En donde les doy un vistazo más profundo a la relación de Stiles y Mer, además de llenar algunos huecos en la trama de la saga.
[I M P O R T A N T E]:
• Dividido en secciones para evitar spoilers.
Prohibida la copia parcial o total de esta obra. Dil...
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La tranquilidad se respiraba en la brisa que movía las ramas de los árboles y se sentía en la calidez de la noche. El estrellado cielo sobre Beacon Hills reafirmaba esa tranquilidad, aun cuando la luna llena brillaba por lo alto, en todo su esplendor. Sin embargo, todo eso acabó al momento en que por la radio policiaca instalada en el Jeep comenzaron a anunciar varios reportes de la comunidad sobre el avistamiento de un chico-perro monstruoso corriendo desnudo por la ciudad.
Durante dos horas ya, Scott, Isaac y Stiles habían estado buscando a Liam sin tener éxito alguno; fueron a su casa, mas que según su madre él dijo que iría a jugar videojuegos con su mejor amigo, quien les informó que el rubio nunca llegó, así que se dieron una vuelta por la escuela y también por la reserva, pero no estaba en ninguno de esos lugares, así que cuando oyeron acerca del chico-perro no dudaron en ir al último lugar donde dijeron verlo, seguros de que se trataba del pequeño y descontrolado beta.
Supuestamente, Liam ya sabía controlarse por sí solo durante las lunas llenas, según él solo tenía que pensar en su ancla para calmar los salvajes instintos de lobo que vivían en su interior, y todos le creyeron porque, bueno, nada malo sucedió durante el tiempo que los hermanos McCall estuvieron en San Francisco. No obstante, esa noche les quedó claro que había mentido.
—No puedo creer que ande corriendo desnudo por la ciudad —masculló Isaac desde el asiento trasero del Jeep cuando éste se detuvo ante una luz roja.
—¿En serio? Porque ese zoquete se ve de lo peor. Seguro es capaz de cosas peores —acusó Stiles, recibiendo una mirada cansina e irritada por parte de su copiloto, la cual ignoró de forma olímpica.
—Sabes perfectamente que el único problema de Liam es la ira —le dijo en tono serio Scott—. Y no sabemos si en verdad está desnudo —agregó hacia el rubio sentado detrás de él.
—Tiene T.E.I. —recordó el piloto del vehículo—, eso lleva a cualquiera a tener muchos otros problemas.
El semáforo cambió a verde y Stiles pisó el acelerador, faltaban solo unas cuantas calles para llegar a su destino: el centro comunitario, último lugar donde reportaron haber visto a Liam Dunbar. Aunque a penas estuvieron de nuevo en movimiento cuando Scott recibió un mensaje de texto.
Meeeeer | 09:03 P. M. S. O. S. Hay algo afuera de la casa.
Scott frunció el ceño e inevitablemente la preocupación le embargó en cuestión de un milisegundo en cuanto leyó el corto mensaje de su hermana menor.
—Da la vuelta —ordenó a su mejor amigo de toda la vida.
—¿Qué?
—Da la vuelta —repitió el alfa—, tenemos que ir a mi casa.
