APOSTADA.

Capitulo 23

-¡No pueden hacer esto!-. Grite.

-Señor entienda, han pasado dos meses desde la desaparición de su esposa y no hay un sólo rastro de ella se nos hace imposible intentar buscarla cuando no tenemos ni una sola pista de cuál podría ser su paradero. Lo lamento mucho, lo más probable es que...

-¡Ni se le ocurra terminar esa frase! Lárguese ahora de mi casa-. No quería escucharlo más, me negaba a que se dieran por vencido, por que yo no lo haré.

-Lo siento mucho señor.

(...)

-¿Me amas?-. Pregunto, tomando mi cara entre sus asquerosas manos.

Lo mire justo a los ojos y pronuncie lo más dulce que puede -Te amo.

-Vez que si podías hacerlo, amarme tanto como yo a ti. De ahora en más tu serás mi esposa y no de él, yo seré tus ojos y tú serás los míos y estaremos siempre juntos-. Su mirada era de un desquiciado, Jaziel había perdido totalmente la cordura era una persona completamente diferente, alguien más loco y despiadado un asesino a sangre fría.

El repugnante olor de la habitación junto con su asquerosa presencia me causaba arcadas, quería escupirle en la cara.

-Si me amaras tanto como dices me desatarias pero veo que tu amor por mi no es tan grande como dices ser-. Intente persuadirlo, me observó por un instante pensativo.

-¿Prometes que si te suelto no intentarás escapar de nuevo?-. Asentí con la cabeza. -Esta bien-. Aún no parecía muy convencido de su decisión pero lo hizo, me levanté del colchón masajeandome las muñecas, tenía las piernas entumecidas y los tobillos me dolían.

Paso uno: completado.

-Sientate y come-. Ordenó. Me acerqué a la pequeña mesa del cuarto.

-¿Y si comes hoy conmigo amor?-. Pregunté. Tenía miedo de que no funcionará pero debia intentarlo. -Siempre te vas y me dejas aquí comiendo sola, al menos por hoy. ¿Si?.

-Esto no será una farsa tuya para engañarme y escapar- su mirada se tornó oscura y su voz cambio, era amenazante, camino rápidamente hacia mi mientras decia -Por qué si es así te aseguro que te irá muy mal.

Mi corazón dio un brinco de solo pensar que me hubiera descubierto, si un paso fallaba todo el plan se vendría abajo y mi oportunidad de escapar de aquí también. Las manos me sudaban y sentía que tenía fideos en lugar de piernas, pero intenté que no se notará y me acerqué más a él seque mis manos sobre mi pantalón sucio y luego con cuidado y aparentando mucha seguridad las puse sobre sus mejillas.

-Como crees que voy a querer escapar Jaz, nunca te dejaría. Eres el hombre de mi vida. Te necesito tanto como el aire que respiró.

-Eso espero-. Dio media vuelta y se acercó a la puerta -Ya vuelvo-. Dijo atravesando la, en cuanto la puerta se cerró me acerqué casi corriendo al colchón, 1 conté, tomé las pastillas que estaban ocultas en un pequeño hoyo que hize, 2, eran somníferos lo suficientemente fuertes como para dormirte en menos de seis minutos, 3, Jaziel me los da todas las noches cuando se va para evitar que según el escape, 4, pero cuando empecé el plan decidí fingir que las tomaba y guardarlas, 5, machaque sobre la superficie de la mesa las diez pastillas que había logrado reunir, 6, y las puse todas en mi jugo, 7, ya casi, 8, escuche sus pasos por el pasillo, 9, ajuste rápido el contenido del vaso para disolverlas en el, 10, la puerta se abrió de golpe. Jaziel traía en una mano su plato con su desayuno y el la otra un vaso con jugo de Mora, lo supe por el color.

-Ya vine-. La alegría en su voz era tan auténtica como la de un niño recibiendo un nuevo juguete y la manera en la que cambiaba de actitud de un momento a otro era sorprendente, cualquiera diría que es otra persona.

Le sonreí -Vamos siéntate conmigo-. Dije señalando la silla vacía frente a mi. Lo hizo, se sentó frente a mi.

Paso dos: Completado.

-¿Esta buena tu comida?-. Preguntó.

Asentí con la cabeza -Pero...no se...¿cambiarías tu jugó con el mío? Siempre tomo el mismo y hoy tu tienes de mora, dale cambiamelo ¿si?-. Estaba casi suplicando.

Me miró un momento a los ojos y dijo -Por mi niña lo que sea- tomo mi rostro entre sus manos y plantó un beso en mis labios. Lo aborrecía. Tomó su vaso y lo cambió por el mío. Ambos continuamos desayunando y hablando, bueno él hablaba yo me limitaba a escuchar, jaziel daba pequeños tragos al jugo de vez en cuando y como lo esperaba en cuanto dio el último bocado de su comida tomó el vaso con el jugo restante y se lo bebió de un solo trago.

Me quedé observando y en menos de un minuto sus ojos empezaron a cerrarse.

-¿Que...que me pasa?- preguntó bostezando.

-¿Qué te pasa cariño?- pregunte aparentemente confundida. -¿Cariño?- su cabeza se fue hacia atrás de golpe se durmió.

Paso tres: Completado.

Funciono.

Me acerqué a él con cuidado y verifique que realmente estuviera dormido y vaya que lo estaba, su respiración era profunda y pausada su expresión se veía serena y tranquila y de pronto me pregunté cómo había cambiado tanto, que tan mal estaba su cabeza como para llegar a este punto o tal vez yo estaba tan ciega que no me di cuenta que siempre fue así.

Ya no podía seguir pensando en él tengo que aceptar que este es su verdadero yo debo de salir de aquí pronto, salí de la pequeña habitación y empecé a repasar  mi mapa  mental,  hize uno la primera vez que intente
escapar pero ese no era mi propósito lo que realmente quería era saber dónde me encontraba y visualizar una posible salida y lo logre antes de que Jaziel me encontrara, me puse en marcha y empecé a correr, si mis recuerdos no me fallaban primero debía doblar una esquina y seguir corriendo hasta el final del pasillo ahí encontraría unas escaleras de emergencia debía bajar lo que a mi parecer eran unos 5 o 4 pisos hasta llegar a lo que fue la recepción del edificio, no podría salir por la puerta principal porque esta estaba cerrada y cubierta por gruesos tablones de madera pero a unos cuantos metros se encontraba un gran ventanal roto que también estaba cubierto por tablones pero a diferencia de la puerta este tenía un pequeño espacio por el cual rogaba cupiera mi cuerpo, corrí hacia a él con el corazón a mil me agaché hasta quedar a la altura del agujero y me introduje por el haciendo un gran esfuerzo para pasar.

Me costó mantener los ojos abiertos cuando logre salir dado que el sol golpeaba con gran intensidad mi rostro, pero la felicidad que sentía en ese momento me dio la fuerza necesaria para hacerlo, estaba más que feliz lo había logrado, pero ahora tenía un nuevo problema, no había nada alrededor era cierto lo que dijo Jaziel nadie venía por aquí. A lo lejos visualice una gran malla de alambre que supongo cubría todo el terreno, no tenía ningún plan si lograba salir ahora tendría que guiarme por mis instintos, camine hacia la malla y la observé intentado encontrar una posible salida y a un poco menos de cinco pasos de mi había una abertura me puse frente a ella mire un segundo hacia atrás y salí.

N/A
Como lo prometido es deuda y después de tanto tiempo aquí esta el nuevo cap, espero que les guste.

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Y por último los invito a todos a pasar por mi nueva historia "Mi última esperanza" disponible en mi perfil, se los agradecería un montón.

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