Capítulo 10

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(Dentro del coma)

Pov Lidia:

Son las 6 de la mañana y ya estoy despierta, me acabo de levantar. He cogido ropa de deporte y voy al baño de las chicas. Al salir, me dirijo hacia la cocina para coger una manzana. Me la como y a continuación me pongo los auriculares y salgo de la residencia para correr un poco.

Mientras corro por los alrededores de la academia, voy pensando en la última conversación que tuve con Bastian, estaba demasiado extraño. Por otra parte, se me viene a la cabeza, Ethan, cuándo ayer se acercó demasiado a mí. Me puso tan nerviosa, que me hizo recordar aquellos tiempos en los que estaba así nerviosa por Bastian. Fue algo agradable.

Después de correr una hora, regresé a la residencia, ya había otras personas levantadas. Subí a ducharme, aunque antes pasé por mi habitación para recoger algo de ropa limpia.

-Hola, Kat - le dije al verla despierta.

-Hola, Lidia, oye creo que ha sonado antes tu ordenador - me dijo.

-Bueno, después lo veré, ahora me voy a duchar- le dije cogiendo mi ropa. -Apesto.

-No puedo estar más de acuerdo con eso -dijo Kat llevando sus brazos atrás de su cabeza arrugando la nariz como si pudiera olerme desde su cama, por eso se ganó un golpe con el cojín en toda la cara antes de que me fuera directamente a la ducha.

Y fui corriendo al baño, por suerte no había nadie duchándose. No tardé mucho y fui a la habitación para ver cuál sería esa notificación del ordenador.

Cogí el ordenador y me senté en la cama , vi que tenía una llamada perdida de Clarise por Skype

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Cogí el ordenador y me senté en la cama , vi que tenía una llamada perdida de Clarise por Skype. La llamé e inmediatamente apareció ella en la pantalla de mi ordenador.

-Hola, Clarise - le dije con una sonrisa.

-Hola, peque - me dijo un poco desanimada.

-Hey, ¿qué te pasa? - le pregunté preocupada.

-Nada, oye, ¿has hablado con Bastian? - me preguntó mirando a su alrededor, parecía nerviosa.

-Sí, estaba un poco extraño, pero no dijo nada. - le contesté. -¿Tú sabes algo?

-Sí, no te lo debería decir, pero eres una gran amiga, y sé que no me debería meter, pero es que no puedo dejar que te lo oculte por más tiempo.

-¿Pero qué te pasa? - le dije aún más preocupada.

-¿Te acuerdas de Kate? - me preguntó retorciéndose los dedos.

-Sí, no le caía muy bien a Bastian.

-Pues eso será en pasado, porque ayer me llamó una amiga y me dijo que hace dos noches había visto a Bastian en una discoteca -se quedó callada y yo hice un ademán con la mano para que siguiese - y también estaba Kate -seguía muy nerviosa y yo empezaba a estarlo también- Me dijo que los había visto muy juntos - yo seguía callada- Me han enviado una foto de ellos dos besándose, yo no lo podía creer... - ella siguió hablando pero yo no la escuchaba.

Hasta que escuché la voz de Bastian llamando a Clarise.

-Clarise, ¿qué haces?- en cuanto vio que yo estaba tan callada y con los ojos lagrimosos, me dijo - Nena, ¿qué te pasa?

Yo reí sin fuerza y le solté con toda la indiferencia que pude:

-No me vuelvas a llamar "Nena" ese apodo dáselo a Kate - y corté la llamada.

En cuánto corté la llamada, cogí una chaqueta y salí corriendo sin importarme si me llevaba por delante a alguien. Escuché a Abigail llamarme y a Ethan preguntándole qué me pasaba. 

Llegué a un pequeño Kiosco, dónde había un banco y allí me senté a llorar como nunca lo había hecho, no tenía idea cuánto tiempo había corrido y no me importó. Solo quería desahogarme. Sentí el móvil vibrar, pero no lo revisé.

Seguí llorando y empezó a llover, el tiempo parecía coincidir con mi estado de ánimo. Hubo un momento en el que creí que no podría parar de llorar, sentía que me habían arrancado el corazón y que nadie podría curar esta herida. Sentí que alguien se sentó a mi lado, no me molesté en mirar quién era, en cuánto me abrazó, acercándome a su pecho, supe que era Ethan. Me sostuvo junto a su corazón sin decirme nada y dejando que me tranquilizara. Pero sentí que me estaba ahogando con mis lágrimas y no podía parar de llorar. Me separó de él, me agarró la cara con ambas manos e hizo que lo mirara.

-Lidia, tranquila por favor, te va a pasar algo -me dijo mirándome preocupado. Y yo intentaba tranquilizarme, pero no podía. Ethan viendo que no podía calmarme, me acercó a él, creí que iba a volver a abrazarme, pero no. Me besó, un beso que fue lento, dulce y necesitado. Mantuve mis ojos abiertos de la impresión, viendo como él los había cerrado y me dejé llevar por él. Me fui tranquilizando y él se separó de mi poco a poco.

-Yo...eh...lo siento -me dijo atropelladamente.

En ese momento, fue cómo si mi cerebro se hubiese apagado porque me quedé viéndole sin parpadear y sin pronunciar una sola palabra. Ese beso me había descolocado y no sabía cómo reaccionar.




La última voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora