Álex

2.3K 127 4
                                    

La miré por unos segundos para finalmente ponerme a reír.

Á: Adiós, señora. -Dije mientras me limpiaba algunas lágrimas que habían salido por reírme tanto-.

E: Tú no te vas hasta que me digas dónde está tu padre- Me agarró el brazo con fuerza-.

Á: ¿Qué no?- Dije burlón mientras me soltaba bruscamente y iba corriendo a no sé dónde-.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Estaba sentado en un banco mientras comía una pizza que había comprado por ahí cerca mientras buscaba por dónde volver. Cómo no encontré ninguna solución decidí preguntale a un chico que estaba de espaldas.

Á: Perdona- Dije tocándole el hombro que se diera la vuelta-.

Él se giró algo fastidiado mientras me miraba. Me quedé boquiabierto.

Á: ¿Eres Tony?- Dije tratando de sonar amable-.

Él frunció el ceño.

T: Sí, soy yo.- Dijo, confundido-. ¿Tú quién eres?

Á: Nada, no importa. ¿Me puedes decir cómo llegar aquí? -Dije mientras sacaba el papel de mi bolsillo que yo mismo había escrito para que no se me olvidase-.

Él asintió mientras me daba las indicaciones con algo de desconfianza.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Mientras seguía las indicaciones que me había dicho Tony me empecé a cansar y me senté en un banco. Minutos después se sentó una chica.
Ella se presentó, su nombre era Paula. No me interesaba mucho, la verdad.

P: ¿Tú cómo te llamas?

Á: Álex -le sonreí falsamente-.

P: Yo soy Paula- me sonrió-.

Á: Ya me lo habías dicho antes.

P: -Soltó una risita nerviosa- Perdón-.

Yo alcé los hombros dándole a entender que no me importaba.

P: Bueno, tengo que irme. Antes de eso nos podemos hacer una foto.

Á: No, gracias.-Le ofrecí una sonrisa falsa-.

Sonreí pensando en que le había hablado bastante mal. Amanda me lo había pegado.

Entonces escuché el sonido de una foto.

Á: ¡¿PERO DE QUÉ COÑO VAS?!- Dije más que furioso.

P: Lo siento. -Dijo para después irse corriendo-.

Agh.

Decidí volver a caminar, quería llegar lo antes posible.

Por el camino decidí ver cuándo fue la última conexión de Amanda. Al verlo abrí los ojos, ESTABA EN LÍNEA.

Álex:
Holaa

Amanda:
Hey. ¿Qué tal todo, cariño?

Sentí mi corazón acelerarse mientras sonreía. ¿ELLA ME HABÍA DICHO ESO?

Álex:
Pues muy bien. Eso no interesa ahora, ¿cómo estás tú?

Amanda:
Te echo muchísimo de menos.

No podía parar de sonreír. Estuve esperando este momento por años.

Álex:
Quiero verte ya. ¿Podemos hacer llamada?

Amanda:
No, lo siento, tengo que irme.

Mi sonrisa se borró. Aquí hay gato encerrado. Decidí seguir caminando e ignorar mi acelerado corazón.

Después de un minuto o dos recibí una llamada de Amanda. Sin dudarlo la contesté.

A: ¿Álex?

Á: Dime, amor.

A: Pues... los mensajes no los he enviado yo, ha sido la estúpida de Coraima. -Dijo, furiosa.

Sentí mi corazón romperse, más de lo que estaba. ¿Quién me lo acababa rompiendo siempre? Sí, Amanda. Aún así la amaba.

C: A ver, cabeza ketchup, yo no soy estúpida. Simplemente os shippeo y Amanda es tan terca, idiota e imbécil no admite que te ama, pero te aseguro que lo hace.- Dijo riendo-.

No pude evitar soltar una risita.

A: ¡YO TE MATO!- escuché la risa de Coraima, haciendo que yo también riera. Parecía una foca riéndose.

Un Mafioso ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora