Uno

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UNO | Cuando Meredith se enamoró de Stiles.

UNO | Cuando Meredith se enamoró de Stiles

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Estaba emocionada, era mi fiesta de cumpleaños número siete y había invitado a todos mis compañeros de clase.

Mamá había arreglado la casa entera, colgó serpentinas en el techo, había globos por todos lados y en la sala resaltaba una manta con las palabras "¡Feliz Cumpleaños, Gracie!" (porque en ese entonces todos me llamaban por mi segundo nombre); mientras tanto, en el patio, había instalando unas cuantas mesas para los invitados y había un castillo inflable.

Todo iba a ser genial, entre el enorme pastel de vainilla con un castillo decorativo en el centro con la torre más alta funcionando como vela, las bolsitas de dulces atascadas con todo el azúcar del mundo, el castillo inflable y el mago que contrataron mis padres, mi fiesta sería la mejor de todas. Sería incluso mejor que la fiesta de Katy Petowski...

—Espera, espera, espera... ¿Quién rayos es Katy Petowski? —soltó Stiles, interrumpiendo a su novia.

—Era la niña más popular y odiada de mi salón —responde Meredith al instante, columpiándose ligeramente.

—¿Cómo puedes ser la más odiada y también la más popular al mismo tiempo?

—Okay, quizá solo yo la odiaba —admitió ella, virando los ojos—. Pero ella se burló de mi corte de cabello y de mis dientes el primer día de clases. Además, no me invitó a su fiesta de cumpleaños. Tenía razones para odiarla —justificó, haciendo un pequeño ademan con las manos.

—De acuerdo, pero si no te invitó a su fiesta de cumpleaños, ¿cómo sabías que la tuya sería mejor?

—Porque todos hablaban de la persona que contrató su mamá para pintarles la cara con su personaje o animal favorito y lo increíbles que se veían. Como sea, volviendo a ese día...

Mamá me había comprado el vestido de princesa que tanto quería y también una tiara, la cual me quedaba un poco grande y para que no se me cayera la tuvo que sujetar con unos broches. Aun así, yo me sentía fantástica y como una princesa de verdad.

—Recuerdo esa tiara. Y lo tierna que te veías con el cabello rizado —indicó Stiles, volviendo a interrumpirla—. Creo que esa fue la única vez que te he visto con el cabello rizado —agregó, frunciendo el ceño apenas un poco.

—¿Te acuerdas de cómo traía el cabello? —preguntó ella risueña.

—Sip. También recuerdo que no podías apagar la vela de tu pastel y Scott trató de ayudarte pero terminó cayéndose encima del pastel, entonces tú soltaste el grito más agudo de la historia y corriste a encerrarte al baño.

—¿De verdad? Yo no me acuerdo de eso.

Sabiendo que Meredith mentía, y que ella mejor que nadie recordaba lo desastroso que aquel día había sido, Stiles decidió dejar el tema del pastel a un lado e incitarla a contarle la parte de la historia que él quería escuchar.

—Bueno, ya dime qué fue lo que hice yo ese día para hacer que te fijaras en mí.

—Fuiste a mi fiesta —contestó con voz queda—. Sé que fuiste por Scott, pero aún así... Fuiste el único que se presentó.

Tú y tus papás llegaron justo cuando yo lloraba en el regazo de mamá, pidiéndole que tirar el pastel a la basura porque nadie iría a mi fiesta. Ella trataba de consolarme, diciendo que quizás era culpa suya porque escribió mal la dirección de nuestra casa en las invitaciones, aunque yo sabía que no lo había hecho.

Sabía que la maldita de Katy Petowski era la razón del por qué nadie había ido a mi fiesta.

Estaba desconsolada, quería llorar por el resto de mi vida y nunca más regresar a la escuela. Entonces tú te acercaste.

«¡Feliz cumpleaños, Grace!» me dijiste, pero yo no voltee. «Te traje esta muñeca. Se parece a ti, tiene el mismo color de cabello y los ojos tan grandes como los tuyos». Eso despertó mi curiosidad, así que saqué la cara del pecho de mamá y me giré hacia ti. «Pero si sigues llorando, ella también se pondrá triste y... no quieres que ella esté triste, ¿o sí?»

Sacudí la cabeza y me limpié las lágrimas antes de agarrar la muñeca. Le vi la cara y el cabello con detenimiento y pensé "ella no se parece a mí, es más bonita que yo", lo cual, de alguna manera, me hizo creer que tú pensabas que yo era bonita.

—Y desde ese momento pasé de odiarte a quererte —sentenció Mer con timidez.

—¡Entonces sí me odiabas! —exclamó, mirándola con las cejas enarcadas.

—Sentía que Scott me había cambiado por ti —articuló ella, encogiendo los hombros—. Pero como dije, después de ese día todo cambió.

—Entiendo, desde niño siempre he sido irresistible para las chicas —enunció Stiles, con aires de donjuán, dándose un leve golpecito en la barbilla con su puño.

Meredith suelta una suave carcajada, no burlándose de él, sino de manera nerviosa. Pues para ella, Stiles ciertamente le resultaba irresistible.

—Bueno, ya sabes cómo, por qué y cuando empezaste a gustarme —comentó, esperando que el rubor en sus mejillas no sea demasiado visible—. Ahora yo quiero saber cuándo, cómo y por qué te empecé a gustar.

—Es algo vergonzoso —declaró, haciendo una mueca y rascándose la cabeza—. No porque me avergüence de que me gustes ni nada de eso —se apresuró a añadir.

—¿Entonces? ¿Qué puede ser más vergonzoso que una niña de siete años cayendo por un niño un año mayor solo porque él le regaló una muñeca de trapo y le dijo que se parecía a ella?

—Tienes, razón. Eso es bastante vergonzoso —admitió, sonriendo de lado.

—¡Stiles! —espetó ella, soltando una de las cadenas de su columpio para darle un golpe en el brazo.

—Ya, ya. Sabes que es broma, Mer —le dijo entre risitas. Ella le dedica una mirada severa—. Bien, te contaré cómo me di cuenta de que me gustabas, pero debes prometer que no vas a reírte.

—¿Ni un poquito? —inquirió, ladeando la cabeza y juntando sus dedos pulgar e índice.

—Nada de risas —advirtió él, sacudiendo la cabeza.

—De acuerdo. Lo prometo, no me reiré —le aseguró, sintiendo mariposas en el estómago.

Esa sería la primeravez que escucharía la historia de cómo el chico de sus sueños comenzó acorresponder sus sentimientos.
















He aquí un pequeño capítulo. Está ubicado en algún momento después del final del primer libro, y bueno, espero que les haya gustado, quizás en unas horas les deje el segundo cap :)

Steredith | Saga AW&W: ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora