Capitulo 18

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POV STEFANO D'ANGELO

Estar lejos de nueva york me preocupa por el hecho de dejar sola Adalia y al cachorrito con ese maldito suelto vigilándola, aunque sé que ella sabe defenderse pero también sé que ese loco es capaz de cualquier cosa, simplemente no me fio de nada ni de nadie, aunque casi siempre que podía le mandaba mensaje o le terminaba hablando, ya solo un día más para verlos pensé, estaba concentrado en mi ordenador hasta que mi celular vibro, lo tome para checar dejándome impactado.

Número Desconocido.

Que se siente estar lejos de las personas que quieres y no puedas defenderlas.

Yo

Mierda Augusto, sé que eres tú déjala en paz, si no quieres morir.

Número Desconocido

Quieres venir por ellos, hazlo te estaré esperando en los Lagos llamados Dulces Aguas.

Pd: El diablo espera a la Bestia.

No respondí a vente el celular haciendo que cayera y pasándome las manos por la cara de frustración, levante el celular para marcar el número de Adalia pero nada, un tono, dos, tres tonos y buzón, maldije cuando vi que no contestaba el celular marque rápidamente a Frank.

-Necesito que contactes a Adalia, dije sin más.

-¿Qué paso?, dijo en tono preocupado.

-No me contesta el celular y estoy preocupado, dije y acepto avisándome que me marcaria cualquier cosa, salí del despacho para reunirme con mis hombres, les explique que necesitaba salir de Italia con carácter de urgencia, le pedí a Giotto que diera el aviso de usar el helicóptero dado que era una emergencia, asintió y sin más después de unos minutos regreso para decirme que todo estaba listo para regresar a Nueva York, segundo después marco Frank avisándome que tampoco le respondía el celular a él, cosa que me hizo querer viajar más rápido

Al poco rato que me parecieron eternos llegamos baje como alma que lleva el diablo del helicóptero, dejando a tras a mis hombre le mande a Frank mi dirección y corrí en busca de un taxi que me llevara hacia los lagos. Al llegar al lugar no encontré a nadie todo estaba completamente solo, mi celular vibro anunciando un mensaje, ignorándolo busque por el lugar rastro del imbécil de Augusto o de Adalia, saque el celular para marcarle, encontrándome con una sorpresa era un mensaje del infeliz

Número Desconocido

Sorpresa

No entendía nada estaba sorprendido hasta que la realidad cayo en mi cuando sentí que alguien me golpeo dejándome aturdido había caído en una trampa me voltee como pude y regrese el golpe pero él estaba en mejores condiciones que yo, de pronto salieron otros dos y continuaron pegándome sin permitirme defenderme, como pude me protegí cuando ya me encontraba en el suelo, la vista se me nublo y ya no pude ver nada, antes de retirarse escuche que me murmuraron algo que no pude entender, escuche un celular a lo lejos sonar y entonces sentí como caía en un profundo sueño, no me importaba morir si con ello dejaba seguro a mi pequeña y al cachorrito pero como se que no es así tengo aguantar, ser duro como el titanio.

POV ADALIA MILLER

Estaba preocupada tenía en mi celular varias llamadas perdidas de Stefano y Frank no había podido contestar debido que estaba ocupada en la oficina y mi celular se encontraba apagado por descarga que para el colmo había olvidado el cargador, al llegar y encenderlo me percate de las llamadas, decidí regresársela a Stefano pero este no respondía por lo que opte marcarle a Frank.

-Adalia, ¿donde mierda estabas?, dijo Frank en tono de alivio.

-Perdón Frank, luego te cuento ahora ¿Sabes dónde se encuentra Stefano?, dije y pregunte preocupada.

-No, lo único que supe es de un mensaje que me envió una ubicación cerca de los lagos en Nueva york, le mande un mensaje pero no ha respondido, incluso le marque así como a ti ,dijo y sin más me despedí, llame a dos de mis hombres para que me acompañaran ya que pensaba dejar a Mario y Lukas para que cuidaran de la casa con mi pequeño, salimos rápidamente en una de las camionetas rumbo a la ubicación que Frank había mencionado al llegar nos bajamos y caminamos un poco debido a que el camino no estaba en muy buen estado, nos adentramos al bosque cuando llegamos en busca de Stefano, comencé a llamarlo agritos pero al no ver respuesta le marque y escuche su celular por lo que decidí caminar hasta que vi un bulto tirado no muy lejos de mí, era una persona corrí hacia ella llamándola y me sorprendió ver quien era.

-Stefano, dije en un susurro, estaba mal herido e inconsciente, grite a los chicos para que me ayudaran a llevarlo al auto, proseguimos a marcharnos de ahí para regresar a casa y que un doctor pudiera ver a Stefano.

Media hora de camino estaba en casa con un Stefano muy herido y un médico revisándolo, agradecía a los cielos que mi pequeño no pudiera verlo o se pondría triste.

-¿Cómo está?, pregunte al médico que salía de la habitación donde se encontraba el italiano.

-Esta delicado por las dos costillas rotas y los golpes que tuvo, pero le recete unos medicamentos para los dolores y una pomada para los moretones, tiene que guardar reposo eso si por lo menos 20 días para que se recuperen sus costillas, dijo y asentí.

-Gracias, dije y asintió.

-Hija, perdón, Adalia, ¿Cómo sigues tú?, dijo en un tono paternal el medico de nombre Efraín, que tuve la fortuna de conocer cuando era joven y estaba embarazada lo quiero mucho razón por la que deje de verlo para no involucrarlo en mi mierda y le hicieran daño.

-Bien, dije con una sonrisa y asintió del mismo modo.

-Me da gusto, que ya no tomes esas cosas feas, dijo y asentí sonriendo, era cierto desde que el italiano apareció deje las pastillas para mis crisis y mis pesadillas habían desaparecido.

-A mí también, dije sinceramente y sonrió asintiendo.

-Bueno me retiro, nos vemos luego para mandarle hacer unos RX para ver si no tuvo alguna lesión interna, dijo y asentí.

Cuando se marchó el medico decidí entrar a ver a Stefano, estaba en mi cama con un suero y pálido.

-Despierta, susurre sentando a un lado de la cama para tomar su mano,-Te necesito a mi lado, dije nuevamente y sentí como un ligero apretón, que me provoco ilusión a que me escuchaba perfectamente pero aún estaba bajos los efectos del sedante, - ¿Por qué fuiste aquel lugar?, pregunte en un susurro, quería saber.

Después de estar un momento con Stefano decidí dejarlo descansar e ir a descansar un rato también.

ScorpionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora