CAPITULO 7. | Editado

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   —¡Eres un imbécil!— dijo Simón en tono de reproche.

   
   —Ya lo se, no hace falta que me lo recuerdes Simón— dictamine hacia él.

   
    —Simon tiene razón, no solo eres un imbécil sino también un estúpido, no puedo creer que la hayas golpeado— reiteró Will apoyando a Simón.

    —Pueden parar de reprochar me, ya se que hice mal, me salí de mis casillas, no debí abofetearla— conteste al borde del desesperó— estoy seguro que me odia.

    —¿Más? No, no creo que eso sea posible, No creo que te odie, no se ve de ese tipo de personas Pat, solo que ahora te detesta más que antes— dijo Simón.

   —No pues gracias— dije sarcástico.

   —Ay por Dios Pat deja de ser tan nenita, ¿Que quieres que te digamos? ¿Que te aplaudamos?— dijo Will haciendo ademán de aplaudir mientras hablaba —¿Que te felicitemos? haber si te acuerdas; Primero la investigas por casi ocho meses por que segun tu es la “chica de tus sueños”. Segundo apuestas con su padre para poder casarte con ella,  aunque aun  no entiendo por qué no simplemente te acercarse a ella y le hablaste. Tercero haces trampa en el juego para poder ganar la apuesta y ahora la golpeas ¿Quieres que siga?— replica Will en tono de reproche. 

    —No, no hace falta que sigas, ¡Pero que quieren que haga?— conteste de mala gana hacia Will y Simón que se encontraban sentados al frente mío en una de las sillas de la casa de Simón.

    —Pues te queda seguir con el plan es el único camino, seguir el plan, intentar enamorar la  antes de la boda o siquiera gustar le un poco, y te recuerdo que para la boda falta un mes. ¿Ya se lo dijiste?—contestó Simón. 

    —No. Se lo diré hoy en la noche— dije pasando una mano por mi cabello.

    —Y le vas a pedir disculpas— dijo Simón.

    —Y le pediré disculpas— afirme.

(...)

P.O.V LISA

    —¿Puedes dejar de reirte de una buena vez?— dije hacia Lu que estaba partiéndose se de la risa delante mio.

    Con Lu nos escontrabmos en el patio del instituto, ya que tuvimos la última hora libre, esperando que sonara la campana para poder irnos a casa.

   —Es que no puedo creer que lo hayas golpeado— contesto Lu calmándose un poco —Enserio te tomaste muy literal eso de no dejarte.

    —Bueno sí, tal vez me pase, no debí rebajarme a su nivel. Pero puedes ya parar de reír tanto— replique divertida.  

   —Esta bien, esta bien— acepto Lu mientras se sentaba a mi lado en una de las bancas del patio del instituto —hablando de otra cosa, ¿ya compraste tu vestido de graduación?

   —¡Mierda!— esclame dándome un golpe en la frente con mi mano —se me había olvidado. La graduación es en once días ¿verdad?.

   —Si. Yo ya compre el mio es hermoso el día de la graduación lo verás— respondió Lu emocionada —¿cuándo irás a comprar el tuyo?

   —Tal vez este fin de semana, le pediré a uno de los choferes de la casa que me lleve a alguna tienda.

   En ese instante escuchamos sonar el timbre del instituto anunciando que ya era hora de irnos, así que con Lu nos levantamos de la banca para dirigirnos a la salida del instituto, una vez ahí nos despedimos y Lu tomó su camino y yo me dirigí a la camioneta que me estaba esperando en la acera del frente del instituto para llevarme a la casa de Patrick.

(...)

   El camino a la casa de Patrick fue largo pero al fin habíamos llegado, estaba  cansada así que me dispuse a subir a mi habitación para dormir un poco pero cuando estaba a punto de subir las escaleras escuche que él me llamaba.

   —Lisa, ¿Puedo hablar contigo?— preguntó Patrick mirándome justo a los ojos.

   —¿Que quieres Patrick? Estoy cansada— respondí con desdén.

   —Ven, vamos a la sala para que hablemos mas cómodos— propuso Patrick, mientras giraba sobre sus talones para dirigirse a la sala, yo lo pensé un momento pero luego terminé siguiéndolo.

   Estábamos sentados en los sillones de la sala uno al frente del otro, sin siquiera pronunciar palabra. Patrick estaba vestido con un traje color negro que  se le señia al cuerpo realzado su gran musculatura, lo que lo hacia verse jodidamente  sexy.

   ¡¿pero que estoy pensando?! ¡Por Dios¡ ¡Pecadora!.  

   —Lisa quiero pedirte perdón— habló Patrick rompiendo el silencio que se había instalado entre los dos.

   Creo que no había escuchado bien  
¿Patrick me estaba pidiendo perdón?



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