Un Mafioso Protector

Amanda

Me trajo al instituto y al instante de bajar ahí estaba la estúpida de mi mejor amiga con los brazos cruzados, supongo que será porque la he dejado sola en clase.

C: ¿Qué hacías? No esperé que tardases tanto.

A: larga historia - dije frustrada-.

C: ¿Qué esperas para contármela?

A: Le gustas a Harry -solté de golpe haciendo que sus ojos se abrieran como platos-

C: Espera... ¿Qué?

A: Lo que oyes - dije con una sonrisa satisfecha-.

Ella comenzó a reír como desquiciada

A: ¿De qué te ríes? -fruncí el ceño.-

C: Me podrías haber dicho otra cosa para callarme, no sé algo más creíble. -dijo sin parar de reír.-

A: ¿Esa es tu reacción?

C: mi reacción hubiese sido otra si hubiese sido cierto.

Gruñí

A: Que es cierto, estúpida.

C: ¿Ah si?

Asentí

C: ¿Y cómo lo sabes?

A: ¿Te acuerdas aquél campamento de verano?

Ella asintió

A: Pues lo escuché decírselo a un amigo.

Vi como se quedó quieta mirando a un punto fijo hasta que se desmayó. La cogí antes de que se pegara un golpe. Le comencé a pegar pequeños golpecitos en la cara hasta que despertó. Me dijo aún sorprendida

C: Dime que es cierto - dijo mientras sonreía.-

A: Obvio, estúpida.

Ella gritó dejándome sorda por unos segundos.

C: Me tengo que comprar un vestido para mi boda, necesito comprar los aperitivos, encontrar un lugar...

A: -La interrumpí- Calma, calma...

C:  Necesito hablar con él.

A: Venga, estúpida. Estás tardando mucho.

C: Creo que te dejo ya - dijo guiñando un ojo-

¿Qué?

Á: Amanda...

Mierda.

A: ¿Qué quieres ahora? -gruñí-

Á: Yo... yo quiero pasar más contigo. - dijo tímido-

A: Vete - dije seca-

Á: ¿Por qué me tratas tan mal? Simplemente quiero recobrar la relación que teníamos antes.

A: Yo no, eres parte del pasado. Vete ya. -Al ver que no decía nada decidí tomar yo la palabra.-

A: No importa, ya me voy yo

Á: Joder, sólo quiero hablar.

A: Adiós, Álex. - Vi como su corazón se rompía en mil pedazos al escuchar mis palabras-.

Sufrí al tratarlo así, y fue porque vi el coche de papá afuera, espero que no haya visto a Álex o adiós a mi vida en París y a mi libertad.

Subí al coche rápidamente como siempre para que papá no sospechara nada, rezo para que no haya visto a Álex.

P: Hola Mandy -me dio un beso- ¿Quién era ese chico? - dijo poniéndose serio-.

A: Un alumno nuevo de intercambio, papi - dije sonriendo -.

El camino a casa fue silencioso, al llegar subí rápidamente a mi habitación y encendí el ordenador para escuchar música.

Recibí un mensaje de un número privado mientras ordenaba mi armario. Me lo pensé antes de cogerlo, ya que no me gusta recibir mensajes en general, menos de quien no conozco.

A: ¿Quién eres? - contesté indecisa -

D: Mandy, voy a estar cerca de ti y cuidandote aunque no me quieras cerca tuyo, siempre serás mi pequeña, aunque tu padre no quiera.

A: ¿Álex?