TREINTAICINCO | Quántico.
Sobre la cama tamaño matrimonial descansaban dos maletas cerradas y vacías, rodeadas por crecientes bultos de ropa clasificados en cinco tipos: camisetas, franelas, pantalones, calcetines y ropa interior; por otro lado, en el suelo había cuatro cajas de cartón a medio llenar con varios artículos que según su dueño le serían de gran utilidad.Había un montón de cosas que iban a quedarse allí, tales como los muebles y dos de las pizarras del crimen, pero los pequeños detalles que hacían de aquella la habitación de Stiles estaban casi todos ya empacados. Y Mer sentía una colosal nostalgia mientras ayudaba a vaciar cada espacio.
—¿Quieres que empaque tus discos también? —cuestionó hacia su prometido luego de acomodar meticulosamente su colección de estambres en una caja de menor tamaño que el resto.
Stiles, que se encargaba de quitar todos los papeles de las pizarras del crimen para triturarlos con la máquina de su papá antes de tirarlos a la basura, se giró hacia la esquina detrás de la puerta donde ella se encontraba parada.
—No —respondió al tiempo que volvía a su tarea—. Voy a dejarlos aquí junto con mis DVDs y mis videojuegos.
—¿Por qué? —Meredith enarcó una ceja y lo vio rascarse la nuca.
—Porque no quiero perderlos y no sé si mi compañero de cuarto sea un cleptómano de cuidado o una de esas personas que piden algo prestado y jamás lo regresan... cosa que también lo dejaría como un cleptómano.
—Supongo que es un buen punto —concedió ella en medio de una sonrisita.
Alguien tocó a la puerta justo después, haciendo que Stiles desviara su atención allí para encontrar a su padre recorriendo el interior de la recámara con ojos cansados. Estaba recién levantado, lo sabía por la expresión en su rostro y las arrugas en su ropa.
—Hey, ¿cómo van con eso?
—Ya casi terminamos —le aseguró Stiles.
Meredith frunció el ceño, pues según su perspectiva les faltaba mucho por hacer todavía.
—¿De verdad?
Stiles asintió y a su vez el sheriff dio unos cuantos pasos dentro del cuarto.
—¿Necesitan ayuda?
—Pues, er... —Stiles se rascó la sien—. No, no en realidad. Pero gracias, papá —acabó diciendo, echando al cesto de basura un pedazo de cinta adhesiva que traía en el dorso de la mano.
—Bueno, avísenme cuando les de hambre.
—Claro —aceptó Stiles, mientras que su prometida se limitaba a asentir.
El sheriff echó un último vistazo al cuarto de su hijo antes de bajar a la sala para ver la televisión.
Entretanto, Stiles continuó con su tarea de despejar las pizarras del crimen y Meredith se dispuso a empacar la ropa descansando en la cama, siguiendo las instrucciones que memorizó de un video en la internet para ahorrar espacio en la maleta y conseguir que le quepan más cosas. Ella había terminado con el bulto de las camisetas y estaba a una nada de terminar también con el de las franelas cuando por el rabillo del ojo vio que Stiles la observaba en silencio.
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Steredith | Saga AW&W: Extras
RomanceEn donde les doy un vistazo más profundo a la relación de Stiles y Mer, además de llenar algunos huecos en la trama de la saga. [I M P O R T A N T E]: • Dividido en secciones para evitar spoilers. Prohibida la copia parcial o total de esta obra. Dil...