Me ducho rápidamente cuando llegan las ocho de la tarde. Cuando termino, me visto con una falda vaquera, un jersey negro de manga larga que meto por dentro de la falda. Unas medias de rejilla negra fina y mis Dr Martens. Encima, la chaqueta de cuero. Me perfumo un poco y cojo mi bolso.
Bajo a la planta baja y veo a mi hijo y Matteo cenando.
-¿Duermes aquí? -me pregunta sonriendo pícaro.
-Esperemos que no. -sonrío un poco.
Me acerco a ellos, beso sus mejillas.
-Pórtate bien, amor, y hazle caso a tío Matteo. -le digo a Dante.
-Si, mami.
Salgo de casa a paso rápido, entro en mi coche y arranco. Voy diez minutos tarde. Cinco minutos después llego al edificio de Maverick. Aparco y bajo del coche. Subo por el ascensor de las confesiones hasta el piso nueve y salgo de este cuando las puertas se abren.
Llamo al timbre tres veces, como siempre, y a los diez segundos Maverick me abre la puerta.
-Hola. -sonríe.
-Hola, Maverick. -sonrío un poco.
Cuando entro, él besa mi mejilla haciéndome sonreír un poco. Lo primero que hago es ir hacia Bee, el cual está sentado en el respaldo del sofá.
-Bee. -digo contenta. Él maulla y se levanta. Me quito la chaqueta, la dejo en la silla y cojo a Bee en brazos. -Hola, chiquirritin. ¿Cómo te trata este hombre, eh?
-Lo trato de maravilla, mujer. -dice Maverick divertido.
Yo sonrío de lado mirándolo y beso la cabecita de Bee unas cuantas veces. Me siento en el sofá con él y lo acaricio.
-Te voy a presentar a Dante, estoy segura de que le vas a encantar. -le digo a Bee.
-¿Le gustan los gatos?
-Le encantan todos los animales. -digo riendo un poco. -Me gustaría adoptar un perrito. Cuando sepa lo qué hacer con mi vida, lo adoptaré.
Él asiente con la cabeza y me ofrece la mano.
-¿Nos sentamos a comer?
-Claro.
Le tomo la mano, dejando a Bee encima del sofá y me levanto. Aliso un poco mi falda y me siento en una de las sillas. Él se sienta enfrente de mí. Ambos nos servimos la comida en nuestros respectivos platos.
-¿Trabajarás? -me pregunta. Yo lo miro.
-Claro. -digo obvia. Él se ríe.
-Pensaba que como tenías parte de la aerolínea, no trabajarías porque igualmente ganarías dinero. Y bastante.
-¿Y qué hago todo el día? Yo necesito hacer cosas.
-También es verdad. -sonríe un poco.
-Quiero trabajar como fisioterapeuta, que por algo me he sacado la carrera.
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Diecinueve días antes (I & II) ©
Romance"Quiero casarme. Pero no ahora y con él." Cuando eres obligada a casarte, haces lo posible por despejarte los días antes de la boda. Zia De Luca, en un intento de pasar unas vacaciones tranquilas y solitarias para despejar la mente antes de casarse...