Capítulo 25

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(Dentro del coma)

Pov Lidia:

-¿Es normal que no sepa qué ponerme?- le pregunté a Abigail con la toda la ropa qué tenía en la academia extendida en mi cama.

-Créeme que sí. Yo cuando fui a conocer a los padres de Sammy también pasé por lo mismo. -dijo sonriendo burlonamente -Pero yo la tenía más difícil que tú. -yo arqueé una ceja -¿Te has olvidado? -ella bufó divertida ante mi desconcierto -Son judíos.

-Ah sí -dije recordando -Ayúdame por fiss -dije juntando mis manos y haciendo un puchero.

-A ver -dijo examinando la ropa -Yo elegiría este -dijo señalando un vestido blanco de mangas largas con estrellas negras y unos volantes -Pásame esos tacones -dijo señalando unos tacones negros descubiertos y de pulsera -Y esa carterita -cogí la carterita blanca -Perfecto -dijo admirando el conjunto -Ahora eso sí -me dijo girándose hacia mí -No te vayas a echar 3 kilos de maquillaje, algo bastante sofisticado y suavecito y unas ondas despeinadas te quedarían perfectas.

-¿Y si me lo haces mejor tú? -se me quedó mirando con cara de "¿en serio me lo dices?" -Te juro que como me ponga a maquillarme y a peinarme salgo de aquí como un payaso, tengo unos nervios que me tiembla todo.

Ella se echó a reír.

-Vístete y vente que yo soy hoy tu estilista- la abracé murmurando gracias -Bueno demasiado peloteo. Venga ya que no queremos llegar tarde ¿o sí?

Hice lo que ella me pidió y me senté frente al espejo de la habitación

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Hice lo que ella me pidió y me senté frente al espejo de la habitación.

-Abre -dice cogiendo el rizador de pestañas -Parame cuando sientas que te duela -levante la mano y ella se puso con el otro ojo. Cogió crema hidratante y la extendió por toda mi cara -¿Dónde tienes la base?

-Está en ese neceser -dije indicándole.

Ella lo cogió y buscó las brochas. Un poco en las mejillas, en la frente y cogió maquillaje líquido, retiró el exceso de maquillaje con una esponjita.

Buscó el broncer y otra brocha, y después me echó iluminador en la nariz, en la línea de los ojos, debajo de la nariz, y lo difuminó. Cogió un poquito de colorete rosa y otra brocha distinta, y con brochazos ascendentes lo extendió por mis mejillas.

-¿Un poquito de sombras no? -asiento y busca la paleta de sombras y escoge tonos grises -Un tono marroncito quedaría bien -dice mirando los pintalabios -Bueno aquí ya terminamos y déjame decirte que estás perfecta. Ahora solo queda coger el rizador.

Rizó y peinó con delicadeza mi cabello y luego cogió el peine para despeinarme los rizos y que quedara más natural.

-Ahora sí, estás lista. Tú no te pongas nerviosa, piensa en cómo se sentiría él, y relájate. -me dijo sujetando mis manos -Sé que es más fácil decírlo que hacerlo. Pero confía en ti misma.

La última voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora