Te diré la verdad.
MILLIE
Me quedé en casa al siguiente día de la película y decidí faltar a la clase, ya sé que tenía que ir a entregar los guiones de la obra para poder ganar el concurso, pero después de lo que Finn me había dicho mi mente no se podía quedar tranquila. Rondaban las ideas de que si todo era real, resultó que todas las personas en las que confiaba me traicionaron y resultaron ser falsas, ahora no estaba segura de nada, ni siquiera de si yo era quien esperaba ser.
Miraba mi teléfono mientras Noah se acomodaba a mi lado, él era lo único bueno que me quedaba, después de anoche. Él había propuesto la idea de que me quedara en casa a descansar mi mente y también a pensar, ambas cosas eran contrarias pero igual funcionaban. Me dijo que se quedaría conmigo y así lo hizo, al día siguiente vendría con mantas y muchísima comida acompañado de revistas y maquillaje para pasar el rato conmigo, y aquí está, arruinando el labial rosado que le puse hace unos minutos con una pieza de pollo frito mientras veía Friends.
—¿Iremos a la escuela más tarde? Ya sabes, en la salida.— me preguntó limpiándose la mano.
Miré hacia el techo dejando de ver la serie y me recosté en la cama, después lo miré y comencé a hablar. Era verdad cuando decía que no tenía humor de nada, porque incluso Noah se ofreció a poner "El corazón nunca se equivoca", mi serie favorita y la cual a él no le agradaba mucho y aún así dije que no.
Mi respiración era pesada pero a decir verdad mi cuerpo estaba muy relajado y también ahora mi cabeza después de largas horas intentando analizar todo lo qué pasó ayer y pensando todas las palabras que Finn me dijo camino a mi casa, tenía miedo, sí, pero también me había quedado claro quién era.
—Sí, iremos. Pero recuerda que yo solo iré para ver cómo está la competencia con lo del guion, si tú quieres ir puedes ir, no te obligo a nada.
Él me dedicó una sonrisa suave y cálida y asintió con la cabeza. Me pasó una pieza de pollo y se levantó de la cama para bajar por refrescos y subirlos a mi habitación nuevamente. Mientras él no estaba miré mi Instagram y las demás redes sociales que manejaba, tenía mil mensajes de Lilia y también de Finn, igual que de Sadie.
Ninguno de los tres me hacía bien ahora, mucho menos al recordar todas las mentiras que me dijeron y lo cómplices que fueron. Me hicieron sentir como una persona ilusa y engañada, pero decidí que eso iba a cambiar hoy. Y les iba a explicar por qué pronto.
En Instagram se encontraban fotos de Lilia y Finn nuevas juntos, vestidos con sus personajes haciendo la caracterización de ellos para la obra, no me molestaban ni mucho menos, pero sentía el nudo en mi garganta cuando pasé a la segunda en donde había una foto de ellos besándose. No lloraría por algo como esto, derramé las lagrimas que tenía que dejar caer hace unas horas atrás, y me dije a mi misma que no volvería a hacerlo a menos que estuviera hasta mi límite.
Noah entró al cuarto y me entregó mi bebida, estaba calientita y me di cuenta de que había preferido traerme café en lugar de refresco.
—¿Café con pollo? Tú sí que eres raro, Noah Schnapp.— bebí el café.
—Es porque así me gusta a mi, y estoy seguro de que a ti también te gustará, pruébalos.
Estuvimos jugando y hablando mientras veíamos Friends y comíamos las piezas de pollo de la cubeta, él hacía comentarios graciosos acerca de Chandler y las situaciones que pasaban los personajes y de vez en cuando subíamos historias a Instagram. Definitivamente amaba mucho a Noah, era mi mejor amigo y agradezco tenerlo porque sin él ahora mismo estaría llorando tapada con mis cobijas abrazando a mi jirafa de peluche.
—Te lo diré.— le dije cuando nos acabamos las piezas de pollo y acabó la octava temporada.
Él no me habló y solo asintió con la cabeza mirándome y dándome a entender que estaba listo para el relato.
