Epílogo

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«Erik murió»

Malditas palabras que no podía creer semejante consecuencia.
Cuando Brad me lo dijo lo golpee con todas mis fuerzas su pecho gritando que me dejará ir con él, a verlo, a sentirlo. No podía creer que hubiera muerto.
Lo peor fue cuando Edgard se enteró, después de que Brad me dijera me llevó al apartamento de Erik, ni siquiera sabía que el sabía donde era. Se quedó conmigo, me preparo un té mientras yo lloraba en el sofá. Horas después sonó la puerta, corrí a abrirla con la esperanza de que fuera Erik, que hubiera olvidado sus llaves y todo esto fuera un mal sueño. Pero no fue así. Era Edgard.
Tenía la cara pálida, sus ojoz que eran iguales a los de Erik estaban rojos. Me miró y un puchero se atravesó en su cara y las lágrimas mojaron sus mejilla, me abracé a su cintura y moje su camisa y él mi cabeza, era una situación muy deprimente.

Nos sentamos y no dijimos nada, Brad salió de la cocina con una taza de té y nos miró.
Se miraron como desconocidos y los presenté con las pocas fuerzas que albergaban en mi cuerpo.

-Me dijeron en el hospital que fue un golpe- tragó con fuerza- ni siquiera sabía que peleaba

Cerré mis ojos con fuerza, aquello me dolía, oprimia mi pecho.

-Vine aquí con la esperanza de que estuviera aquí, que todo fuera un error...
-¿No lo ha visto?
-No, hasta mañana

Silencio.

-El te amaba, ¿Sabes? Él me lo dijo y sé que no es el mejor momento pero, cuentas conmigo. Pudes quedarte el departamento y yo te ayudaré con tus gastos
-Gracias

(...)

Tres días fue el funeral.

Antes de ir al entierro estuve al menos dos horas en la tina, con ropa. Una vez con el vestido negro que mi mamá me puso, fuimos al cementerio.
Vi a Matt y a Taylor, a Jessica también.
Hasta el frente Sam, Susy y Edgard. Steve y mi mamá me acompañaron, me quedé en la parte de atrás y ellos un poco más adelante. Después vi llegar a Brad.
La ceremonia siguió su curso, estaba el ataúd cerrado, adornado con flores blancas y a lado una foto de un sonriente Erik.
Todo el tiempo estuve viendo la foto, y llorando.
La ceremonia terminó y abrieron el ataúd para que se despidieran de él.
Conforme la gente se "despedía" se iba yendo. Al final solo quedaron unos familiares.
Me acerqué al ataúd con las piernas entumecidas. Tomé un respiro y miré dentro de la caja.
Estb pálido, blanco. Con un traje de etiqueta, sus ojos verdes en los que muchas veces me vi a misma estaban cerrados y sabía que nunca más me verían.
Mis lágrimas cayeron.

-Erik... amor, ¿Porqué me dejaste? Sabes, te amo mucho, eres la persona más importante en mi vida. No sé que haré sin ti, aún recuerdo cuando te conocí y todo lo que pasamos juntos. Eres el único que sabe de mi pasado, me ayudaste a superarlo y te estaré eternamente agradecida. Te amo y sé que pronto estaremos juntos de nuevo.

Me retiré y poco después lo enterraron. Steve y mi madre me acompañaron al departamento, les pedí que se fueran, que quería estar sola.
Me quité el vestido y fui a la habitación y ahí estaba Erik. Sonreí.

-Hola, amor
-Hola princesa, te amo
-Yo a ti, mucho más de lo que te imaginas
-Lo sé, preciosa, lo sé
-Quiero irme contigo

Él me miró y sonrió.
Fui a la mesita de noche, donde escondiamos las drogas, encendí mi porro y el humo inundó la habitación.
Quería, necesitaba y me iría con Erik. Sin él la vida no tenía sentido. Steve, que antes dependía de mi ya no me necesitaba, tenía a mi madre recuperada y ella con su trabajocabello y sin alcohol no me necesitaba. Nadie me necesitaba, pero yo a Erik sí.
Cuando me sentí un poco atontada por las drogas, fui a la cocina por un cuchillo. Después llené la bañera. Saque todo tipo de pastillas del botiquín y las puse a lado de la tina. Fui por mi cigarro a medio terminar y me metí en la bañera.
Hice unos cortes horizontales en mis muñecas y la sangre cayó en el agua. Un poco de cocaína. Unas caladas más. Pastillas. Otros tantos cortes. Seguí fumando y sonreí.
Me sentí agitada y mucho frío, después mucho sueño. Cerré mis ojos.

-Princesa...

Abrí los ojos y ahí estaba Erik.

-Lo lograste

No entendí, salí de la bañera y voltee hacia ella. Ahí estaba yo, con el cabello mojado, la bañera llena de sangre, botes de pastillas tirados, el porro flotando en el agua y yo blanca y fría como un hielo. Sonreí.

Erik tomó mi mano y me abrazó. Me besó.

-¿Nos vamos?

Asenti y lo besé.

Caminamos hacía la ventana donde había una luz blanca incandescente.

Fin

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Agradecimientos

Muchas gracias a todas las que me acompañaron a lo larglargo de este trayecto que fue Addicted esto salió de una idea y ustedes lo hicieron grande. Sus comentarios inspiraron la mente de un simple escritora y les agradezco por esto.
Espero les haya gustado y que apoyen mis siguientes proyectos tanto como esto.
Y todo esta novela y el apoyo se reduce a un gran y sincero Gracias

Nota:
Gracias por seguirme en mi perfil, espero pronto tenga lista alguna idea para hacer mi próxima novela (:

Alguna sugerencia respecto al tema de la siguiente novela dejenla en los Comentarios o Manden un mensaje

No es un adiós, es un hasta luego :*

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