El Cuerpo

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 Ambos sintieron una punzada de nostalgia cuando vieron el auto alejarse, perdiéndose en la calle rápidamente. Cuando estaban con Ellen y Jo se sentían un poco más en casa, aún si no tenían una fija. Lo mismo les ocurría con Bobby, y los dos pensaron que podrían llamarlo aquel día con la excusa del caso.

-Bien, nosotros también debemos irnos.-rompió el triste silencio Dean, mientras se encaminaba a su propio auto.

-Jo parecía muy animada.-comentó Sam mientras ocupaba el lugar de co piloto en el Impala.

-Debe ser porque conoció a una estrella.-respondió con burla Dean.

Sam había llegado al restaurant un poco después de que Castiel se marchase, pero tanto Jo como Ellen se habían encargado de contarle que habían conocido al muchacho. No se habían extendido demasiado en el tema ya que Dean se las había ingeniado para desviar la conversación hacia otro tema, con preguntas, comentarios del caso y, en una medida desesperada, chistes malos. Sam no era idiota y se dio cuenta, pero cuando su hermano tomaba esa actitud no había manera de hacerle cambiar de rumbo. Por ello no le sorprendió del todo el mensaje que recibió de Ellen, casi al instante de sentarse en el Impala.

[Ellen: Sam, presta atención a Dean y Castiel. Es bastante obvio que algo raro pasa entre ellos.]

Miró a Dean un segundo antes de responder, pero el rubio parecía perdido en sus propios pensamientos.

[Sam: Lo sé. Confío en el profesionalismo de Dean, pero estaré atento.]

[Ellen: Yo también, aunque lo noto un poco cambiado. De todas maneras, no creo que Castiel sea a quien buscan.]

[Sam: No lo sé, y estamos muy en la nada como para fiarnos solo de intuiciones.]

Sam se sintió un poco apenado cuando presionó "enviar" dicho mensaje. Muy en el fondo, su intuición le decía que, tal como le decía Ellen, Castiel no era el asesino de Anna. Pero su parte racional lo devolvía a la realidad: el castaño no sólo era un sospechoso, si no el único que tenían hasta ahora. Y no podía obviar eso por una corazonada. No al menos, por ahora.

[Ellen: Sí, pero espero tener razón. Por Dean.]

"Por Dean". Sam volvió a echarle una mirada a su hermano, pero, otra vez, estaba perdido en sus pensamientos. Ellen jamás malgastaba palabras ni decía las cosas porque sí. Menos una afirmación, por más implícita que fuese, tan intensa como aquella. El hecho de que la culpabilidad de Castiel pudiese afectar a Dean, al menos para la mujer, indicaba que realmente estaba pasando algo entre esos dos. Y no es como si Sam no se hubiese dado cuenta, tampoco. Incluso dudaba de que Dean intentase disimularlo. ¿Salir corriendo en el Impala a increparlo por haberle mentido? ¿Era en serio? ¡Si todos los bastardos que investigaban les mentían todo el tiempo, fuesen culpables o no! Solían generar eso en las personas, probablemente por miedo. Y en vez de guardarse la información como un as bajo la manga para presionar al castaño, Dean había ido corriendo a su casa (sí, ¡a su casa!), vaya uno a saber para qué. Sabía que su hermano no le había contado ni la mitad de las cosas que habían pasado en ese encuentro apresurado, y sospechaba que quizás incluso no le había dicho todo lo que había ocurrido en el de la mañana. Aún se sorprendía de que, sabiendo que Castiel les ocultaba muchas cosas, no hubiera intentado presionarlo. ¿Qué fuerza extraña ejercía Castiel en Dean? Sam no lo sabía, pero al parecer, Ellen y Jo también lo habían notado, ¡y solo habían estado un rato con ellos! Eso no podía ser bueno. No cuando aún no sabían nada de ese muchacho, sospechoso de asesinato, entre otras cosas.

[Sam: No te preocupes, sabes que Dean y yo llegaremos al fondo del asunto.]

[Ellen: Cuídense, bastardos.]

El asesinato de Anna Milton [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora