perdonar

Capítulo 27

—Estas lista Eliza

—Por supuesto madre

—no puede fallar nada, hoy acabamos con esa maldita huérfana

—aunque sea lo último que hagamos madre así será y si todo sale como planeamos no podrán culparnos de nada

Ambas mujeres sonreían, disfrutando de antemano lo que tenían planeado

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—valla que ha sido toda una revelación

—ni que lo digas Archie, te imaginas quien nos diría que Albert resultaría ser el tío abuelo William, dijo Stear

—espera a que lo sepa Eliza, se le va a ir el alma, jajaja

—si amor, ahora si tendrá que pagar por el daño que le causo a Candy, dijo Archie

—Lucia, estas bien, pregunto Paty acercándose a la pelinegra

—no te preocupes estoy bien, no voy a negarte, estoy muy preocupada por lo que sucederá hoy, pero voy a apoyar a Anthony en lo que decida, y si él logra reconciliarse con Candy, créeme no dudare un momento en hacerme a un lado, mi mayor interés es su felicidad

—oh Lucia, lo lamento tanto, eres muy valiente, dijo Annie abrazándola

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Prometí quererte para siempre

Y era cierto no había dudas en mi mente

Si el destino tuvo planes diferentes

Y te herí por accidente, perdón

Si me solté de ti, si no te defendí

Fue que mi corazón estaba ciego

Qué estupidez perderte para verlo

Lo siento

No espero amor ni odio

Ya tengo bastante con mi dolor

Maldigo el episodio

Lo peor es que yo fui quién lo escribió

Me esperan los demonios

Que deja tu olvido que juegan conmigo

Ya sé que es cobarde pedirte en una canción

Perdón, perdón

Si pudiera regresas el tiempo

Esta vez no escondería lo que siento

El silencio fue el engaño más violento

Mi terrible experimento falló

Si te alejé de mí, si te fallé y me fui

Fue porque mis mentiras me daban miedo

Tú me creíste y yo me volví tan bueno

Fingiendo

—pensé que nunca más tendría la dicha devolver a verte Candy, dijo Anthony mirando intensamente a la rubia

Candy acaricio la mano de Terry para calmarlo, sabía que estaba a punto de perder el control

—podríamos conversar a solas por favor

—ni lo sueñes Brown, exclamo el castaño

—Hay mucho que aclarar entre ella y yo, dijo el rubio mejor enfrentándose al castaño