El día de ayer, me desperté de nuevo con Maverick. Por la mañana se fue a trabajar y ya no nos vimos en todo el día, pues Kayla vino a casa a pasar la tarde y estuvimos viendo películas y bañándonos en la piscina. Un día de relax fue como lo llamó ella. Hoy hemos quedado en ir todos a la playa porque a pesar de que llevo más de una semana aquí, sólo hemos ido una vez a la playa.
Me decido por un bañador de cuerpo entero de color blanco y de pierna alta, con toda la espalda abierta y un escote delantero precioso. Mientras me visto, mi móvil suena.
Domenico.
Suspiro y descuelgo en altavoz.
-Hola. -saludo en italiano obviamente, mientras me subo los pantalones.
-Hola, amor. -saluda animado. Buagh. -¿Cómo lo llevas? ¿Muy aburrido?
-Pues la verdad es que lo llevo muy bien. El primer día ya hice amigos, así que no me he aburrido ni un momento.
-¿Amigos? ¿Varones? -pregunta. Juraría que ahora tiene el ceño tan fruncido como una pasa.
-Amigos de ambos sexos. -bufo.
-Piensa que nos vamos a casar.
En contra de mi voluntad, estúpido.
-Lo sé. Son a-mi-gos. Nada más, Domenico. -digo exasperada, mientras guardo las cosas en la bolsa de playa.
-¿Qué haces? Se escucha ajetreo. -me dice. Yo bufo y le saco el dedo del medio, aunque no me vea.
-Estoy preparando mis cosas para ir a la playa. -digo cansada.
-¿Con esos chicos?
-Si, Domenico, si.
-No te acerques mucho a ellos, Zia. -advierte.
-Son amigos, joder. Que tú no tengas, no significa que yo no pueda tener. No eres mi padre. -digo ya más enfadada.
Cojo la bolsa y empiezo a bajar las escaleras. Escucho como Domenico bufa exasperado. Cansada, le cuelgo la llamada y guardo el móvil en el bolso. Qué hombre más pesado, por Dios.
Salgo de casa por la puerta trasera y bajo hacia la playa, dónde los chicos y Kay me esperan. Los veo a lo lejos en el mismo sitio de siempre, sentados todos encima de sus toallas.
Esto me recuerda mi segundo día aquí y ya ha pasado más de una semana desde entonces.
-Buenas tardes. -canturreo. Ellos me miran sonriendo.
-Buenas tardes, Zia.
Dejo mi toalla al lado de la de Kayla y delante de Gian. Me siento en esta mientras me quito la camiseta, la guardo en la bolsa.
-¿Por qué no tienes buena cara? -me pregunta Kayla. Yo frunzo el ceño.
-Tengo la misma cara que siempre.
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Diecinueve días antes (I & II) ©
Romance"Quiero casarme. Pero no ahora y con él." Cuando eres obligada a casarte, haces lo posible por despejarte los días antes de la boda. Zia De Luca, en un intento de pasar unas vacaciones tranquilas y solitarias para despejar la mente antes de casarse...