Scorpion

Capitulo Extra 15

Por fin tenía todo lo que quería para acabar con el italiano sabia cuáles eran sus puntos débiles la empresaria Adalia Miller y su hijo podría acabar con ellos y destrozaría el corazón del estúpido italiano.

-Jefe llego su encargo, dijo uno de mis hombres entregándome un paquete

-Muy bien, dije tomándolo para comenzar a abrirlo, tome las hojas y quede en shock no podía creerlo, en serio, es en serio todo este tiempo frente a mis narices, todo el maldito tiempo la tuve frente a mí, con razón se me había hecho conocida cuando la vi por primera vez en la pantalla, como había cambiado todo en ella era mucho más hermosa que cuando era joven, tonta e inexperta, su cuerpo le habían asentado bien los años claro que aún era joven pero podía suponer que no inexperta o eso creía, quería sentirla nuevamente como cuando la tuvo la primera vez haciéndola gemir y temblar pero ahora ella me odiaba con todo su ser y como no lo haría le había arrebatado todo, pero ella también le había arrebatado por "vengarse.

- Así que Adalia Miller, es la misma Iría y la misma Scorpion, dije susurrando nuevamente, ahora tenía el poder de acabar con los tres fantasmas al mismo tiempo y no dudaba de hacerlo y lo mejor del caso Stefano gustaba de ella, que pasaría si volviera a repetirle lo de antes, Stefano la volvería a ver igual que antes.

Sin decir más decidió salir, de ahora en adelante la vigilaría y no mandaría nadie lo haría personalmente para estar al tanto de todo, dejaría que las aguas se apaciguaran que se confiaran para poder dar su golpe final, así mataría a tres pájaros de un tiro, Iria, Scorpion morirían sin quedarse atrás el bastardo que tenía por hijo y por supuesto al mismo Stefano. Ninguno se lo imaginaria, pero lo que tampoco se imaginaba es que sus enemigos también estaban creando un plan para acabarlo, los rusos a quien les quito miles de dólares, los japoneses a quienes les robo un millón de dólares, y los saruzzo competencia de Adalia quienes habían sido despojados de todo por él y no hacían más que recibir órdenes del idiota y eso ya los había hartado.

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