Querido Matteo,
esto está siendo una verdadera mierda. Desde que te destinaron a Afganistán, esto está siendo una mierda. No sé si recibes mis cartas, mamá y papá dicen que te las mandan pero dado que no me contestas ni una, empiezo a sospechar que no te las mandan. A partir de ahora voy a mandártelas yo sin decirles nada a ellos.
Recibí tu regalo de cumpleaños la semana pasada. Prometo que no me quitaré nunca esa pulsera. No sé exactamente de qué material está hecho, sólo espero que no esté hecho de caca de algún animal de por ahí (porque si lo es, te mano cuatro veces).
Sé que te estarás preguntando qué tal va mi relación con Domenico. Puesto que hace cuatro jodidos años que no nos comunicamos y que papá y mamá no te habrán dicho nada, no sabrás que me voy a casar. Me voy a puto casar, Matteo.
Antes de que quieras matarme por querer casarme con diecinueve años recién cumplidos, para el carro madaleno. No quiero casarme. No quiero a Domenico. Nuestros padres y los de Matteo quieren fusionar las empresas para expandir una única empresa por toda Europa y, más adelante, por América, Oceanía y Asia. La ambición y la avaricia les puede, Matteo.
No sabes la de veces que me han hecho dormir fuera de casa o me han encerrado en la habitación durante dos semanas por negarme a casarme. No sabes la de veces que han chantajeado y sobornado a mis amigos para que me convenzan de que casarme con Domenico es lo mejor para mí.
Domenico está encantado, por supuesto. Va a ser el dueño mayoritario de esa empresa que saldrá de la fusión. Él es igual que nuestros padres.
No puedo negarme a casarme. Ya no. No quiero perder otro semestre de la universidad porque me han encerrado en casa. Una de las amenazas de mamá ha sido: "O me caso, o no acabo la carrera". Si tuviera dinero suficiente, juro que me iría a la otra punta del mundo para poder vivir. Ya tienen fecha para la boda y todo, Matteo. En un mes, el 30 de agosto en la Catedral de Verona.
Sólo te pido que vuelvas y, ya que no puedes hacer nada para impedir la boda, al menos que estés aquí pues papá y mamá me han dicho que no podrás, pero sé que no lo debes saber.
A la parte de detrás de esta carta te voy a dejar mi número de teléfono nuevo. Llámame algún día, por Dios te lo pido. Necesito escuchar tu voz, saber que estás bien.
En diez días me voy a San Diego, allí en los Estados Unidos. A duras penas, mamá me ha dejado ir sola a un país que está a casi 10.000km de Italia, para ir a buscar mi vestido de novia. Aunque yo me lo tomaré como una "despedida de soltera muy bien merecida". Estaré allí veinte días, sola, en la gloria. No puedo agradecerlo más.
En fin, respóndeme de alguna forma pero si puede ser, al número de teléfono pues no estaré en casa.
Te quiero un mundo, Matteo.
Con mucho amor,
Zia.
∼•∼•∼
¡Hola, hola!🌟
Bienvenidxs a mi nueva historia. Aviso que la historia no se basará en cartas como esta, sólo el prólogo. No será muy larga, será bastante corta ya que la historia transcurre en un periodo menor a un mes, por lo que muy larga no podría ser.
Espero que os guste mucho. Subiré capítulo cada día, lo prometo.
Nos leemos pronto,
Lau:*💙
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Diecinueve días antes (I & II) ©
Romance"Quiero casarme. Pero no ahora y con él." Cuando eres obligada a casarte, haces lo posible por despejarte los días antes de la boda. Zia De Luca, en un intento de pasar unas vacaciones tranquilas y solitarias para despejar la mente antes de casarse...