CAPITULO 5. | Editado

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Para las diez de la mañana del domingo ya había terminado de empacar mis cosas en mis maletas, no me moleste en acomodar mucho la ropa, no iba de viaje. Estaba molesta, tener que abandonar mi hogar, mis recuerdos no estuvo nunca en mis planes al ser mayor o por lo menos no estando en esta situación. En la noche mi padre me había repetido infinidad de veces que lo sentía mucho, solo me había limitado a decirle que no se preocupara tanto que estaría bien y que lo llamaría todos los días para decirle que tal iban las cosas.

Debo decir que me causa tristeza dejar a mi padre de esta manera, no quiere decir que haya planeado quedarme con él toda la vida, solo que siempre imaginé que el dia que me fuera de casa con una persona, esa persona sería alguien a quien quisiese, y que fuera por voluntad propia no por obligación, que es mi caso.

¡Que fortuna la mía!

-¡Lisa baja ya llegó Patrick¡- gritó mi padre en algún lugar de la planta baja de la casa.

-¡Ya bajo!- respondí igual que él, pero desde mi habitación.

-Ok- respondió.

Patrick sí que se tomó en serio lo de venir personalmente.

-Ya estoy aquí- dije al llegar al pie de las escaleras.

-Te voy a extrañar tanto Lisi- me dijo mi padre con un rastro de lágrimas sobre sus mejillas y utilizando ese tierno apodo que me decía cuando era pequeña. No pude evitar soltar algunas lágrimas cuando esté extendió sus brazos hacia mí para que lo abrazara, deje las pocas cosas que tenía en las manos en el piso para poder corresponderle el abrazo.

-Yo también te voy a extrañar papá- respondí mientras lo abrazaba y posaba mi cabeza sobre su pecho, mi padre tomó mi rostro entre sus manos haciendo que levantar la mirada para luego depositar un tierno beso en mi frente.

-¿emm? ¿Lisa?- escuche que dijo Patrick, interrumpiendo el lindo momento que tenia con mi padre.

-¿Que quieres imbécil? ¿Que no ves que interrumpes el momento?- dije molesta separado me de mi padre para ver a Patrick a la cara.

-Uno. deja de llamarme imbécil- respondió Patrick con la mandíbula apretada- y dos. ya debemos irnos.

-Ay lo siento noble señor por ofender lo, espero pueda usted perdonarme- junte las palmas de mis manos a la altura de mi pecho como si estuviese rogándole -Solo espera un minuto tengo que bajar mis cosas.

-No hace falta, espera un momento- dicho esto Patrick dio media vuelta y salió por la puerta de la casa, luego lo escuche chiflar, y después volver a entrar a la casa con dos hombres detrás de él, uno de ellos era alto, corpulento,con ojos color miel y cabello castaño claro, él otro también era alto y corpulento, tenía ojos color azul claro y cabello color azabache.

-Ellos son Simon- dijo Patrick señalado al de ojos color miel y luego al de ojos azules -y el es Will- ambos asintieron en modo de saludo


-Chicos ¿pueden bajar las cosas de Lisa de su cuarto?- dijo Patrick hacía Simón y Will.

-Si claro ¿dónde está tu habitación Lisa?- preguntó Will dirigiéndose a mi.

-Está subiendo las escaleras, la primera puerta a la derecha- respondí señalado con mi mano las escaleras, Simón y Will asintieron con sus cabezas y luego subieron por las escaleras, segundos después bajaron con ellas en las manos y salieron de la casa.

Después de eso me despedí de mi padre y salí de casa, afuera habían estacionadas dos camionetas negras con vidrios polarizados, que a simple vista se notaba que costaban millones de dólares, en una de ellas otros dos hombres estaban terminando de subir mis cosas, y con Patrick nos subimos a la otra, quien la conducía era Will y en el asiento del copiloto estaba Simón.

(...)

