Lucy
Desperté al llegar, Irie me abre la puerta de mala gana, esta molesto, se le nota, pero más molesta debería estar yo por aparecerse en el club, salgo con cuidado para no caerme, después de vomitar todo el contenido de mi estomago, estoy un poco más lúcida, al bajar del vehículo me doy cuenta que no estoy en mi casa.
-¿Qué es este lugar?- pregunto confundida viendo como un grupo de hombres japoneses con traje corren hacía a la entrada.
-Mi casa- contesta él.
Estoy en la casa de Irie.
-¿Qué hago aquí?, deberías haberme llevado a mi casa- protesto, cuando quiero volver a entrar en el coche, Irie estira su brazo y me lo impide.
-No, te quedarás aquí mi pequeña bruja- dice en tono melodioso-.No dejaré que te marches en el estado en el que estas, seria un error muy grosero de mi parte.
-¿De que estás hablando?- lo enfrento mirándolo a los ojos.
-Hablo de que no debí ser tan complaciente contigo, creí que aprovecharías para pasar este último día con tu padre, pero en cambio, en la primera oportunidad que tienes decides irte de fiesta con las mujeres Alfonso.
-Si bueno, debía disfrutar de mi últimos momentos de libertad, ¿no te parece?-contesto desafiante, este ebria o no, no pienso dejarme amedrentar por él, pero veo en su mirada que no le gusto ni un poco mi ironía-. Ahora por favor, ¿quieres llevarme a casa?.
-Lo siento bonita, hoy no- toma mis brazos y los coloca alrededor de su cuello, en cuestión de segundos Irie me estaba cargando en sus brazos.
-Por favor no me hagas esto- le ruego, al ver como sus hombres nos observan, avergonzada busco refugio en su cuello escondiendo mi rostro.
-Es lo que te ganaste por ebria- me dice se burla de mi.
Siento que sube las escaleras conmigo en sus brazos, puedo oler su perfume, almizcle y a gel de ducha.
-Lucy...no hagas eso- escucho que me dice cuando nos detenemos.
No me di cuenta que estaba besando su cuello, ¿Lucy que estás haciendo?.
-Lo...lo siento- me baja, siento el piso alfombrado debajo de mi pies desnudos-debe ser la bebida.
Levanta mi mentón con sus dedos para que lo mire a los ojos.
-Estas preciosa con ese vestido- me dice, dejo escapar el aire de mis pulmones.
Su dedo acaricia la curvatura de mi mentón, cierro los ojos, esperando que me bese, en cambio siento su boca en mi mentón, con un pequeño mordisco, abro los ojos, él me esta viendo.
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Los príncipes de la mafia III : Irie
RomancePara Irie Hanada llego el momento de tomar su lugar en el clan, la venganza y el honor forman parte de su ser, pero como todo líder de un clan yakuza atraerá las miradas de los clanes rivales. Desde pequeña Lucy Sanae fue parte de un juramento entre...