Capítulo 9

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Todo era más sencillo antes, todos sabían la palabra respeto, había ética en tu trabajo, cada quien sabia su lugar, los negocios se hacían limpios y efectivos; pero no, ahora tenía que lidiar con esta nueva generación de empleados que no entendían la palabra honor y que últimamente estaban poniendo todo de cabeza, amenazando con sus estupideces con mandarlo todo al diablo.

Siempre estuvieron rodeados de mujeres quienes muy dispuestas llegaban a trabajar con ellos, nunca necesitaron obligar a nadie, pero la ambición de estos idiotas era desmedida y ahora se estaban dedicando a secuestrar mujeres, muchas de poca importancia, no había mucho revuelo, pero no, tenían que encapricharse con la chica Andrew, Marco bien sabia el problema que eso implicaba, que todos eran cabezas huecas o que, claro que la chica por ahora no había representado mayor problema y si parecía que todo iba a salir bien, pero el tenia demasiada experiencia para saber que una familia de tanto renombre no iba a quedarse tranquila al saber perdida a la chica, y todo gracias a que Gino aun no regresaba, que caro le iba a salir ese viaje a Europa al jefe si al volver encontraba el berenjenal en el que sabía se habían metido por culpa de los idiotas de Pietro, Frank y compañía.

Y ahora que iba a hacer, la chica los había visto no podía liberarla así nomás, al menos no sin la autoridad de Gino, pues estos idiotas no se detenían ante nadie, ya incluso temía que hasta quisieran sublevarse a Gino, eso iba a convertirse en una carnicería si llegaban a ser tan idiotas, tenía que pensar, pero al menos mientras Gino volvía no podía permitir que dañaran más a la cautiva.

Pero como si fuera poco, un grave problema en las bodegas ameritaba su presencia inmediata, apostaría a ganar que era culpa del grupo de idiotas de Pietro, puso llave a la habitación de la chica Andrew y dando una severa amenaza y advertencia de que nadie se le acercara en lo que volvía, salió con prisa a resolver el problema.

Albert se había situado ya a unos metros de la casa, logro ver que un carro se alejó a toda prisa de la propiedad, Terry llego al poco tiempo y la policía venía detrás, todos apostados tratando de rodear la propiedad, pero a la vez midiendo la situación, no querían que por un movimiento en falso se asustaran y mataran a la rubia.

Y como si la advertencia hubiera sido humo, ni bien se marchó Marco, Frank ayudo a Pietro a abrir la puerta para ir por la rubia, no les importaba nada, mucho habían esperado para poder disfrutarla y hacerla pagar, no se iban a detener por las amenazas de Marco, él no era nadie para ellos.

Candy vio con terror que forzaron la puerta, instintivamente retrocedió, busco algo con lo que defenderse, no había nada, desesperada comenzó a gritar pidiendo auxilio, esta vez Jhon se adelantó y la sujeto fuertemente intentando besarla, Frank no se quedó atrás y se dispuso a tratar de quitarle la ropa desgarrándola en el intento, ella aterrada luchaba con todas sus fuerzas para que no la tocaran, en un momento de desesperación logro tomar un candelabro de hierro que estaba sobre una mesa y se lo estrello a Jhon en la cabeza, Frank trato de sujetarla pero en la lucha botaron la lámpara de aceite que de inmediato inicio un fuego ayudado por la antigüedad de la casa se propago rápidamente, Pietro enfurecido quiso golpearla pero esta lo esquivo, aun así fue aventada hacia la pared, y dispuestos a arrastrarla de la habitación para seguir su cometido cuando la policía tumbo la puerta principal alertada por los gritos que había dado la rubia decidieron no esperar más y entrar a rescatarla, estos al verse descubiertos comenzaron a darse a la huida mientras la habitación se comenzaba a incendiar.

Todo fue muy rápido, el fuego se propago de inmediato, Terry y Albert vieron el humo antes de entrar en la vivienda, oyendo los gritos de Candy que suplicaba por ayuda corrieron hacia una ventana, estaba obstruida, aun así escuchaban claramente la voz de la rubia, como pudieron quitaron los tablones que tapaban la ventana y le gritaban para que supiera que estaban allí, al lograr abrir un hueco suficientemente grande para entrar por la ventana no esperaron y se metieron a tratar de auxiliar a la rubia, vieron unos hombres que salían corriendo de una habitación, y comenzaron a pelear con ellos, pero al estar más interesados en escapar como los cobardes que eran los que pudieron se fueron dejando solo a Jhon y otro más rezagado peleando, fácilmente fueron tumbados y Terry que se libró primero entro rápidamente a la habitación que ya estaba casi en llamas, logro ver la silueta de Candy tirada en el piso como recostada sobre una pared, esquivando como podía las llamas llego hasta ella y la cargo para sacarla de allí mientras Albert se aseguraba que no se levantara ninguno de los hombres que habían logrado detener en su huida

perdonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora