Mentor y escolta en la arena

Condiciones y sorpresas

Decidimos pasar de volver a la sala de mando y ir directamente a la cafetería la cual estaba bastante llena y la gente se apelotonaba en las mesas, lo cual por otro lado es normal habiendo aquí tres distritos. Aunque dos de ellos estaban debilitados, la afluencia de gente se nota demasiado. Algunas personas levantan la mirada al pasar y se me quedan mirando. Posiblemente familiares o amigos de algún que otro tributo del que yo haya sacado el nombre. Trepadora nos conduce hacia la única mesa que me aprecian algo, o por lo menos fingen hacerlo. Una mujer con su hija junto con una niña pequeña y un joven rodeado por una chica de mas o menos la misma edad y una señora mayor en el lado del fondo, y el joven que fingía ser el primo de Katnnis apartado en una esquina mirando su plato de comida al lado de un hombre que no conocía que parecía importarle poco o nada lo que sucedía a su alrededor. Nos sentamos en el lado de la mesa mas vació. Peeta se sentó al lado del hombre misterioso y Trepadora se sentó encima de la esquina de la mesa con los pies apoyados en el asiento, dejándome a mi sentarme en el medio. Todos los de la mesas dejaron de hacer lo que estaban haciendo ante tan repentina entrada. Lucy dejo de hablar con Prim, se levanto de su asiento y fue corriendo a sentarse al lado de Trepadora, la cual bajo de la mesa para sentarse esta vez en el banco. Pero a partir de ahí no hubo ningún movimiento, ni una sola palabra

—¿Qué tal estáis, chicos? —pregunta Finnick, rompiendo el hielo —Parecéis algo mal, ¿Qué ha pasado? —puede que haya notado las marcas que seguro que tengo alrededor de los ojos por haberme desahogado en el baño.

—Nada en especial, es solo el estrés. —le contesto para intentar tranquilizarlo.

—Estas segura, porque aunque no te conozco mucho se que cuando estas asi algo ha pasado y explicarme porque no habéis llegado a la hora de la cena. —nos dice Johana.

—No teníamos hambre, eso es todo. —contesta Peeta ahora —Solo estamos aquí para hacer tiempo y para estar con vosotros un rato.

—¿Y quien os ha dicho que queríamos estar con vosotros? —dice el hombre que no reconozco de la esquina de la mesa —especialmente con ella.

—¡Blight! ¡Cállate! —le reñega Johana.

—No le hagas caso. No nos importa que estés aquí. —me dice Prim.

—Enserio estáis defendiendo a la pija del Capitolio. A la que se dedicaba a sacar nombre de niños inocentes. Especialmente el tuyo, Prim. O no lo recuerdas. —le dice mirando a la pequeña.

—Lo que yo recuerdo es a una persona haciendo el trabajo que le habían mandado sin elección. —dice Finnick -ninguno tiene la opción de no hacerlo.

—Igual que tu, los escoltas están siempre dentro de los juegos. Una vez en los juegos, siempre en los juegos. —le responde Johana.

—Si no quieres estar sentado en esta mesa puedes levantarte e irte. No estás obligado a quedarte aquí. —dice ahora Trepadora.

Todos me han defendido, de una manera o de otra. Todos han dado la cara por mi o han puesto una cara de disgusto hacia Blight, incluso Prim la que menos me lo esperaba por haber sacado su nombre hace 1 año. Todos menos una persona, Gale que se mantuvo callado con la cabeza gacha sin mediar palabra y sin cambiar el rostro. Blight tras estas palabras se levantó con su bandeja y se dirigió hacia no se donde.

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

El resto de la cena transcurrió con normalidad. Nos levantamos de la mesa y tanto Peeta y yo seguimos a Trepadora, la cual le tiene la mano agarrada a Lucy, que nos tenia que guiar hasta nuestras habitaciones. Pasamos por corredores que a diferencia del resto del día, pasaban continuamente personas de un lado a otro. Posiblemente al ser la ultima hora del día en la que todos pudieran hacer sus cosas, todos se apresuraban a hacerlas. Llegamos a una puerta donde hay un letrero que pone "475" donde Trepadora se detiene.