•Heridas•

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-¿Le invitamos a pasar la noche aquí? Parece que está bastante confundido con su propia vida como para mandarlo a un hotel.

- Ford es viernes, se supone que hoy...

-Despues arreglaremos nuestros pendientes y me compensas de esta mañana, arregla la habitación del desván yo tratare de hacerlo sentir mejor -susurro Ford mirando desde la cocina la sala de estar donde se miraba Rick jugando con una lata de cerveza.

- Bien -bufo caminando sin dirigir más palabras con el o siquiera Rick.

El mayor se sentó frente a Rick mientras le miraba con dudas. La sobriedad de Rick de nuevo como muchas veces se había ido al carajo así que comenzaba a decir cosas que no tenían sentido. - Ford... Amigo.. ¿Está todo bien?

Ford de inmediato desvió la mirada asintiendo. -Si ¿Por qué no lo abría? -dijo sonriéndole un poco- Escucha, está noche te quedarás aqui y mañana por la tarde hablaremos ¿Te parece?

El de cabellos azules solamente volvió a negar con algo de resentimiento. - Ya los moleste todo el día, será mejor irme... -se levantó como si de un moribundo de tratara para dar unos pasos en falso y caer abruptamente sobre el suelo.

El chico se levantó de la silla rápidamente tomando a Rick del brazo y al notar que no se movía le dió un pequeño golpe con el pie. -Demonios dime qué estás vivo.

- ¿¡Que le hiciste!? -grito Stan al verlo tirado en el suelo.

-¡Yo nada, el cayó solo!

- ¿¡Está muerto!?

- ¡No lo sé! -grito de vuelta, un ronquido por parte del peliazul calmo a los dos quienes ya se había gritado de manera grotesca.

Ambos cargandolo lo dejaron sobre la cama del desván y regresaron al cuarto. El silencio de nuevo era algo incómodo pero no podían hacer nada, aún estaban algo enojados con el otro por lo de la mañana.

- ¿Quieres ver tu serie?

-Ya la termine... El día que estabas roncando cuando te dije que la veríamos -susurro dándole la espalda sentado sobre la cama.

De nuevo un pinchon en su pecho ¿Por qué siempre hacia las cosas mal? ¿Tantas estupideces estaba cometiendo? Y el se las perdonaba.

- ¿Quieres seguir lo de la tarde? -pregunto de una manera atrevida mientras se sentaba a un lado suyo abrazándolo por detrás dejando un pequeño beso en su cuello.

-No estoy de humor Stanley... Lo mejor será dormir -susurro levantándose y tomando su ropa para dormir, cerró la puerta del baño detras suyo dejando a Stan confundido.

De nuevo pasaba las imágenes de esa mañana sobre su cabeza, recordaba todo a la perfección como si de una tortura se hablara.

«¿Que más le podría haber hecho molestar?» se cuestionó entre varios de sus pensamientos cuando unas palabras duras y frías llegaron a su cabeza, ahora más que nunca se cuestionaba por qué dijo eso.

-No se ni para que preguntas, esa mujer te tiene tonto hermano.

- ¿Hermano? No me llamas así desde secundaria.

De nuevo un golpe de dirigió justo en su pecho, como si esas frases lo apuñalaran. Tenía razón, no le llamaba así desde bastante tiempo; no se había dando cuenta el que esa palabra no era algo normal para ellos ya, esa palabra se había movido a un lugar remoto se sus vidas pero por algo el la había repetido.

Se recostó entre la cama mientras se encogía al escuchar de nuevo esas palabras saliendo de su propia boca.
Entre esos pensamientos por fin le dió un descanso en su cabeza al oír un ruido en el baño, debía hacer algo; las cosas no se arreglarían solas.

ᴍysᴛᴇʀʏ ᴛᴇᴀᴍ {sᴛᴀɴᴄᴇsᴛ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora