•Punto de Vista•

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Abrió la puerta mirando su alrededor con una sonrisa, estaba en casa de nuevo. —¿No has pisado el lugar desde el accidente de esa cosa?

— No, era Rick quien venía por ropa y esas cosas. No pensaba dejarte solo —contesto ayudándole a caminar hasta su habitación— Ahora que estamos en casa y todo está bien me gustaría hablar contigo de un tema bastante interesante.

Stan alzó una ceja abriendo la puerta de la habitación. —¿Que pasa Ford?

El mayor le dejó sobre la cama ayudándole a recostarse, pensaba sus palabras mirando como Stan trataba de averiguar qué le sucedía
con el solo mirar sus ojos pasearse por la habitación como si está le diera la respuesta. — Son dos cosas. Una es; ya no quiero que en acompañes a mis investigaciones —dijo haciendo que la expresión de Stan cambiará a una de reclamó— Se que vas a protegerme pero de están volviendo peligrosa. Prometo llevar arma, la que tú pidas —le sonrió tomando su mano y apricionandola entre las suyas.

Lee lo miro un momento, ¿Que le decía? —Stanford... No puedes vagar solo, es peligroso.

— Después de esto no se si sea buena idea ir juntos, puede que solo me escabulla mejor... No pienso ponerte en peligro una vez más.

—¡Pero somos el dió dinámico! Tu eres la inteligencia y yo los golpes ¿Por qué ir solo a un lugar así?

— Lo siento Honey pero es mi última palabra —susurro acariciando su mejilla con cuidado, Sabía que sería difícil convencerlo respecto a tomar sus investigaciones solo pero era lo mejor. Un silencio se formo, Stan quería reclamar y decirle que sin importar que lo volvería a acompañar pero ahora no quería pelear, recién llegaba y lo peor sería volver a la rutina de debatir quien tenía la razón.

— Respecto a la boda... Antes de esto estube viendo varios presupuestos y creo que una al civil y una cena no está fuera de nuestro presupuesto —sonrio Ford acariciando su mano, quería de alguna manera cambiar el tema.

Lee levantó la mirada con una sonrisa leve. —Construir esa cosa será es difícil, lo sabes —contesto— además de costoso. Deberíamos posponerlo unos años más.

— No quiero posponerlo más, quiero estar casado contigo —volvio a sonreír haciendo que un sonrojo naciera en sus mejillas— ¿Tú no quieres?

—Joder, claro que quiero. De una vez si quieres la luna de miel también —dijo en una carcajada acercándole más a el tomándolo del mentón, ahora el rostro del chico era un poco rojizo notandose más por su piel un poco pálida.

Ambos se miraban con deceo, ternura y una vez ilución ¿Era ese el último paso en su relación? ¿Serían ya felices por siempre?

Un sonido hizo que se separarán, era fiddleford quien estaba citado en la cabaña a esa hora. —Si necesitas algo estaremos en la sala.

—Estarimos in la sili —imito Stan en berriche.

Ford se colocó la chaqueta con una risa. — Finns es mi amigo, nuestro amigo. Deja de ser un celoso mi querido papanatas —dijo antes de salir de la puerta.

¿Cómo evitar el querer reclamar lo suyo? Reclamar que esa sonrisa, esos ojos y sobre todo ese cuerpo le pertenecía. Si, sus ideas llegaban a ser algo pocesivas pero el que Ford era tan atractivo y atraía la atención en todos lados despertaba su lado más salvaje que quería reclamarlo como una propiedad.

—Fiddleford —susurro tratando de levantarse, sus pies se entorpecían y le hacían caer de nuevo a la cama. De seguro tendrían una charla intelectual como en la universidad, darían sus puntos de vista sobre el proyecto y dejarían de lado cualquier otra persona en ese lugar; incluyéndose.

Ese era el problema cuando se juntaban, sus pensamientos y conocimientos eran tan similares que sus discusiones les hacían salir del lugar mentalmente. ¿Debía preocuparse? Fiddleford se había distanciado de Aline un tiempo, cada quien tenía un trabajo diferente pero seguían sintiendo amor por el otro, según finns.

¿Por qué sentir celos entre su amigo y Ford? ¿Tanto era ese sentimientos? Se odiaba tantas veces por sentir eso.

Paso una mano por su cabello un poco largo, ya podía atarlo en uncaleta pero le daba pereza hacerlo (Exepto cuando Ford lo obligaba por higiene o por qué simplemente se veía sexy de esa manera) desvió la mirada a todos lados mirando si teléfono al otro lados de la habitación. —¡Debes estar bromeando! —balbuceo rodando al piso, algo molesto trato de levantarse pero perdía un poco el equilibrio. Después de varios intentos se sostuvo de la pared poniendo ambas palmas en ella. Quería llamar a sus padres o a Rick, necesitaba hablar con alguien y saber si sus celos estaban mal; pensándolo bien sus padres eran la peor de las opciones y terminarían pensando que es tóxico para Ford.

Deja saber si entendí —suspiro detrás del teléfono— ¿Tienes celos de todo mundo?

—El es atractivo, claro que muchas personas gustarán de él y cuando lo miran de más o él es el que mira de alguna manera quiero alejarlo...

— ¡Joder! Si, eres un maldito celoso. Deberías partirle la cara a quien se le acerque.

No ayudas. ¡Es lo que quiero evitar! —balbuceo tratando de ser claro, ¿Cómo explicar con palabras lo que sentía? Un sentimiento raro que por más significados le diera no podía decirlo— Es una gran persona, necesito ayuda para saber cómo actuar.

Es fácil, solo ignora que te importa

—No es tan fácil, te estoy diciendo que mi relación peligra de mis malditos celos. El día que llegaste estábamos en disputa por mi culpa.

— ¿Un chico? —pregunto para después escucharse un sorbo a su bebida.

—Una chica...

— Estás en problemas, no tendrás límites —se burlo con cierta ingenuidad.

La puerta de la habitación se abrió bruscamente. —Si mamá, te llamo después.

ahg.. prefiero papá —dijo en una carcajada antes de colgar.

El mayor se encontraba concentrado sobre unos planos y dejaba tirados algunos papelillos o algún libro detrás de él. —¿Que cuentas seis dedos?

— No mucho, pero tenemos un avance. ¿Necesitas algo? Creo que iremos al pueblo a buscar un poco de herramienta.

—Supongo que no ¿Puedo ir?

— Necesitas reposar —contesto dejando lo que llevaba sobre ella escritorio— regresaré pronto cariño, llama si me necesitas.

Se acercó acariciando su cabello con una leve sonrisa besando su mejillas.

ᴍysᴛᴇʀʏ ᴛᴇᴀᴍ {sᴛᴀɴᴄᴇsᴛ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora