《You Got That Thing | J.Jk》✔︎

Ꮖ ℛ ℰ Ѕ

[🔗]

Salgo del baño con una toalla enrollada en mi cabello húmedo, tapando un gran bostezo con mi mano. Qué maldito sueño, por dios. Y no lo entiendo; dormí todo el camino hacia acá. O sea, como unas cuatro horas; y aún así siento como si mis ojos estuvieran llenos de arena.

- ¿Terminaste? - me pregunta una chica alta, de tez bronceada y grandes ojos; su nombre es YongSun, es una miembro del equipo de fútbol femenino de la preparatoria de Ulsan que vino al partido contra el equipo de la escuela. Está en mi mismo grupo y es bastante agradable. Pero igual no me fío de ella. Digo, se ve muy buena persona y eso pero puede que sea una psicópata en potencia que por la noche quiera ahogarme con la almohada mientras duermo. Nunca se sabe.

Creo que debo de dejar de ver tantas películas de terror. Ugh.

Solamente asiento en repuesta y arrastro los pies hasta una de las literas para tirar cómodamente mi humanidad sobre las ásperas sábanas de la cama de abajo.

Creo que fue mala idea ducharme con agua demasiado caliente; siento la cabeza pesada y todo me da vueltas, tal vez por eso tengo tanto sueño. Pero es que si el agua no esta hirviendo siento que no me bañé; soy todo un caso con eso de las manías.

Apoyo mi codo en el colchón y mi cabeza en mi mano mientras veo el montón de maletas que pertenecen a las demás chicas del lugar. Cuando llegamos al campamento nos asignaron dos cabañas por grupo. Obviamente una para las chicas y otra para los chicos, aunque ahora mismo nos encontramos únicamente tres en la cabaña: YongSun, otra chica del equipo de baloncesto de la escuela y yo.

En cuanto nos dieron la cabaña, las demás simplemente dejaron sus cosas tiradas por ahí y salieron corriendo hacia la fogata que hicieron los profesores. Yo pasé de encontrarme con gente que odio -por que seguro que cierto miembro de mi grupo está también por ahí- y me quedé a ordenar mis cosas y dormir hasta la cena.

Bajo mi mano al bolsillo de mis pantalones holgados para tomar mi celular y revisar la hora: ocho de la noche. Bien, puedo dormir una hora hasta que nos llamen a todos a cenar y tenga que ver a MinKi.

Me saco la toalla y me recuesto boca abajo, aplastando mi mejilla contra la almohada y sintiendo poco a poco como el sueño va ganando terreno en mi cuerpo. Estoy por quedarme dormida, pero la puerta de la cabaña se abre de golpe, haciendo que del susto me de en el pie con el poste de la litera. No alcanzo a quejarme porque una avalancha de chicas entra por la puerta hablando y riendo, terminando con toda la paz y el silencio que había aquí dentro.

Vamos a ver... primero lo de la estúpida venganza de JungKook y ahora una parvada de adolescentes ruidosas. De alguna manera siento que la vida se burla de mi para no dejarme dormir -todavía menos- en esta semana de mierda.

Intento amortiguar el ruido tapándome la cara con la almohada, y funciona aproximadamente cinco segundos; después siento que me asfixio y me la quito de encima.

- A la mierda con todas. - murmullo y me paro de la cama. Camino afuera de la cabaña sintiendo cómo el aire fresco me cala en los huesos. Tal vez termine muriendo enferma de pulmonía por salir con este frío después de haberme bañado. Pero no quiero volver a la cabaña para escuchar a mi queridísimas compañeras gritando, o ir a la fogata del centro del lugar donde seguramente estén mis todavía más queridas compañeras del equipo de voleibol.

Soltando un suspiro me siento sobre el césped y saco mis auriculares para conectarlos en mi celular y jugar algún juego para matar el tiempo, pero todos los que tengo requieren estar conectada a internet, así que desisto de la idea. Ugh, estar en la naturaleza es un asco.