8.

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Los autos último modelo estacionaron a toda velocidad delante de la entrada del almacén, los hombres de origen asiático bajaron de sus vehículos, portaban armas automáticas, era el momento de declarar la guerra, la tregua entre los dragones y Busan a terminado.

Jong Hyun es ahora el  flamante joven  líder de la mafia coreana, determinado, frío y calculador, esta dispuesto a recuperar lo que alguna vez perteneció a su familia, decidido camina hacía el sitio, sus hombres  arrastran a los guardias que vigilaban el lugar.

Jong Hyun es ahora el  flamante joven  líder de la mafia coreana, determinado, frío y calculador, esta dispuesto a recuperar lo que alguna vez perteneció a su familia, decidido camina hacía el sitio, sus hombres  arrastran a los guardias que vigil...

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-7 myeong-i iss-eossjiman-i du salam man nam-assseubnida (eran siete, pero solo quedaron estos dos) en coreano- le dice su secretario que se acomoda las gafas hasta el puente de su nariz.

Jong le hace señas con dos dedos a sus hombres para que los traiga hasta él, los dos guardias tenían sangre en el rostro y el otro a su lado una herida de bala en la pierna, ambos cayeron de rodillas delante de él.

Se acerca unos cuantos pasos hacía ellos.

-¿Sabes quién soy?- les pregunta a ambos hombres con voz fría.

-¡Busan!- vocifera el de la herida en la pierna cuando reconoce su tatuaje en su brazo.

Jong Hyun sonríe con malicia.

-¡Bingo!- le contesta este.

-Yā kangokujin (maldito coreano)- lo maldice en japonés el de la izquierda y acto seguido escupe a sus pies.

El líder de Busan hace una mueca, saca su arma detrás de su espalda y le dispara a la cabeza, ahora sólo queda un guardia y esta mal herido.

-Por fortuna se cazar dragones- dice Jon al guardar su arma de nuevo.

Su secretario esboza una sonrisa.

-¿Ulineun mueos-eul hal geos-inga? (¿Qué hacemos con él?)- le pregunta su segundo al mando.

-Yong-ege mesijileul jeonhasibsio (denles a los dragones un mensaje)- dice su jefe echando una última mirada al hombre antes de marcharse.


***


Irie


No te me quedes mirando así, necesito una respuesta.

-¿Qué?- digo alzando los hombros-¿No te agrada mi propuesta?.

Ella pestañea, me mira pasmada, no se esperaba que se la hiciese.

-No entiendo- contesta.

¡Wow!, acaba de romper el encanto del momento, felicidades Lucy.

Los príncipes de la mafia III : IrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora