Siempre desde pequeña, fui soñadora, me encantaba imaginar y cambiar las situaciones, cuando veía que algo no me gustaba, y eran muchas cosas las que no eran de mi agrado.
Lo primero que más recuerdo que no me gustaba, del colegio, era la clase de música, la odiaba, no se me daba bien, y a la final yo no les veía importancia, yo no quería ser artista ni mucho menos. Tampoco entendía porque el profe "Pinocho" se empeñaba en obligarme a cantar. Ese sobrenombre se lo tenía bien merecido, era profesor de música y canto. La única asignatura en ese tiempo en el colegio era de música pero el se había inventado las clases de canto. Pienso que estudio música por que no pudo ser cantante, y ahora me amargaba la vida, me quería obligar para que cantara. Pero nunca lo consiguio. Era muy gracioso, tenía una nariz tan grande como nunca he vuelto a ver en mi vida, sobre esa narisota apoyaba sus gafas que parecían hechas con cristales de botella. Sus pantalones los llevaba siempre por arriba de su cintura, y muchas veces intentaba subirlos más. Era muy gracioso, nosotros nos reíamos a sus espaldas, y cuando el giraba su cuerpo en frente nuestro, muchos de nosotros nos tapábamos la boca y bajabamos la mirada conteniendo la risa. Era insoportable!!
Alice te pondré un parte sino participas en música , tienes que cantar, no le veo nada de malo que cantes una canción. No sé cantar, y esa asignatura no existe. Le dije solo una vez, eso me costo quedarme en casa durante una semana, de resto me limitaba a bajar mi vista y hacer de cuenta que no era conmigo.
Creo que nadie más acumulo tantos partes como yo. Mi padre al principio me reñía por eso, pero después de ver mis notas de sobresaliente en matemáticas, se le quitaban las ganas.
Yo le decía: " Papá hay que estudiar lo que verdaderamente tiene importancia en la vida", como matemáticas por ejemplo, nunca fui empollona pero si inteligente, al menos para las matemáticas. Y eso fue lo que me llevo después a trabajar como asistente de un contable.
Eso tampoco me gusto, no quisiera volver a hacer ese trabajo en toda mi vida.
Cuando le decía a Mario, que estaba en números rojos, y que de seguír así no ibamos a poder pagar todo. El decía que va que va, es la temporada, todavía no han llegado todos los turistas. Queeeeeeeeeee???? Me quería morir, pero de ipso facto. Tierrra tragame!! No me lo podía creer. Sentía mi cara roja, y sí ardía de rabia de escuchar tanta impertinencia.
¿ Hasta cuando Mario ? ¿ Hasta cuando vas a seguir buscando excusas??? Estamos a finales de junio, joder parece que no te enteras de cuanta gente hay por aquí. El seguía como siempre ignorando lo que yo decía.
Como dice el refrán para discutir hacen faltan dos, pero yo no quería discutir, yo quería que el me escuchará y reaccionará que nos estábamos hundiendo poco a poco, y que de seguir así, iba a llegar el día en que no tendríamos ni para pagar los gastos fijos del restaurante ni tampoco los del apartamento.
Mis lagrimas caían una tras otra y más rápido de lo que yo podía contener, pero el no lo vio. Me fui al baño y empece a llorar. Estaba completamente rota, me sentía ignorada, inútil, estúpida y completamente vacía, era una sensación extraña, nunca me había sentido tan mal en toda mi vida.
Seque mis lagrimas, y enjuague mis ojos con un poco de agua, cada vez me ponía menos maquillaje, con lo cual no tuve que retocarme nada. Mis ojos estaban enrojecidos. Y yo hubiese querido seguir llorando, pero no quería demostrarle a Mario que me afectaba su actitud tan pusilánime. No quería demostrar mi fragilidad, a Mario no, el no era importante como para hacerme llorar.
¿ Y si yo era igual que el o peor? ¿ Porque seguía allí? soportando eso. Me quería largar. Era lo único que quería después de esas discusiones donde no discutíamos lo suficiente para que uno de los dos diera un manotazo sobre la mesa, diciendo ya basta!!!

ESTÁS LEYENDO
NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS [sin editar]
Fiksi UmumEl desamor y un negocio que no va bien, es lo único que une a esta pareja. Se encuentran en una zona de confort. Uno de los dos deberá salir y romper con ese ciclo. Es vital encontrar una solución justa y equitativa para los dos. Pero el destino...