Capitulo 6

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¿Puedes oír latir mi corazón?,

¿Puedes oír ese sonido?

Porque no puedo evitar pensar,

y ahora no pararé.

POV STEFANO D'ANGELO

No sé cómo diablos pero termine viniendo nuevamente a nueva york para ver a Adalia, el cachorrito me llamo llorando y tampoco se dé donde obtuvo mi numero aunque no es difícil suponer que del celular del tío Dudu, ahora me encontraba hospedado en el hotel royal, rodando los ojos me acosté para descansar un rato, estaba fastidiado tenía mucho por hacer en Italia y yo acá perdiendo el tiempo pero también si volvía no iba a poder venir a la fiesta de la empresa, toda esta mierda me estaba frustrando mis hombres seguían buscando a los malnacidos que me robaron, cerré los ojos tratando de dormir cuando mi celular comenzó a sonar, mire quien era y era el mismo número de ayer cuando me marco el cachorrito por lo que supuse era él.

Hola, pequeño, conteste

No soy el, soy yo Adalia, dijo del otro lado.

Adalia, ¿qué paso?, ¿estás bien?, dije y pregunte.

Sí, yo solo quería invitarte a mi casa a cenar, por haber venido desde lejos, dijo sonando un poco nerviosa.

Ah, no sé si pueda, conteste haciéndome el desinteresado.

Por favor es para agradecerte, además a mi hijo le gustara verte, dijo y seguía escuchándose nerviosa.

Ok, déjame pensarlo y te llamo, conteste con una sonrisa, obviamente iría.

Mmm, ok gracias, cuídate, dijo y colgó por lo que yo ensanche mi sonrisa.

Me levante de la cama para darme un baño, tenía que salir a comprar algún regalo para ella y el cachorrito para entregársela en la cena, aparte de que quería ir buscando algún traje para la gala de este sábado, me di la ducha rápidamente y me vestí casual Salí del lugar a toda prisa para ir al centro comercial más cercano después de un rato salí del lugar haciendo que algunos periodistas me fotografiaran, maldecí por mis adentros.

-Mierda justo hoy me tenían que reconocer, murmure.

-Señor díganos que lo trae por Nueva York, pregunto un reportero, pero no respondí y continúe caminando, si esta vez fui solo dejando a mis hombres de confianza en Italia.

-Señor, es cierto que tiene problemas legales, pregunto otro reportero haciendo que rodara los ojos sin dejar de caminar, -Señor, es cierto que esta por comprometerse, dijo y no me detuve a nada, estaba harto a todo esos chismes, que yo fuera empresario no les debería importar lo que haga o deje de hacer con mi vida, que si estoy por comprometerme o comprometido, que si estoy casado o saliendo con alguien, que si tengo hijos o no es mi vida yo los mantendré no ellos en fin era tema de todos los días ya no les tomaba mucha importancia, seguí caminando pero algo mejor dicho alguien llamó mi atención en una tienda de helados, me acerque y observe que era Derek el cachorrito llorando, pero algo no andaba bien, más lejos de él viendo sus movimientos estaba un hombre, me acerque completamente a el pequeño.

-Cachorrito, dije agachándome a su altura y el pequeño me miro llorando tenía sus ojitos rojos junto con su nariz por el llanto.

-Stefano, dijo entre hipidos y se echó a mis brazos solté las bolsas para abrasarlo y se aferró a mí.

-Ya paso, estas bien, dije aun abrazándolo, viéndolo bien no tenía intenciones de soltarme.

ScorpionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora