De vuelta al restaurante, solo podía pensar en la cena con mis padres, estaba ansiosa por ir con ellos allí, bueno si soy sincera cualquier momento donde me pudiera escapar del "Sabroso" para mi era una pequeña alegría.
Cuando estaba en el restaurante note que Mario no estaba muy bien, y se lo pregunté. Y como siempre me ignoro murmurando algo como que nada le pasaba.
No insistí porque sabía como era, pero ahora lo veía más lento que de costumbre o no se si era porque no aguantaba ya ni verlo.
Le comenté a Mario que al día siguiente iría a cenar con mis padres y que prácticamente estaría toda la noche solo. Como siempre el se encontraba mirando la tv , no me contesto y a mi tampoco me importo repetir nada.
Esa noche dormí pensando en lo fantástico que era compartir momentos con mis padres.
Al día siguiente las horas durante el día transcurrían como siempre, pero ese día en especial parecía que el reloj no corriera tanto como yo quería.
Mi padre me llamo para acordar el sitio donde nos veríamos, y le dije que yo llegaría al hotel donde ellos estaban y desde allí vendríamos los tres caminando hasta el "Amalfi".
A las 7,30 fui al apartamento, me duche, maquille un poco y me puse un vestido azul que me favorecía aún más que antes por la perdida de peso por la que estaba atravesando. Me veía bien y me sentía bien, una sensación que hacia mucho tiempo no tenía.
Me fui caminando hasta el Hotel donde encontré a mis padres ya listos. Me esperaban en el bar mi padre había pedido una copa de vino tinto y mi madre una copa de blanco. Yo elegí un campari orange. Mi padre como siempre hablando de lo muy bonita que me veía, y mi madre lo delgada que estaba.
Cuando terminamos de beber mi padre pidió la cuenta y después salimos en dirección al "Amalfi".
Mi madre comentó que Martina había llamado minutos antes, y les había dicho que ella vendría dentro de poco con los gemelos. Me alegro bastante la noticia porque dijo que vendría también a verme.
A pocos metros antes de llegar a la entrada del "Amalfi" Bishan estaba super sonriente y con los brazos abiertos como si quisiera abrazarnos a nosotros tres. Alice!! dijo Bishan y mis padres estaban atónitos de ver ese recibimiento. Mi padre sonrío y mi madre de inmediato pregunto ¿Quien es ese chico tan guapo? - Un hindú dije en voz baja. - Si eso ya lo sé - ¿Pero como sabe tu nombre? Pues porque hemos hablado un par de veces -dije- no sin sentir antes un poco de verguenza.
No sé porque pero me sentí tímida, y eso sería solo el comienzo. Bienvenida familia, mucho gusto soy Bishan luego hizo ese movimiento de siempre para invitarnos a pasar dentro.
Mi padre sonriente estrecho su mano y mi madre le dio dos besos. Luego otro camarero nos acomodo en una mesa redonda que se encontraba casi en el centro de la terraza, y desde donde teníamos muy buena visión, inclusive a las tv que estaban como siempre con la música hindu.
El camarero tomo la orden de las bebidas y nos dejo la carta. Mi padre y yo queríamos comida hindu y mi madre comida mexicana. Después de ver la carta de la comida hindu y las fotos de los platos nos decidimos preguntar al camarero acerca de alguna recomendación.
Mi padre pidio un pollo tandori con arroz basmati, y yo pedi de entrada Dhal (una taza de lentejas muy condimentadas y que desde ese día se convirtieron en uno de mis platos favoritos) pollo al curry, también pedimos pan Naan (pan hindu elaborado con harina y queso. Una delicia) Mi madre pidio nachos con salsa de guacamole y unos tacos de pollo.
Mientras esperabamos la comida mis padres comentaron acerca de lo agradable de esa terraza, el personal tan atento y siempre sonriente. Y la música para ellos era un poco gracioso, el estilo de como ellos bailaban en los videos.
Antes de que llegara la comida nos trajeron tres samosas, (empanadas hechas de harina de trigo rellenas de vegetales sin carne) junto con cuatro clases de salsas de diferentes colores textura y sabores. Estaban buenisimas, y eso nos animo para no desesperar mientras esperabamos.
La comida estuvo fantástica, mis padres al igual que yo disfrutamos de tantos colores, y sabores. Mi padre se arrepintio de nunca antes haber probado la comida hindu. Mi madre también comento lo bueno que estaba su comida, y también probo el pollo de mi padre y mi pollo y el pan.
Yo estaba muy feliz, había sido un acierto total haber venido a cenar al "Amalfi".
Esos momentos eran muy valiosos para mi, porque era la manera de desconectar y olvidar todo acerca de la problemática en la que estaba envuelta y en la que esa noche no tuve tiempo para recordar.
Cuando terminamos de cenar, tomamos chupitos que nos invitaron y de los que mi madre y yo repetimos encantadas.
De salida nos despedimos de Bishal no sin antes comentar la buena atención por el servicio y la comida tan deliciosa.
El agradeció los comentarios y nos invito a volver muy pronto, ante lo cual los tres mis padres y yo reímos. Después del comentario que mi padre hizo - !Que lastima vivir tan lejos!
Camine con ellos hasta el hotel y luego me despedi para continuar de camino hasta el apartamento, antes pase por el "Sabroso" y no me sorprendió que aunque no era la hora acostumbrada del cierre, Mario ya había cerrado.
En casa segui recordando todos los momentos y las conversaciones con mis padres acerca de nosotros, y de lo bien que estuvimos esa noche.
La vida esta llena de momentos y de hecho ese se convertiría en un muy grato recuerdo.
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NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS [sin editar]
Ficción GeneralEl desamor y un negocio que no va bien, es lo único que une a esta pareja. Se encuentran en una zona de confort. Uno de los dos deberá salir y romper con ese ciclo. Es vital encontrar una solución justa y equitativa para los dos. Pero el destino...