En este momento estaba aún en la camioneta con Patrick, Simon y Will, todavía no habíamos llegado, el viaje se había vuelto muy extenso, llevábamos aproximadamente cuarenta y cinco minutos en el auto, ninguno de los cuatro había dicho algo durante todo el viaje todos nos limitamos a estar en silencio.Ahora que lo pienso bien ya no estábamos en la ciudad estábamos a las afueras de esta.

-¿Lisa?- dijo Patrick interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Que?- respondí cortante.

-Ya llegamos- respondió Patrick, mientras Simón se bajaba del auto y luego me abría la puerta para que yo también bajará, al hacerlo pude apreciar en donde nos encontrábamos, estábamos afuera de una enorme mansión, por fuera era inmensa y hermosa y no puedo ni imaginar como será por dentro.

-Vamos- dijo Patrick tomándome del brazo, para jalarme levemente hacia la casa.

Al entrar pude ver que era aún más hermosa y grande que por fuera, simplemente quedé anonadada con tanta belleza.

-¿Te gusta?- preguntó Patrick que ahora se encontraba a unos metros detrás mío, yo simplemente asentí con mi cabeza.

-Eso es bueno, ya que ahora esta también será tu casa, y todo lo que vez también te pertenece- cuando Patrick pronunció esas palabras hizo que cayera de nuevo a la realidad.

-¿Perdón?, pero yo no quiero nada tuyo ni nunca lo querré. Y esta no es mi casa, tu me arrebataste lo único a lo que podía llamarle casa.- replique disgustada, girando sobre mis talones para quedar de frente a el. Realmente eso era lo que yo pensaba, no quería nada, lo que menos me importa en este momento es obtener algo de este matrimonio.

-¿Donde dormiré yo? Por que no creerás que lo haré contigo- pregunté.

-Dormirás en la habitación junto a la mía, esta subiendo las escaleras, la tercera puerta a la izquierda- dijo Patrick señalando las escaleras. Yo asentí y di media vuelta dispuesta a seguir sus indicaciones cuando oí que hablo.

-Por ahora- en ese momento me volví hacia el y me le acerqué.

-Por ahora ¿Que?- pregunté acercándome más a él.

-Por ahora dormidas ahí, luego del matrimonio serás toda mía- dijo Patrick, pasando su lengua por sus labios.

-Toda tuya, si aja, ¿que acaso me ves título de propiedad?- repliqué en tono irónico.

-Después de que nos casemos obtendré ese título, y ahí serás mía, y solo para mi.

-Haber que te quede bien claro imbécil yo no soy tuya ni de nadie y nunca lo seré, así que ni se te ocurra tocarme- dicho esto salí corriendo hacia las escaleras dejando a Patrick con la palabra en la boca.

Cuando llegue a la habitación que Patrick me había indicado, sentí que mi celular vibro en el bolsillo trasero de mi pantalón, al tomarlo me di cuenta que era un mensaje de mi amiga Louisa.


De: Lu
Para: Lis
Hola Lis ¿Donde estás? fui a
tu casa y tu padre me dijo que
ya no vivías ahí.😱😱

De: Lis
Para: Lu
Mañana te contaré todo.
Pero no le digas a nadie.

De: Lu
Para:Lisa
Ok Lis, nos vemos mañana
en la entrada del instituto.
Te quiero.
Bye😘😘

De: Lisa
Para: Lu
Yo también te quiero.
Bye 😍

Lo menos que quería era que alguien más se enterara de esto pero o se lo contaba yo o lo iba averiguar como fuese. Que estresante es todo esto realmente mi vida dio un giro, por culpa de esa maldita apuesta. Y para colmo tengo que soportar a este idiota que creer que quiero estar con el, créanme cuando les digo que prefiero volver con mi ex antes que estar con Patrick.

Estaba muy cansada así que me recosté sobre la cama, y ahí pude observar lo grande y hermosa que era la habitación, tenía su propio baño, un armario gigantesco, simplemente era hermosa, pero eso no quitaba el hecho de que esta no fuera mi casa, yo no lo sentía así. Después de un largo tiempo de pensar mis párpados comenzaron a cerrarse hasta que caí en un profundo sueño.





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