Ángel - (Tercera parte de Bestia)

Capítulo 36 - ANUNCIO IMPORTANTE

HOLA!! LES RUEGO LEER ESTO ANTES DE SEGUIR CON EL CAPÍTULO

No sé como comenzar esto, así que iré directo al grano. Sé que he dicho que el final se acerca y es abrumador lo verdaderamente cerca que está... Primero que nada quiero agradecerles por acompañarme tantos años. El viaje está por culminarse, jamás pensé que eso pasaría.

Estas ultimas semanas he estado enfocándome mucho en escribir las últimas partes, en darle el cierre que se merece, que ustedes se merecen.

Quiero contarles un poco de mi vida... Ahora mismo tengo muchas cosas encima, TENGO UN PROGRAMA DE RADIO, ¿PUEDEN CREERLO? Estoy escribiendo para una plataforma de periodismo independiente que está por ser lanzada, estoy muy emocionada. Y claro que aún mantengo mis ganas de escribir aquí. Más que nada, escribir Bestia... Si siguen Transfusión o Caza Roja verán que está en pausa, porque como ya dije mi enfoque ahora mismo es esta historia.

Ahora les diré lo más importante de este anuncio. No quiero subir parte por parte, sino que quiero subir los últimos capítulos y el epílogo juntos, por lo que tendrían un pequeño "maratón" para leer. Ahora, no puedo darles una fecha exacta para eso, pero será más o menos en un mes o mes y medio. Sin embargo, subiré cada capítulo a Patreon, por lo que si no pueden esperar a devorarse el final de una, pueden tener acceso antes que nadie en ese sitio.

De nuevo, muchas gracias por estar siempre conmigo y estaría totalmente honrada si quisieran seguir leyéndome.

Ahora, disfruten del capítulo.

Dejo el link de Patreon aquí: https://www.patreon.com/sula1906
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El sol comenzó a colase entre las persianas y eso fue lo que me despertó. El cuello me dolía y crujió cuando me reincorporé en el sofá reclinable del hospital. Me giré hacia la cama y me encontré a Asaiah dormido, en parte por las drogas que le habían estado administrando. Seguramente también tenía morfina dentro de su sistema.

Me puse de pie y dejé mi improvisada cama para ir al baño. Tal vez el sonido del inodoro después de haber tirado la cadena fue lo que lo despertó, pues cuando salí, sus ojos ya estaban sobre mí.

- Buenos días. — Sonreí y él me correspondió.

- Te ves mal. — Murmuró, aun le costaba un poco hablar. Yo alcé una ceja y negué con la cabeza.

- ¿Yo me veo mal? No tienes idea de cómo te ves desde aquí. — Él intentó reír, pero se quejó por el dolor, haciendo que mi sonrisa se borrara en ese instante.

Antes de que pudiera preguntarle que había pasado, alguien tocó la puerta y casi enseguida se abrió paso en la habitación. Una joven enfermera entró llevando equipo quirúrgico.

- Señor Civatti, buenos días. — Dijo con una sonrisa, mirándonos a ambos. — Es hora de que le cambiemos los vendajes, el médico ya viene para acá.

En un par de minutos yo fui casi obligada a estar en una lejana esquina, mientras un par de enfermeras y el doctor se encargaban de Asaiah. Por lo que habían dicho, tenían que limpiar las heridas y más en específico aquella que salió del arma de Jackson.

Podía recordar a la perfección la herida de bala; circular y sangrante. Como estaba en el hospital no era muy diferente.  Era grande, se veía todavía la forma y los puntos se veían casi grotescos. Con solo ver el rostro de Asaiah podía saber que sentía un intenso dolor cuando limpiaban la herida, pero no se animaría a pedir anestesia.

El corazón se encogió dentro de mi pecho y tuve que contener las lágrimas. Odiaba verlo en dolor, como si estuvieran torturándolo... Tortura.

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