Reiko Hanada termina de dar el último retoque a sus labios, hoy es el gran día, hoy Irie asumirá el control del clan, se mira al espejo en silencio, sus ojos reflejan la tristeza, mueve la cabeza para disipar esos pensamientos, alguien llama a su puerta.
-Adelante.
Reizo ingresa a la habitación, la mujer alza la vista y lo ve a través del reflejo, hace una mueca y se vuelve hacía él.
-¿Todo está listo?-pregunta.
-Si, señora Hanada-contesta.
Para Reizo decirle "señora Hanada" se volvió una costumbre.
-¿Está segura que prefiere ir usted?, tengo órdenes del joven amo de ir a recogerla yo mismo.
Ella sonríe, toma su bolso, le echa un último vistazo a su kimono.
-Quiero verla yo misma- sonríe decidida.
Reizo asiente, pero ella inmediatamente, coloca la palma de su mano en su rostro, mirarlo a los ojos, le hace recordar a los de él.
-No olvides que es tu deber como guardián del clan velar por esta familia, no te separes de Irie, eres sus ojos y...-desliza sus manos sobre las suyas- sus manos.
-Lo sé- contesta sin más.
-Vamos.
La tela blanca de algodón se desliza por el filo de la katana, la hoja brilla con la luz del sol que inunda el dojo, el perfume a flores de cerezo inunda sus fosas nasales, levanta la vista y echa una mirada de reojo.
-Reiko- dice en tono neutro.
-Hola Owen- contesta ella.
El padre de Lucy envaina la katana de nuevo y la deja en su lugar con sumo cuidado, se vuelve hacía ella, Reiko Hanada siempre fue una mujer hermosa, lleva un kimono con el bordado de un dragón, símbolo de la familia.
-Creía que Reizo vendría por ella- le dice mientras caminan fuera del dojo rumbo hacía la casa.
-Así era pero creí adecuado venir yo misma, además, quería verla, llevo mucho tiempo sin verla.
-Entiendo- contesta él- Es la tercera vez en la vida que se va a poner un kimono- ríe.
-¿Ella ya sabe que después de la ceremonia debe venir a vivir con nosotros?- le pregunta.
Al entrar a la casa se detienen en la sala.
-Aun no- dice con pesar-.No quería que se espantara y que armara un escándalo antes de la ceremonia, de lo contrario no querrá ir.
Reizo carcajea.
-Entonces tiene tu carácter- concluye ella.
Owen alza una ceja y no dice nada.
-Lucy- llama a su hija desde la escalera- ¿Ya estás lista? Vinieron por ti- anuncia.
-Ya voy papá- vocifera ella desde la habitación.
Lucy
Maldita ansiedad, ¿es normal que este tan nerviosa?, cierro los ojos y respiro, una, otra vez, y otra, listo, bajo las escaleras y encuentro a mi padre que me mira con un brillo en los ojos como aquella vez en la que me vestí para mi baile de graduación, pero no estaba sólo, una mujer lo acompañaba, elegantemente vestida también en un kimono.
-Estas hermosa hija- me dice papá cuando toma mi mano para ayudarme a bajar los últimos escalones.
-Gracias papá- contesto, no quiero llorar, ¿Por qué me siento así?.
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Los príncipes de la mafia III : Irie
RomancePara Irie Hanada llego el momento de tomar su lugar en el clan, la venganza y el honor forman parte de su ser, pero como todo líder de un clan yakuza atraerá las miradas de los clanes rivales. Desde pequeña Lucy Sanae fue parte de un juramento entre...