Todo está cambiando, y me gusta.
09 de agosto.
Ya había pasado máximo seis horas en la escuela, ya no aguantaba esta tortura de verdad necesitaba irme.
Faltaban tan solo dos horas para poder largarme de aquí. Eso era todo e intentaba no pensar en el largo tiempo que me faltaba.
Ya sé que no era mucho tiempo pero me da igual, para mi es mucho dos horas.
Abrí mi libro de historia cuando por fin decidí tomar un lugar hasta el fondo, jamás me sentaba hasta el fondo solo que estabas lo bastante cansada como para sentarme más enfrente y poder responder preguntas del profesor.
Quería dormir, eso era todo lo que quería hacer, mi estómago hacia ruidos extraños y me estaba muriendo de hambre... Quería dormir para poder olvidar mi hambre.
Solté un largo y cálido suspiro mientras los demas de la clase comenzaban a llegar, llegaron los populares a los que les tocaba esta clase: sophia, wyatt y.. FINN.
Me puse lo bastante nerviosa como para poder vomitar el almuerzo de hace unas horas y sentí como mi estómago comenzaba a dolerme, era emoción? o eran esas cosas que se les llaman "mariposas en el estómago? si eso eran, ugh, las odiaba.
Se sentía como si mi estómago estuviera tendiendo un colapso e iba de aquí para allá, crucé las piernas para calmarlas las mariposas y después lo mire, estaba tan lindo con esa sudadera negra, que hacía resaltar sus ojos y sus rulos... era tan...
-Lindo.
Dije en voz alta eso?
¡Por dios lo hice! Quiero morir en estos instantes alguien que me ayude.
¿alguien lo habrá escuchado? Espero que no.
-¿Quién es lindo?.- dijo alguien a mi lado derecho.
Conocía esa voz a la perfección, podía ubicarla en una fila sin lugar a dudas... ¡Era Finn!
Bien Millie, calmate, es solo un chico, SÍ EL CHICO QUE TE GUSTA DESDE HACE MUCHO TIEMPO Y QUE JAMÁS TE HABLÓ LO ESTÁ HACIENDO AHORA, no tranquila es solo finn.
-¿Q-que?.- mi voz me sonaba tan estúpida, dios estaba haciendo el ridículo frente al chico que me gusta.
¿en que momento se puso a mi lado?
Estaba tan concentrada pensando en él y en lo lindo y tierno que se veía que ni siquiera note que se estaba acercando a mí para SENTARSE JUNTO A MÍ.
-Dijiste "lindo", ¿quién es lindo?.- preguntó mirándome con curiosidad y recargando su mandíbula en su mano.
-¿Cómo sabes que no estaba hablando de un "algo"?.- le pregunté y él solo me sonrió.
-No lo sé solo fue una suposición.
Quería sonar lo más tranquila posible, no podía dejar que escuchara mi voz temblorosa y supiera que me gustaba y sentia millones de cosas por él.
-Bueno, supongo que mi gato.
Él soltó una risita y aunque yo intentaba esconder mi sonrisa para lucir como una persona totalmente seria, sonreí ampliamente.
-Eres graciosa, ¿cómo te llamas? Te salvé hace algunas horas no es así?
Asentí con la cabeza.
