Conocer

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Stanford salio del auto quitándose sus anteojos para descansar un poco la vista, un chico iba pasando y tropezó con el callendo ambos al suelo. —Ten más cuidado —reprocho Stanford pensando que era Stan— eres un idiota —maldijo sobando el lado lateral de su cabeza.

—Tu te has atravesado, amigo —gimoteo ayudándole a levantarse, Ford se colocó los lentes mirando un chico castaño casi rubio con un notable acento sureño— Soy fiddleford, Fiddleford McGucket —le sonrio mientras Stanley volteaba a verlos con algunas maletas en la espalda, no pudo evitar sentir ese piquete en el corazón al verlos sonriendo y a Ford algo nervioso, odiaba sentirse así.

—Hola —forso una sonrisa mirando a su hermano y al tipo que parecía ser educado.

—E-El es mi hermano, Stanley Pines —sonrio Ford haciendo un amago de sonrisa mientras Stan le saludaba de mano— y yo soy Stanford pero podés decirme Ford —Fins le extendió su mano pero Ford no quiso hacerlo, jamás saludaba así ya que.. notarian su defecto.

—El usualmente no saluda de mano —dijo Stan cortando el silencio incómodo que se había formulado, Stanford solamente le sonrió a Fiddleford y este le correspondió.

—¿De dónde vienen? Parece que no son de los alrededores —pregunto Fiddleford sosteniendo sus maletas y caminando con los gemelos a registro.

—New Jersey —contestaron ambos al mismo tiempo llevándose una carcajada— un pueblo pequeño dentro de él —termino Ford hojeando los papeles del registro que tenía que entregar en unos minutos.

—Yo vengo de Palo Alto, bonito lugar —sonrio sastifecho, usaba una camisa crema algo opaca y sus anteojos que parecían quedarle solo a él ya que el marco era algo extraño— el lugar es muy rústico, todos se conocen entre sí además de que son muy unidos y dejan de lado los defectos de los demás.

—Suena hogareño —comento Ford con estusiasmo.

—Mucha fantacia —bufo Stanley— nos seguirían viendo cómo dos bichos raros..

—Pues tú no pareces muy inteligente a decir verdad...

—El nerd es Stanford, yo soy el co-perador —sonrio apuntando a su hermano.

—Cooperador, cabeza hueca —viro los ojos algo obvio— gramática Stanley..

—Gramatica tus

—No es para que peleen —intervino Fiddleford que iba al lado de Ford— solo me pareces más del estilo.. brabucon.

Ford solo dejo salir una risa sarcástica y Stan le miro algo enojado, le había comentado días antes que iba a cambiar y terminaría su universidad aún que tubiera que terminar siendo un hermitaño como Stanford, algo que le ofendió a este último pero el alegraba de cierta forma que intentara cambiar, pero de todas maneras le gustaba la forma en que le molestaba y burlaba con sarcasmo. Sonaba estúpido pero era así. —Lo único que tenemos en común es los apellidos y un poco el parecido.

—Y el carácter, se molestan muy rápido —espeto aguantando una risa.

(...)

—Quien diría que las habitaciones serían de tres —sonrio Ford con alegría llegando a la puerta de su nueva habitación que compartiría con fiddleford y Stan, por poco y solo sería fins y el pero.. el se las supo arreglar.

—Yo solo veo que sean de dos —comento fiddleford mirando las habitaciones de los lados donde había dos personas.

—Dije que tres —afirmo mirando que había una cama sola y una litera.

—Yo pido abajo —corri Stan acostándose en la parte de abajo de la litera.

Fiddleford camino a la cama de colchas tintas que era individual. —Yo me quedo con esta, siempre me caigo de la cama. Imagina si caigo de esa altura —termino con una risa apuntando la parte superior de la litera.

—Entonces yo quedo arriba, estoy acostumbrado —continuo la JTburla mirando que las sábanas de la litera eran de marrón con los almohadones tintos.

Ambos gemelos y el chico sureño comenzaron a desempacar acomodando sus cosas en sus respectivos escritorios de madera de roble, se veía bien para ser la segunda mejor después de la costa oeste.

Stanford estaba algo confundido. El había abandonado su universidad soñada por que Stanley no podía ingresar y no podía dejarlo solo, en realidad... Si podía pero el problema era que el simplemente no quería.

Pero ¿Estará usted pensando con claridad? Está despendiciando la oportunidad de su vida —hablo el director que estaba en línea por teléfono.

—¿Puede Stanley Pines ingresar?

—Por reiteradas veces le eh comentado que no.

—Entonces yo tampoco asistiré.

—¡Es usted un genio! Está despendiciando todo su intelecto

Ford nego varias veces y volvió a la realidad ¿Como había Sido capas de hacer tal brutes? Era absurdo aunque en realifad, tenía una oportunidad de expresar todo. ¡Que saliera la realidad haber que sucedía!

—Stanford —llamo fiddleford— Disculpa, Ford..

—Dejalo así —confeso volteando a verle con una sonrisa tomando varios libros entre sus brazos.

—¿Puedo hacerte una pregunta personal? —pregunto nervioso.

—Por supuesto ¿Somos amigos no? —ladeo una sonrisa recordando que apenas se conocían unas horas y ya estaba sobreponiendo conclusiones afectuosas— continua..

—¿Tienes pareja?..

Stanford solamente miro a los lados recordando que su gemelo había salió hace un par de minutos. —No, pero me gusta alguien. —sonrio rascándose la nuca desprendiendo de su cabello el olor de su shampoo del cual Stanley deliraba, estúpido en realidad pero le gustaba.. y eso contaba ¿O no?

—¿De quién se trata? —dijo Fins como todo un cotilla— A de ser una mujer espectacular.

Esas palabras hicieron que Ford riera nervioso, no era una chica pero no abría problema si fuera un chico pero... ¿Su hermano? Era inmoralidad. —En realidad.. es un chico ¡Pero ninguna palabra de ello! —confeso sintiéndose mejor, llevaba con ese peso demaciado y tenía que decirlo a alguien— ni siquiera a mi hermano, es... Personal y necesitaba contarlo.

Fiddleford sonrió de alegría, mientras Stanford le miraba estrañado ya que esperaba una reacción un tanto diferente. —¡Me alegra demaciado! —sonrio abrazando a esta Ford sobre sus brazos.

Stanley entro en ese momento encontrando la escena que le rompió un poco el corazón, no era algo revelador si no que en realidad de causó celos. Primer día y su compañero de cuarto ya le estaba robando a su hermano. —Siento ver interrumpido lo que sea que estuvieran haciendo, cerebritos —se burló tratando de sonar normal cuando lo único que decía su cabeza es que necesitaba explicaciones...

—Stanley —llamo Stanford al ver que su gemelo se sentaba a comer de su postre en la cama dándole la espalda— ¿Te sucedió algo? Te noto diferente.

—Estoy bien, sigue en lo tuyo.

Los ojos azules de Stanford se oscurecieron de tristeza, lo había hecho sentir mal y eso le destrozaba el corazón.
De un momento a otro la puerta comenzó a ser forsejeada y Ford tanto como Stan y Fins se alertaron mientras el más grande de estos dos estaba en defensa para atacar cuando la puerta se abrió de golpe. —Hola, señoritas —sonrio un castaño que sostenía una botella de cerveza.

ᴍysᴛᴇʀʏ ᴛᴇᴀᴍ {sᴛᴀɴᴄᴇsᴛ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora