ᴍysᴛᴇʀʏ ᴛᴇᴀᴍ {sᴛᴀɴᴄᴇsᴛ]

El Tiempo No Reparo Nada

Ya había transcurrido un tiempo, seis meses en los cuales Ford se ganó el respeto de todos además de pasar de semestre en semanas, era el estudiante más inteligente que había pisado esa universidad y a Cipher le constaba. —¿Entonces puede conseguirlas? Creo que costarán algo caras —menciono Ford mientras limpiaba algo de aceite de sus manos.

—Tu solo has la lista y las tendrás —dijo Bill rodando los ojos algo molesto— hey el proyecto lo cambiemos a un lugar lejos de aquí, están comenzado a sospechar ya que estamos algo cerca de la universidad.

—Claro, usted solo ponga fecha, lugar y hay estaré. —ladeo una sonrisa mientras acomodaba sus anteojos— aún que claro, Stanley tendrá que ir conmigo.

De inmediato Bill negó. —Esto es trabajo Stanford, deberías dejar de lado a tu hermano solo en este asunto serán lo que quieras pero mientras estemos en esto tendrás que guardar cualquier cosa del tema, no quiero que algo pase y tú serás el culpable ya que eres el único que sabe de esto.

Ford resopló algo molesto, de cierta forma tenía razón.

—Además recuerda que esto nos dará fama a los dos ¿No te gustaría trabajar en tu propia compañía de investigaciones? ¡Ser le mismísimo jefe del departamento del FBI! Noté que te encantan los misterios —sonrio bebiendo de su gaceosa— solo piensalo ¡Seremos grandes!

Este de inmediato acintio algo entusiasmado. —Solo quiero disculparme por lo de hace tiempo, lo de Stan..

—Ahg cosas del pasado, ahora somos compañeros.

—Llamame amigo —tomo de su gaceosa algo orgulloso.

¿Sabes qué pasa cuando a alguien le alimentas el ego? Te seguirá a dónde se lo pidas mientras crea que te importa. Bill lo sabía y ya tenía un destino.

(...)

—Se está tardando, maldita sea. —balbuceo Stan mientras miraba por la ventana que Ford salía del auto de Bill sosteniendo algunos papeles para despedirse de mano y caminar a paso acelerado dentro del edificio.

Aún después de que Bill sabía de lo suyo el propio Stan se sentía algo apartado cuando tenía que ir a hacer ese maldito proyecto. ¿Que tenía de importante? Como si Ford fuera tan inteligente para hacer algo que ni el mismo bill podía ¿Que tenía de especial? Y peor aún ¿Por qué el no lo era? —Lo siento, había tráfico —sonrio cerrando la puerta detrás de él— me daré una ducha y en diez minutos nos vamos.

—¿Por qué? Si te diste una cuando te fuiste.

—Por que estoy sudado y lleno de aceite —dijo riendo como si fuera un ataque de celos el que su hermano tenía.

«De nuevo» se dijo Ford sabiendo que pensaría cosas que no eran. —Ven aquí.. —dijo tomándole del brazo derecho con algo de fuerza y acercándose a él— hueles a su perfume.