En donde les doy un vistazo más profundo a la relación de Stiles y Mer, además de llenar algunos huecos en la trama de la saga.
[I M P O R T A N T E]:
• Dividido en secciones para evitar spoilers.
Prohibida la copia parcial o total de esta obra. Dil...
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Stiles y Meredith estaban en serios problemas. Muy, muy serios. Y ambos lo sabían. Lo que no sabían, era que todo empeoraría esa misma noche.
Para empezar, al salir de la comisaría, Rafael McCall había recordado el condón que su exesposa había encontrado semanas atrás en el cuarto de su hija y cómo él se había ofrecido a ser quien la confrontara al respecto, habiéndolo hecho durante la cena la noche en que Meredith llegó acompañada de Stiles y su primo Miguel; ella y su novio le aseguraron que en la clase de salud les habían dado a todos un condón, y él les había creído.
De modo que, al llegar a la casa, tanto él como Melissa comenzaron un incómodo interrogatorio hacia la adolescente.
—¿Qué quieres decir con que si esta es la primera vez que pasa? —preguntó Mer, arrugando la nariz, sentada en el medio del sillón de tres plazas.
Rafael y Melissa estaban parados frente a ella, su papá cruzado de brazos y su mamá con las manos en las caderas. Ambos lucían igual de molestos.
—No te hagas la que no entiende, Meredith Grace McCall —soltó Rafael.
—Pero es que en verdad no entiendo —enuncio la aludida con sinceridad—. ¿Qué es lo que quieren saber?
—¿Es esta la primera vez que Stiles y tú tienen relaciones sexuales? —cuestionó Melissa, esforzándose por no perder los estribos con su hija.
Meredith boqueó un poco, parpadeando con frenesí de manera involuntaria.
—¿Por qué... por qué quieren saber eso?
—¿Sí o no, Meredith? —farfulló su padre entre dientes.
Ella tragó en seco.
—N-no sé qué importancia tiene eso. ¿Qué más da si es la primera o vigésima vez? —soltó con nerviosismo.
—¡¿Vigésima?! —exclamaron a unísono sus padres.
—No es que esa sea la cantidad exacta. La verdad es que perdí la cuenta, pero no fueron tantas, creo... Lo importante es que siempre hemos usado condón, ¿no? Quiero decir, no voy a embarazarme a los dieciséis y no vamos a salir en ningún reality show de MTV —balbuceó Mer, el pánico apoderándose de todo su ser y haciendo que las palabras salieran por sí solas—. Eso es bueno, ¿no?
Rafael McCall sintió que le iba a dar un infarto. Melissa estaba que no se lo creía. Y la cosa fue peor para ambos cuando al revisar el cuarto de su hija encontraron una caja que en algún momento tuvo diez condones dentro.
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Cuando Parrish arrestó a Stiles, le había dado a Meredith la oportunidad de buscar su pantalón y ponérselo además de tomar la camisa de franela del chico y los zapatos de ambos, por lo cual, cuando llegaron a la comisaría estaban presentables. No obstante, al enterarse de lo sucedido, Rafael McCall se había quitado su enorme saco y se lo había puesto a su hija sobre los hombros (a quien por cierto Parrish había metido desde el inicio en la oficina del sheriff Stilinski) para luego armar todo un alboroto.
