Capítulo 15: Búsqueda

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-¿Dónde está mamá?

-Salió con Steve, tenía entrenamiento de soccer. Después lo iba a llevar a casa de un amigo y ella con sus amigas al té

-Oh, esta bien

Hice ademán para subir las escaleras, mi corta falda volaba con cada movimiento que hacía, iba por la mitad cuando papá me tomo la muñeca.

-¿A dónde vas?

-Iré a cambiarme de ropa, ahorita bajo y te acompaño a cenar, ¿si?

-Bien

Subí las escaleras y entré a mi cuarto me quité la falda y la camisa del uniforme para buscar ropa para ponerme, cuando sentí unas manos en mi cintura.

-¡Papá me asustaste! -reí

-No tengas miedo, nena -comenzó a besar mi cuello y entonces si me asuste

-¡Papá, ¿qué haces?! -grité mientras me removía

-Tranquila, Danielle. No eres una niña, y te ves jodidamente sexy en ropa interior. Y eso te lo dice un hombre con experiencia

Comenzó a acariciar mis piernas de arriba a abajo y yo comencé a llorar.

-No, papá por favor

-Prometo que no te va a doler -me lanzó a la cama y desabrocho su pantalón- Yo mismo me encargaré de eso

Narra Erik

Caminamos a prisa por las tiendas, mientras no la escontrabamos me sentí muy mal, era horrible y comenzaba a pensar lo peor. No tenía idea de donde pudiera estar metida, y tal vez era un paranoico porque solo se había retrasado media hora a llegar al departamento, pero con el barrio en el que vivía me sentía alarmado, además de saber que su mamá podría estar por ahí.

Tomé el telefono y le marque por quinta vez sin tener éxito "Por favor, llamame en cuanto escuches este mensaje" La contestadora me ponía los nervios de punta, ella no respondía y ya me alteraba.

-Son las tres menos quince, vamos a ver si esta al departamento -dijo Steve- si no esta, entraré a la casa de Camille

Lo miré sorprendido, él mismo había jurado no volver a poner un pie en la casa de Camille, pero se preocupaba por su hermana tanto como yo y si eso significaba volver al pasado, lo haría.

Corrimos hasta el departamento, y estaba tal y como lo dejamos, vacío sin rastros de que alguien hubiese llegado ahí.

Steve sin decir una palabra salió, y yo sabía perfectamente a donde. Lo seguí y al llegar a la puerta de su antigua casa solo le dije: "Entraré contigo"

Vimos montones de botellas de licor vacías, un olor a humedad y suciedad tremendo y dos habitaciones vacías, las que supongo eran de Danielle y Steve.

-No está aquí -afirmó Steve

-¿No sabes de alguna amiga o algo?

-Danielle no habla con nadie de la escuela, es imposible saber donde está

Entonces mi celular sonó y emocionado por pensar que era Danielle contesté de inmediato:

-¡Danielle! ¿Dónde estas? ¡Voy por ti!

-Soy Brad

-Ah, Brad. Ahora no puedo hablar, estoy esperando una llamada

-¿De Danielle, supongo?

-Si, tengo que colgar. Adios

-¡No! Kill, espera. Yo tengo... algo que decirte

-¡Sabes donde esta!

-No, pero no he visto a Joe desde el descanso escolar. Y por lo que supe... Danielle tampoco la han encontrado

La ira recorrió desde mi cabeza hasta la punta de los pies, estaba hecho una furia. Solo quería ver a ese maldito de Joe y matarlo con mis propias manos.

-¡¿Dónde vive ese maldito?! ¡Te juro que va a morir!

-Te veo en cinco, al norte del callejón, vive a un par de calles de ahí. Te acompaño

Colgué el telefono y miré a Steve.

-Será mejor que nos vayamos

Caminamos hasta el callejón donde había conocido a Danielle, ahí estaba Brad con cara de pocos amigos.

-Vamos a casa de ese maldito -sentenció

-¡¿Porqué no me avisaste antes?! -reclamé

-A penas salí de la escuela busqué a Joe, no quería sacar conclusiones. ¿No han encontrado a Danielle?

Steve y yo negamos con la cabeza, y Brad nos llevo a la casa de ese infeliz. Tocamos con fuerza la puerta que por un momento creí que la tirariamos, pero nada. Salió una mujer de mediana edad.

-¿Qué buscan?

-¡A su estúpido hijo! -grité furioso

-Tranquilizate, Erik... -susurró Steve

-No esta, no ha llegado de la escuela. Creí que estaba contigo, Brad -la señora sonaba procupada, pero eso no quitaba que había parido a un jodido bastardo. La furia me carcomía, aventé a la señora y corrí dentro de la casa buscando en cada rincón de la casa.

Subí las escaleras, entré a todas y cada una de las habitaciones, hasta que encontré la suya. Comencé a lanzar todo, quebrar espejos y desacomodar ropa, la señora mamá de Joe entró gritando:

-¡Vayase en este mismo instante, o llamo a la policía!

Levante la vista, estaba rojo de ira. Steve y Brad me miraban desde la puerta.

-Ya vamonos, Erik. Debemos seguir buscando a Dani -dijo Brad. Asenti y pase por un lado de la señora, no sin antes acorralar a la pobre mujer.

-Será mejor que le diga a su hijo que se cuide muy bien las espaldas -susurre desafiante

-¡Vamonos, Erik! -Steve y Brad me llevaron a rastras fuera de la casa, entonces mi teléfono comenzó a sonar

-¡¿Qué?! -grité furioso

-Erik... -susurró- ayudame...

-¡Dani! Princesa, ¿dónde estás?

-Yo... yo... estoy en... -comenzó a llorar- tengo miedo

-Tranquila, dime donde estas y voy por ti

-Creo que, estoy en... la escuela -susurró- no estoy segura

-¿En la escuela? ¡Voy para alla!

Comencé a correr en dirección a la escuela de Danielle que bien sabía donde estaba, Steve y Brad corrían a mis espaldas.

-¡No, no, no, no! -lloraba con más fuerza- no me hagas nada papá

Por más que intentaba quitarme a papá de encima no pude. Ya estaba totalmente desnuda, y él de la cintura hacia abajo, se quito la camisa y con el cinturón me amarro las muñecas. Sollozaba y gritaba.

-¡Ya callate maldita sea!

Traté de regularizar mi respiración, no podía los sollozos y las lágrimas no me lo permitían. Tenía miedo, mucho miedo.

Entonces sentí una lengua bajar por mi cuello, besó mi oreja, mis hombros, mis senos, mi ombligo y termino con su lengua entre mis piernas. Lloraba más de lo que gritaba, ya no me quedaban fuerzas para nada más.

Me tomó de las nalgas y me puso boca abajo, tomo mi cadera y la hizo hacia atrás para dar alcancé a su pene. Cuando en menos de un segundo lancé el mayor gritó de mi vida y algo dentro de mi se rompió.

Me hicé ovillo en el piso, por segunda vez en mi vida estaba desnuda, llorando y con un horrible dolor en mi interior. A gatas fui por mi ropa que estaba haciendo camino, pero me sentía demasiado mal, alcancé mi ropa interior y me la puse. Me arrastré hasta tras del contenedor de basura y abracé mis rodillas para llorar inconsolablemente. Me sentía sucia, usada y estúpida.

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Aqui el capitulo semanal, esperando les guste :D

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