"Quiero casarme. Pero no ahora y con él."
Cuando eres obligada a casarte, haces lo posible por despejarte los días antes de la boda.
Zia De Luca, en un intento de pasar unas vacaciones tranquilas y solitarias para despejar la mente antes de casarse...
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Alargo mi mano hacia el móvil que no deja de sonar en mensajes. Con los ojos entrecerrados, lo enciendo y miro los mensajes.
"En un rato pasamos por ti"
"Vamos a Little Italy"
"Al Mona Lisa"
"A cenar"
"Pasamos en quince"
"Ponte guapa"
Todos estos mensajes son de Kayla. Miro la hora y suspiro. Si que he dormido siesta...
Me levanto de la cama y voy a la ducha directamente, sin lavar mi pelo. Cuando salgo, me visto con un vestido negro de terciopelo de manga larga, ajustado en el pecho pero con vuelo a partir de la cintura. Es largo hasta un palmo encima de la rodilla. En los pies, me pongo unos botines de tacón negro y también me pongo unas medias del color de mi piel.
Me maquillo ligeramente, dejo mi pelo suelto y me pongo una chaqueta gris larga igual que mi vestido. Cojo mi bolso mientras me perfumo y bajo al salón, justo cuando suena el timbre.
¿Por qué siempre voy tan justa?
Salgo a la calle y veo el coche de Gian en el cual está él con Kay. Me subo atrás y beso sus mejillas.
-Hola, parejita. -canturreo.
-Hola, guapa. -me dice Kay.
Gian arranca y empieza a conducir hacia Little Italy.
-Me parece increíble que con veintitrés años sigas teniendo estas pecas tan monas. -me dice Gian. Yo me río un poco.
-Eso demuestra que no llevas gota de maquillaje en la piel. -dice Kay.
-Mi hermano igual tiene treinta y dos años y sigue teniendo pecas. Y nunca me maquillo el rostro, me gusta que se me vean las pecas, me hacen aún más joven. -digo divertida.
Kay se ríe.
-Pues esta mujer se tira media hora en el baño maquillándose. -dice Gian, mirando de reojo a su prometida.
-No me maquillo tanto, idiota. Paso más tiempo depilándome que maquillándome.
Yo suelto una carcajada.
Cuando llegamos a Little Italy, vamos hacia el restaurante al que fuimos hace cuatro años el cual tenía una comida exquisita. Aparcamos enfrente del restaurante, bajamos del coche y entramos. Sigo a Kay y Gian que van hacia una mesa al fondo, en la que desde aquí veo a Malcolm e Ian. A medida que nos acercamos más, veo que también está Maverick y una mujer.
Jasmine, supongo.
Cuando Ian me ve, silba sonriendo y se levanta al igual que Malcolm. Saludan a la parejita y luego a mí con un abrazo y besos en las mejillas.
