cañonazo y los gritos cesaron. Haymitch cayo de rodillas al suelo. No podía creerlo. Effie había muerto y él no había podido hacer nada para impedirlo. Se sentía miserable y no quería creerlo, y ahora quería ser él que gritara. El único motivo por el que no lo hizo, era por que podría llamar la atención de quien o que la había matado. Mizar y Finnick ya habían llegado a su lado y también se habían quedado conmocionados con lo que había pasado. Mizar se le pasaba por la cabeza una pequeña posibilitad, que no quería que fuera real. Tan solo se había oído un cañonazo, no dos. Por lo que es posible que Trepadora fuera el cañonazo de esa mañana, por que si no ya habría sonado o se habrían escuchados también su gritos. No creía que se tardasen mucho en matarla a ella también, debería estar muerta ya. Sabia mas que de sobra que ella seria capad de arriesgar su vida con tal de proteger la de otra persona. Por lo que primero la habrían matado a ella antes que ha Effie. Quería consolar a su compañero que ahora se encontraba en el suelo a cuatro patas, después de haber dado un fuerte golpe al suelo; pero algo se lo impidió. Un pequeño, aunque angustiante, hilo de esperanza.
"¡Mizaaar! ¡Ayudameee!"
Era ella pidiendo su ayuda, tenia que ayudarle. No podía dejarle morir como a Effie. Podía salvarla. Salio corriendo hacia el nuevo grito que salia de la selva. Con la espada levantada a la altura de su cabeza, preparándose para asestarle un golpe mortal a quien sea el culpable. Estaba siendo seguido, a unos veinte metros, por los otros dos hombres que habían corrido también hacia la selva. Los gritos aumentaban el volumen a cada segundo que pasaba, hasta que ya no lo hicieron mas. Quería seguir disminuyendo la distancia con ella. Puso el oído para descubrir donde estaba, y algo para su sorpresa, los gritos venían de los arboles. Inclino la cabeza para ver desde donde exactamente, pero no la encontraba, no la veía. Tan solo veía una cosa, unos pájaros volando de un árbol a otro. Le costo menos de un momento reconocerlos, eran charlajos. Los gritos eran falsos. Los culpables eran ellos, esos malditos pájaros. Y él y Haymitch habían picado en la broma. Se había dejado llevar por la emoción de encontrarla, y no se paro ha pensar. Trepadora nunca seria capad de pedir ayuda si eso acabara poniendo en peligro a otra persona. Los otros dos hombres ya habían llegado a su altura. Los vigilantes parecían haberse dado cuenta de que él se había dado cuenta de su juego, por lo que pararon de poner los gritos de ella.
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Mentor y escolta en la arena
FanfictionEl presidente Snow ha descubierto como undir a Katniss, quitándole a dos de las personas que más aprecia y que más le ayudaron a salir de la arena. El tercer vasallaje esta a punto de empezar y las reglas han cambiado. "En este vasallaje como vamos...