Capítulo 15

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Lo primero que hago al despertarme, es explorar la habitación del hotel en el que nos estamos alojando

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Lo primero que hago al despertarme, es explorar la habitación del hotel en el que nos estamos alojando. Obviamente, sin despertar a Maverick que pobre se acostó muy cansado después de conducir cinco horas desde San Diego hasta Las Vegas.

La habitación es súper bonita y bastante moderna. Es todo de color blanco, granate y gris. Tiene un gran armario, cajoneras y dos mesitas de noche al lado de la cama de matrimonio. Luego, hay un ventanal súper grande con vistas de toda la ciudad.

Precioso.

El suelo es de color gris precioso y bajo la cama, hay una alfombra de pelo blanco. Al fondo, hay una puerta corrediza de cristal opaco. La abro y veo que es un baño realmente grande. Como los de mi casa de Verona más o menos.

Un lavabo para dos personas con un espejo súper largo, un váter normal y corriente, un calentador de toallas, una estantería con toallas y jabones del hotel, secador, un plato de ducha y una bañera. Hay una ventana algo alta con el cristal un poco opaco. Mejor, así no nos ven cuando nos duchamos o hacemos nuestras necesidades.

Voy de nuevo a la habitación y cojo mi neceser con el champú, el gel, el suavizante y el resto de cosas que necesito para la ducha y voy hacia el baño.

Dejo la puerta entornada y me quito toda la ropa, dejo mis jabones dentro del plato de ducha, le doy a la manecita del agua y espero que se ponga un poco caliente. No mucho. Cuando estoy por entrar, un airecito frío me azota el cuerpo. Me giro y veo a Maverick entrando desnudo en el baño.

-¿Pretendías ducharte sin mí? -pregunta, cerrando la puerta. Yo me río un poco y me giro.

Lo abrazo por el cuello y beso su mejilla muchas veces.

-Esto es demasiado, Maverick. -murmuro separándome de él.

-Sshh. -pone un dedo en mis labios. Luego, lo quita, y me besa.

Me coge de la mano y me adentra en la ducha. Nos metemos bajo el agua, ya calentita y, juntos, nos duchamos.

-Ahora vas a oler igual que yo. -le digo divertida, mientras froto mi cabeza.

-Y tan bien que oleré. -me guiña un ojo y yo suelto una carcajada.

Lo beso en los labios castamente y me enjuago el pelo. Cuando yo me estoy lavando el cuerpo, Maverick ya ha terminado y sale de la ducha. Cinco minutos después, termino yo. Salgo de la ducha y Maverick me envuelve en una toalla grande. Bueno, mediana, me tapa los pechos y el trasero, no más.

Me enrollo otra toalla en la cabeza y empiezo a secarme bien el cuerpo con la toalla de este. Al terminar, cojo mi crema hidratante, pero Maverick me la quita de las manos.

-Yo quiero hacerlo. -dice como un niño. Yo le sonrío y asiento con la cabeza. Se echa crema hidratante en la mano y lo huele. -Eh, a esto hueles tú.

-Si. -río.

Me echa la crema por los brazos y frota. Hace lo mismo con mi torso, en el cual no pierde la oportunidad de entretenerse con mis pechos. Luego va a mis piernas, y tampoco desaprovecha la oportunidad con mi trasero o mi intimidad, cosa que me hace calentar ligeramente.

Diecinueve días antes (I & II) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora