HOLA
Este año me puse como meta escribir más y creo que poco a poco lo he estado logrando. :) Me encanta leer sus comentarios y mensajes, de verdad los leo, pero no los respondo porque son demasiados y aaaay a veces me pregunto que hice para merecer tanto cariño. <3 Estoy un poquito sentimental porque como ya les he dicho, no falta mucho para el final de est novela (descuiden tampoco se va a terminar en dos capítulos) y la verdad no sé como sentirme al respecto. Este viaje ha sido uno de los más bonitos de mi vida.
Voy a seguir escribiendo, siempre lo haré, porque es mi pasión. Así que si aun quieren quedarse conmigo, pueden darse una vuelta por mi perfil y leerme. También "Transfusión" es una historia que apenas va empezando - si, aunque ahora mismo la secuela esté en curso - y aun falta mucho que descubrir y es todo un mundo en el que tengo planeado desarrollar muchas historias más, así que por favor les pido que le den una oportunidad porque esa historia tiene años de investigación detrás y mucha, mucha dedicación y esfuerzo.
En fin, eso es todo de mi parte. Gracias por estar conmigo y adelante, ¿disfruten? el capítulo.
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El camino al hospital fue en extremo silencioso. Es imposible para mi imaginar lo que pueda pasar por la mente de Asaiah y sinceramente, es incluso difícil para mí en pensar en algo. Siento un nudo en la garganta y una presión en mi estomago se hace cada vez más presente.
Una vez que llegamos él me espera para que baje del auto y toma mi mano, de nuevo en extremo silencio, y entramos al hospital en un abrir y cerrar de ojos. Prácticamente me lleva a rastras y yo tengo que acelerar el paso para ir a su mismo ritmo, puedo sentir como su mano se humedece con sudor y comienza a tensarse.
Llegamos hasta el piso que estaba su padre, pero al llegar al escritorio de la recepción y preguntar por él nos avisan que lo han movido a la unidad de cuidados intensivos. De pronto, algo cae sobre Asaiah y se le va el aliento, me suelta y sus manos van hacia el suelo.
- ¿Usted es el hijo de Massimo Civatti? — Una voz lo llama, ambo nos giramos y encontramos a un medico de unos cuarenta años y pelirrojo acercándose a nosotros. Asaiah traga saliva y asiente. — Soy Hector Lutz el medico que ha estado atendiendo a tu padre y me gustaría hablar contigo. — Asaiah volvió a asentir, mientras el hombre extendía una mano y lo invitaba a tomar asiento en la sala de espera. — Me imagino que ya sabías la condición de tu padre. — Él volvió a asentir. Asaiah y yo nos sentamos, mientras volvía a tomar su mano y el médico se acomodaba en el sofá que estaba delante. — Estas últimas semanas su cáncer se le extendió básicamente a todo su cuerpo, incluyendo órganos vitales. — Asaiah lo escuchaba tranquilo, sin decir nada y yo, yo no sabía que decir. — Esta mañana lo conectamos a un respirador artificial y tuvo un paro cardiaco, logramos reanimarlo, pero hijo... No hay muchas probabilidades que pase la noche. — En ese momento es que voltea a verme y se muerde el labio inferior.
- ¿Quieres...? — Ni siquiera me dio tiempo de acabar mi pregunta, me interrumpió, pero dirigiéndose a Hector.
- ¿Puedo verlo?
- Está bajo mucha anestesia, pero creo que sería bueno. — Claro, no hay manera que el doctor se imagine el tipo de relación que tiene Asaiah con su padre. — Le diré a una enfermera que los lleve con él. — Se pone de pie y señala el escritorio. — Rhonda, por favor podrías llevarlos al UCI. — La enfermera también pelirroja se acercó y asintió con la cabeza.
- Vengan conmigo. — Nos muestra una sonrisa apologética y enseguida se dio media vuelta para dirigirse al ascensor.
Asaiah apenas me miraba, él solo veía al frente y era como si estuviera apartado. Le apreté la mano y fue entonces que hicimos contacto visual, pero enseguida volvió a ver a la nada.
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Ángel - (Tercera parte de Bestia)
Teen FictionYa ha pasado el peligro. ahora Asaiah y Christina pueden estar juntos. O al menos eso piensan. No pasa mucho tiempo cuando su felicidad se ve de nuevo interrumpida por otro personaje del pasado turbulento de Sat. Y Christina otra vez tiene que lucha...