Capítulo 12: Fuera De Casa

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Maratón 1/3

Me soltó un poco y me acarició los brazos.

-Estas helada... -me abrazó- y temblando

Una vez más me estudio con la mirada y me miró con reprobación.

-¿Y tu blusa?

-Mojada, esta en la silla

Se saco su chaqueta y la puso sobre mis hombros. Miró a Steve y le tomó la mano:

-Creo que no nos conocimos bajo un buen escenario. Soy Erik Roosebelt. Mucho gusto

-Steve Perlman, mucho gusto

-Será mejor que nos vayamos antes de que la lluvia empeoré

Steve se puso la camisa que había en la maleta.

-El auto esta un par de calles arriba, será mejor que corramos

Dejamos todas nuestras cosas en el cuarto para aligerar cargas, ya estando fuera no las arreglaríamos. Ademas teníamos que volver.

Corrimos hasta el auto y una vez dentro encendió la calefacción.

-¿Están bien?

Le tomé la mano a Steve, y ambos asentimos.

-Lamento haber tardado en llegar, fue por la lluvia

-No te preocupes, Erik

El resto del camino fue en silencio, Steve durmió en el asiento trasero como un niño pequeño. Al llegar lo despertamos y subimos al lujoso departamento de Erik.

Steve no se impresiono, igual que yo el primer día. Solo miro con tristeza, él también recordaba su antigua casa.

-Puedes dormir con tu hermana en la cama, yo dormiré en el sofá -anunció Erik

-No, no es necesario. Tu duerme con mi hermana -dijo Steve- Yo dormiré en el sofá. No aceptaré un no por respuesta

-Como quieras, iré por cobijas

Los dos asentimos, Steve se sentó en el sofá y yo junto a él.

-Todo esto me recuerda a...

-¿Casa? -sonreí- Lo imaginé

-Si, un poco. ¿No la extrañas a veces?

-Todo el tiempo, odio mi vida en el barrio. Quisiera volver al pasado, pero no se puede

-Yo igual, quiero volver

Nos quedamos sentados, yo mirando a la nada y Steve miraba a todos lados.

-No es malo

-¿Qué? -giré

-Erik, no es malo. Me lleve una mala impresión de él, quizás me puse un poco celoso -lo miré con cara de pocos amigos

-¿Un poco? Me acusaste de mil cosas, Steve

-Lo sé, y lo siento. Solo hacía mi papel de buen hermano -sonrió

Erik apareció con una almohada y dos cobijas.

-La noche será fría, te daré ambas cobijas. Espero duermas cómodo

Steve asintió y Erik me tendió la mano, la tomé y me paré del sillón, pero Steve llamo a Erik.

-Erik... -este lo miró- gracias

Vi la sinceridad en los ojos de mi hermano y el corazón se me partió, solamente me veía a mi así. Ni a sus amigos ni a sus diferentes conquistas miraba de esa manera, solo estaba con ellas para guardar apariencias. Pero conmigo no era asi, me sentí tranquila el saber que el comenzaba a madurar.

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