Dulces
Semanas después.
MILLIE
Los días no fueron demasiados para que muchas personas (incluyendo a Lilia) supieran de mi relación con Finn, y a la mayoría le parecía raro y poco normal que una chica de la que apenas era visible y supieran el nombre saliera con uno de los que están siempre en la boca de todos. Pero se iban acostumbrando, de cualquier forma... no había nadie que pudiera alejarnos ahora que los dos dijimos lo que teníamos que decir, ¿pero podría haber algo?
Mordía mi lápiz esperando a que acabara la clase de matemáticas y hablaba con Sophia, desde el día en que Finn y yo somos pareja mi amistad con los chicos del grupo estaba más fuerte y reforzada. Habíamos salido a fiestas, lugares, salidas y al cine, y de vez en cuando íbamos a la casa de Jack o ellos venían a la mía, eran las casas a la que siempre recurríamos porque... No había una razón.
Ella estaba maquillando sus labios de un rosado pálido ofreciéndome, me negué, pero seguía sin prestarle atención a la clase. Había descuidado algunas materias como filosofía y matemáticas y honestamente no me importaba mucho, ahora estaba bien y tenía amigos, ¿quería eso no? Entonces no había problemas.
Lilia estaba sentada de nosotras escuchando la conversación, desde semanas que no hablamos y no era que me provocara emoción hacerlo nuevamente pero le incomodaba el hecho de que se declaró hacia mí y que no habláramos gracias a eso. Siempre que puedo la dejo pasar, me da igual y simplemente no le doy explicaciones no atención requerida.
—Vamos a ir a la casa de Caleb esta vez, ¿Quieres venir con nosotros? Si sabes dónde vive, creo.— habló la pelirroja del cabello corto.
—Yo creo que sí, puedo llegar más tarde a casa no creo que a mi mamá le importe.
—¿Puedo ir?— la rubia detrás de nosotras nos respondió con voz seria y nos miraba fijamente esperando una buena respuesta, un sí o un no.
Sophia y yo nos miramos intentando leer la mente de la otra para conseguir una buena respuesta.
No era que nadie del grupo la quisiera, a final de cuentas ella ya había estado en ese grupo muchísimo tiempo y tanto Jaeden como Jack le continuaban hablando, pero Sophia no la quería ahí por el hecho de saber que no era heterosexual... ustedes entenderán ese punto, ¿verdad? Y yo no la quería ir porque no me resultaba cómodo seguir estando con ella en una misma conversación y mucho menos si era de nuestros amigos en común. Pero no era tan severo como para irme del lugar en el que ella estuviera cerca de mí, la seguía queriendo como a una amiga pero no más.
—Bueno... podrías, digo, si quieres ir y que nadie te preste atención podrías ir.— Sophia cerró su espejito sonriendo y hablando en un tono sarcástico.
Apreté los labios y miré como Lilia giraba los ojos y aceptaba repetitivamente haciéndole entender a Sophia que había captado que no la quería en la fiesta. No hablé, no iba a ponerme en un bando porque además de no corresponderme no quería hacerlo, yo ya había dado por terminada mi relación con Lilia y no tenía ganas de revivirla.
Me molestaba el hecho de ver cómo Sophia mantenía una clase de rencor en contra de Lilia cuando habían sido amigas, casi nadie del club le hablaba a Lilia después de todo lo qué pasó, a excepción de Noah claramente, ninguno guardaba rencor pero cuando alguno de nosotros estaba con ella todo el ambiente de hacía notar más pesado e incómodo para todos.
