Los cambios.
MILLIE
Lilia tenía las manos sobre sus piernas, se notaban sudorosas, dando el mensaje claro de que estaba nerviosa por aquello que estaba apunto de hacer.
Todos en la sala la mirábamos, pero ella solo estaba mirando a una persona; a mí.Se sabía que Lilia y yo ya teníamos historia juntas, ya sea de solo amigas o como de algo que pudo haber sido y no al final no fue, pero ambas sentíamos que nos necesitábamos.
De lo que no estábamos seguras era de qué manera lo hacíamos, sí de la manera amistosa o de la otra manera.
Finn tenía una de sus manos en su nuca, rascándola por la ansiedad y los nervios, y la otra mano reposaba en el hombro de Jack.
Sentía cada vez más su mirada sobre mí, me miraba comiéndome las uñas y moviendo la pierna impacientemente.—¿Entonces Lilia?— preguntó Finn, quitando la mano de su nuca y pasándola hacia el otro brazo de Jack dándole un abrazo.— ¿A quien decidiste besar?
Lilia no dijo nada más y se acercó a quien besaría. Todos mirábamos la escena, la chica rubia acercándose cada vez más y más hacia la persona, y estaba en un juego al azar de entre Noah o yo. Nadie tenía con certeza la respuesta de quién sería a quien besaría, mucho menos ella y yo.
Tomó la barbilla de Noah y lo besó por fin.
Todos soltamos un suspiro sin saber bien por qué lo hicimos, pero así lo hicimos. Mientras ellos se besaban durante el tiempo requerido Jack servía nuevamente otra bebida en los vasos, creo que esta vez era tequila.Nos entregó el vaso a cada uno y yo lo bebí rápidamente, había sido un momento de ansiedad bastante fuerte y a decir verdad, algo que no quería volver a repetir. Ellos se separaron y ambos miraron hacia Finn y hacia mí, hacia nosotros. Finn y yo tan solo nos limitamos a sonreírles y le choqué los cinco a Noah mientras que Finn tomaba por los hombros a Lilia acariciando su brazo derecho.
Todos nos habíamos puesto bastantes nerviosos en ese lapso de tiempo, el juego había cambiado totalmente su propósito y todos habíamos sentido y notado la incomodidad que sufrimos al tener el triángulo amoroso, viendo a quien decidía besar la rubia, por lo que todos decidimos mejor dejar de jugar algo que nos dejó de parecer divertido.—¿Y que haremos ahora?— preguntó Sadie.
Todos nos mirábamos intentando conseguir respuesta a su pregunta, una respuesta que le llegó a la mente a Noah.
Noah se había levantado y dio la increíble idea de ir a la sala a ver películas en lo que marcaban las diez de la noche, que era la hora más estimada que teníamos todos los que estábamos ahí para llegar a casa. A todos nos pareció buena idea, después de un día tan pesado y una noche tan estresante e incómoda como la de hace unos minutos necesitábamos estar tranquilos viendo películas que a todos nosotros nos gustaran.Subimos las escaleras en camino a la sala y todos se adelantaron a excepción de Lilia y de mí, supongo que ya era tiempo de aclarar algunas cosas y discutir bien la situación.
—Mills, ¿no subes?— me dijo Finn extendiendo la mano hacia mí e ignorando por completo a Lilia.
—Sí, subiremos en unos minutos. Ya vamos.
Lilia se sentó frente a mi, teníamos aún los vasos medio llenos de tequila en las manos y la botella estaba a nuestro lado en la mesa. Ella se acomodó en el cojín y después me tomó una de las manos para comenzar a hablar.
—Millie, no sé cómo decirte esto que estoy apunto de decirte...— tragó saliva fuertemente haciendo una pausa.— porque no es algo de lo que me sienta muy segura ni mucho menos porque jamás lo había sentido con alguien así, con alguien como tú.
—Lilia, creo que hemos hablado mucho para saber que esto no va a afectar lo que tenemos, ¿verdad? Sabes que puedes decirme cualquier cosa porque siempre estaré apoyando todo lo que decidas hacer aún si eso no me beneficia.