Capítulo 7 (II)

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Me visto con un jean negro, una camiseta de manga larga granate que meto por dentro del pantalón, encima la chaqueta de cuero y una bufanda

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Me visto con un jean negro, una camiseta de manga larga granate que meto por dentro del pantalón, encima la chaqueta de cuero y una bufanda. Me maquillo un poco y perfumo, me pongo las gafas y, en los pies, mis Dr. Martens.

Salgo de mi habitación para ir directamente a la de mi niño, pero cuando entro, no hay nadie. Frunzo el ceño confundida, pero lo relajo al escuchar su vocecita y la de Matteo en la planta baja. Bajo rápidamente intentando no matarme por las escaleras y cuando llego abajo, voy hacia la cocina que es de dónde provienen las voces.

Matteo y Dante están desayunando en la barra de la cocina, mientras hablan de algo que no entiendo.

-Buenos días, guapos.

Ellos me miran y Dante me sonríe mucho. Beso su mejilla varias veces y luego la de mi hermano. Veo que también me han preparado el desayuno. Me siento delante de este y veo que Dante ha terminado.

-Ve a vestirte, cariño. Abrígate que hoy hace frío. -le digo. Él asiente con la cabeza, baja del taburete y se va corriendo.

Yo empiezo a desayunar.

-¿Qué pasó al final con Maverick? -pregunta mi hermano. Yo lo miro con la cuchara de cereales en la boca.

-Pues que hace unos meses que tiene novia. Una tía asquerosamente insoportable, repelente y maleducada. Trabaja en el mismo banco que el tío James. Ya salieron juntos en la uni y ella lo dejó porque decía que no era lo suficiente guapo y adinerado. -digo, sin dejar de comer.

-Jodida mierda. -murmura con una mueca.

-Y aún pretende que seamos amigos. No tiene cojones ni nada. -bufo.

-Deberíais llevaros bien por lo menos, Becc. Tenéis un pasado muy bonito en común, llevas algo de él tatuado y tu hijo se llama así por él.

-Necesito tiempo, Matteo. No puedo empezar a ser su amiga aún sintiendo esto.

-Tiempo al tiempo. -me sonríe un poco y se apoya en la mesa para besar mi frente.

Dante baja justo cuando terminamos de desayunar. Lo ponemos todo en el lavavajillas y nos ponemos las chaquetas para irnos.

-¿Dónde iremos, mamá? -pregunta Dante, cogiendo mi mano cuando salimos de casa.

-Vamos a Los Ángeles a que conozcas a nuestro primo Julen y a la tía Amanda. -le digo mientras lo cojo en brazos.

Matteo me abre la puerta del coche, meto a Dante dentro y le abrocho el cinturón. Subo yo al asiento del conductor y mi hermano al lado.

∼•∼•∼

Dos horas después, llegamos a Los Ángeles. Cruzo LA para ir hacia Beverly Hills, sólo espero que mis tíos y Julen sigan viviendo allí. Bueno, sé que Julen no vive allí porque tiene casi treinta años y ya se fue de casa, pero sé que tía Amanda debería estar allí porque tengo entendido que está de baja unos meses porque se rompió una pierna.

Diecinueve días antes (I & II) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora