Él, un chico que no ha tenido suerte en la vida, se reencuentra con su mejor amiga de la infancia, de la cual siempre ha estado enamorado.
Ella, una chica sobreprotegida por su padre y consentida por su madre, desgraciadamente eso no duró mucho, ya...
Alex: Primer día de instituto, qué fastidio, a veces pienso que la vida se empeña en joderme vivo. Acabo de mudarme a París, no conozco a nadie y realmente prefiero que siga así, no quiero que me vuelva a pasar lo de Amanda. Que se fuese de la ciudad me dejó un gran vacío, a día de hoy no sé porqué discutieron nuestros padres ni porqué tuvimos que pagarlo nosotros. Seguíamos en contacto por las redes sociales, hasta que su padre se enteró y ella hizo todo lo posible para que no nos volviesen a distanciar, otra vez. Pero su padre la amenazó con quitarle la libertad y no dejar que ella vea la luz del sol. Yo por mi parte quería que ella siga su vida felizmente aunque sea sin mí, sigo echándola de menos, sigo sin dormir por las noches por seguir enamorado de ella y saber que hace su vida con otro chico que no la trata como ella lo merece. Tampoco puedo decir que yo sea el indicado, porque desde que la arrebataron de mi lado soy un mujeriego, solamente las quiero para una noche, ella es con la única que me gustaría amanecer todos los días de mi vida.
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Mi mejor amigo Luke dice que debo seguir viviendo mi vida, porque solamente le hablo de ella, de Amanda y de lo mucho que la echo de menos en mi vida. Claro, él no lo entiende porque tiene novia e incluso viven juntos ¿qué más podría pedirle él a la vida?
