Álex

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Amanda se quedo congelada cuando le dije que estoy enamorado de ella. Cuando se lo dije, apareció Tony y me llamó Nadia.

Me di la vuelta sin dar ninguna explicación.

Llegué al sitio donde Nadia y yo habíamos acordado para ir juntos.

N: ¿Estabas con ella, verdad?

Á: Obvio, ¿con quién iba a estar si no?

Nadia parecía afectada, como si lo nuestro fuera real o algo así.

Justo cuando estaba cansandome de conducir empezamos a ver la playa de noche y supe que ya quedaba poco para llegar al hotel.

N: Dormiremos juntos, ¿no?

Á: No, tenemos habitaciones separadas.

N: ¿Qué? ¡PERO SE SUPONE QUE ERES MI NOVIO!- Dijo con su típica voz irritante.

Á: Exacto, se supone. Recuérdalo, tú y yo no somos nada.

N: Sí, eso lo sé, pero debemos comportarnos como una pareja, ¿no?

Á: A ojos de la gente sí, pero aquí no nos conoce nadie así que no hay por qué sobre actuar.

N: Pero nunca se sabe cuando nos podemos encontrar a alguien conocido, porque igual que tú piensas eso hay gente que también lo pensarán.

Á: Nadia, no vamos a dormir juntos y fin de la discusión.

Ella asintió no muy convencida, pero me da realmente igual.

Cogí la suite de dos pisos, yo me quedaría en la de abajo.

N: ¿Por qué coges una habitación tan grande? Es más grande esta habitación que mi casa.

Á: Para tener espacio y no tener que vernos tanto. -Dije seco-.

N: Qué seco -dijo con asco- no me merezco que me trates así, ¿sabes? A lo mejor es hora de que busques a otra que sea capaz de mentir así.

La ignoré.

N: Álex, creo que me estoy enamorando de ti.

Á: No es mi problema.

N: ¿CÓMO QUE NO ES TU PROBLEMA?

Á: No lo es- hice un gesto de indiferencia-.

N: ¿Así valoras mis sentimientos?- Dijo con lágrimas en los ojos.

Á: Nadia, me empecé a juntar contigo para empezar a darle celos a Amanda. Sabes lo que siento por ella y no lo pienso cambiar, ¿entiendes?

N: Si no me correspondes, se lo diré todo a Amanda.

Á: Dile lo que siento, ella ya lo sabe. Es más, antes de venir aquí me declaré.

N: ¿Sabes de lo que me he enterado?

Á: Me da igual.

N: Es sobre Amanda.

Á: Suelta todo ya.

Ella soltó una carcajada. No me hace ni puta gracia.

N: Luke fue a su casa.

Á: ¡¿QUÉ?!- Mi mandíbula casi cae al suelo-.

N: Pero no vamos a ir.

Á: Tú no me lo vas a impedir.

N: Tranquilo, está con Tony, no va a pasarle nada. Vamos a disfrutar de lo que queda de noche- dijo poniendo sus manos en mis hombros-.

Á: ¡Quita! -Grité, alejando sus asquerosas manos de mi cuerpo-.

Sin decir nada más, me fui de ahí corriendo hacia el coche.
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Llegué a casa de Amanda y no había nadie. Maldita Nadia, me ha mentido. Seguro que está en una cita con Tony. Pensar eso hizo que mi pecho doliera.

Resignado, iba a largarme de ahí, pero la voz de una señora mayor me detuvo. Se presentó, su nombre era Elisa.

E: Hola, muchacho. ¿Buscas a las personas que viven en esta casa? Por cierto, me llamo Elisa.

Á: Sí, concretamente a Amanda.

Su rostro mostró preocupación al pronunciar el nombre de ella.

E: A ella le pasó algo, no sé qué concretamente, pero tenía sangre y tenía la cabeza llena de sangre.

La sangre abandonó mi cuerpo. De repente, no podía moverme, no podía pronunciar palabra alguna.

Á: Gracias- hablé con dificultad-.

Saqué el móvil de mi bolsillo, con las manos temblorosas. Llamé a Luke.

L: ¿Quién?- Respondió con voz ronca-.

Á: ¿Dónde está Amanda?

Me dio la dirección y fui lo más rápido que pude.

Fui a recepción y me dijeron el piso y la habitación.

Subí rápidamente y vi a los dos: Luke y Tony. Me acerqué a ellos apretando la mandíbula.

Á: ¿Cómo está?

L: No lo sabemos. -Respondió Luke, ya que Tony estaba llorando a moco tendido.

Á: ¡¿QUÉ COÑO HABÉIS HECHO?!

Ninguno me respondió.

Entonces vimos al doctor

D: ¿Familiares de Amanda Jarque?

Nos levantamos rápidamente.

Á: ¿Cómo está?

D: Bien, pero... ha perdido la gran parte de su memoria. Le hemos preguntado a quién recuerda y... sólo recuerda a su padre.

En cuánto dijo eso llamé a Coraima para que avise a su padre, creo que nos va a matar a todos...

Vinieron bastante rápido, en unos 30 minutos estaban entrando en la sala de espera.

P: ¡¿DÓNDE ESTÁ MI HIJA?!

Á: En intensivos, van a entrarla a la habitación, dicen que ha perdido la memoria y que solo lo recuerda a usted.

No sé cómo es que no nos quiere matar, y si quiere hacerlo lo disimula muy bien.

Un Mafioso ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora